Pirri, un acierto

Pirri est¨¢ muy bien, gracias, en el Puebla mexicano. La visita a Madrid del ex capit¨¢n de la ?casa blanca? nos ha invadido de melancol¨ªa. Hay suspiros por el veterano jugador. Ello demuestra, en principio, que su gran labor no ha sido olvidada, pero me parece injusto que, sobre la base de su ausencia, se pretenda justificar el caminar titubeante del equipo en la presente temporada.Pirri, que prest¨® al Madrid valios¨ªsimos servicios, le hizo el ¨²ltimo gran favor al aceptar el contrato del Puebla. Con Pirri en el equipo habr¨ªa sido casi imposible dar entrada a Gallego, que es uno de los pocos futuros espl¨¦ndidos del f¨²tbol espa?ol. Pirri, por sus a?os, no pod¨ªa mantener su ritmo habitual. Por su garra, casi incomparable, habr¨ªa jugado un a?o m¨¢s a su aire, y sus arrancadas hacia el marco contrario habr¨ªan causado, con toda seguridad, graves problemas en la defensa.

Pirri se fue en el momento justo. Se march¨® cuando todav¨ªa exist¨ªa la creencia de que pod¨ªa ser ¨²til. Lo mejor para ¨¦l ha sido la marcha. Nadie le podr¨¢ ver arrastrar su fama por Chamart¨ªn.

En ocasiones resulta muy doloroso prescindir de un jugador ejemplar. Sobre todo cuando su actuaci¨®n, al margen del f¨²tbol, ha sido igualmente irreprochable. Pero en los grandes clubes hay que tomar grandes decisiones. Y el Madrid ha solido acertar en estas cuestiones. M¨¢s duro fue prescindir de Di St¨¦fano, y Bernab¨¦u no lo dud¨®. Los mitos, en sus ¨²ltimos momentos, suelen ser una r¨¦mora.