Inaugurado en la ONU el Decenio del Agua Potable y el Saneamiento

Quince millones de ni?os menores de cinco a?os mueren cada a?o en el mundo v¨ªctimas de enfermedades cuyos or¨ªgenes est¨¢n en el agua contaminada, seg¨²n se hizo saber en la apertura del Decenio del Agua Potable y el Saneamiento, inaugurado el pasado lunes por la Asamblea General de la ONU. Durante este decenio se intentar¨¢ facilitar el acceso de todos los habitantes del planeta a un agua sana y a una higiene adecuada.Halfdan Mahler, director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), se comprometi¨® a demostrar que, si bien el problema tiene dimensiones enormes, hay tecnolog¨ªa suficiente para abordarlo y los recursos a invertir no son excesivamente elevados. El coste del decenio se aproxima a unos 30.000 millones de d¨®lares, m¨¢s de dos billones de pesetas, lo que representa una inversi¨®n diaria de cincuenta millones de d¨®lares que, seg¨²n el doctor Mahler, no es m¨¢s que una quinta parte de lo que invierten cada d¨ªa los fumadores en todo el mundo.

Seg¨²n datos de la OMS, tres personas de cada cinco no tienen acceso al agua potable en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, y tres d¨¦cada cuatro no tienen instalaci¨®n sanitaria adecuada. Para James Grant, director de la Unicef, la escasez de agua representa una ?cat¨¢strofe silenciosa aliada con los pa¨ªses subdesarrollados, sobre la que es muy dif¨ªcil llamar la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica?. El se?or Grant, se?al¨® que, mientras el temblor de tierra de Argelia, que cost¨® la vida a 12.000 personas en un d¨ªa, conmovi¨® al mundo, nadie parece tener en cuenta que alrededor de 40.000 ni?os mueren en el mundo cada d¨ªa por enfermedades relacionadas con el agua contaminada. James Grant cit¨® como ejemplo edificante la instalaci¨®n de 400.000 pozos en Bangladesh, de un funcionamiento muy simple, que pueden ser construidos por los habitantes de un pueblo en veinticuatro horas, y cuestan cien d¨®lares.

Bradford Morse, director del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, critic¨® el hecho de que organismos gubernamentales y compa?¨ªas privadas est¨¦n dispuestos a gastar sumas de dinero infinitamente superiores para la b¨²squeda de petr¨®leo y la producci¨®n de gasolina que para la purificaci¨®n del agua y la creaci¨®n de instalaciones sanitarias.