Berlinguer impuso su l¨ªnea en el Comit¨¦ Central del PC italiano

La reuni¨®n del Comit¨¦ Central del Partido Comunista italiano (PCI) aprob¨®, antes de su conclusi¨®n, un documento unitario inspirado por su secretario general, Enrico Berlinguer, en el que insiste en la l¨ªnea pol¨ªtica de ?unidad nacional? y pide un mayor di¨¢logo con los socia listas. Salvo en este ¨²ltimo punto Berlinguer, que recibi¨® un duro ataque de Pietro Ingrao, consigui¨® imponer sus tesis.

La reuni¨®n del Comit¨¦ Central del Partido Comunista italiano (PCI), que acaba de concluir Roma y en la que se esperan fuertes cr¨ªticas, al secretario del partido, Enrico Berlinguer, en realidad tuvo s¨®lo un momento de grave tensi¨®n. Fue el duro enfrentamiento entre Pietro Ingrao, a quien se considera desde hace tiempo ?la alternativa a Berlinguer, y el berlingueriano Barca.

Ingrao, que representa hoy la oposici¨®n interna a la l¨ªnea de la secretar¨ªa y que ha recogido la bandera del fallecido Giorgio Amendola, en lo que se refiere a su esp¨ªritu cr¨ªtico dentro del partido, atac¨® abiertamente la l¨ªnea pol¨ªtica de ?unidad nacional?, preconizada por el secretario general del PCI, proponiendo como alternativa un encuentro abierto y leal con todas las fuerzas e instituciones de la izquierda del pa¨ªs.

Pol¨ªtica "paranoica"

En este contexto, Ingrao denunci¨® la pol¨ªtica ?paranoica? de at ques continuos contra el Partido Socialista (PS), propuso un di¨¢logo abierto y leal ?con el otro gran partido de la clase trabajadora?.A Ingrao le respondi¨® con gran violencia Barca, y en ese momento Berlinguer anunci¨® una intervenci¨®n personal que no estaba en el programa. Inmediatamente renunciaron a la palabra personalidades de primera fila, como Alessandro Natta y Aquile Oechetto.

Una vez m¨¢s, Berlinguer ha ganado la batalla, volviendo a pro poner, en un documento unitario redactado por una comisi¨®n de cuatro ?sabios? nombrados por ¨¦l (Natta, Gerardo Chiaromonte, Giorgio Napolitano y Tortorella), su machacona pol¨ªtica de ?unidad nacional? con todas las fuerzas democr¨¢ticas del pa¨ªs, que es la traducci¨®n moderna de su famoso ?compromiso hist¨®rico?.

S¨®lo en una cosa ha tenido que ceder el l¨ªder comunista, y ha sido en la cuesti¨®n de la apertura a los socialistas. Aun criticando la actual pol¨ªtica del secretario general del PSI, Bettino Craxi, que, seg¨²n los comunistas, no trabajaba para que el partido de Berlinguer pueda entrar en el Gobierno, el documento final pide un mayor di¨¢logo con los socialistas, que deber¨¢ ser no sobre ?pol¨ªtica abstracta?, sino m¨¢s bien ?sobre los problemas de fondo?. En este Comit¨¦ Central, al que seguir¨¢ otro en diciembre que tratar¨¢ directamente los ?problemas del partido?, se ha pedido, por vez primera en p¨²blico, toda una serie de reformas constitucionales. Entre otras, la reforma del sistema bicameral del Parlamento y una dr¨¢stica reducci¨®n del n¨²mero de parlamentarios. Por fin, por lo que se refiere al debate en marcha sobre la ley del aborto, los comunistas anuncian la movilizaci¨®n del partido a favor de la ley actual y contra los refereridos tanto cat¨®licos como, radicales. Este ¨²ltimo pide una mayor liberalizaci¨®n de la ley actual.