Muskie propone aumentar las ventas de grano a Polonia
Estados Unidos reaccion¨® con extrema prudencia a la solicitud del Gobierno de Polonia para obtener cr¨¦ditos por valor de 3.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 220.000 millones de pesetas) por parte de la Administraci¨®n norteamericana. Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado quisieron precisar en Washington si dar¨ªan curso a la demanda de Varsovia.Edmund Muskie, secretario de Estado, propuso al presidente Jimmy Carter que incremente, por valor de 900 millones de d¨®lares, las ventas de trigo norteamericano a Polonia, dentro del programa previsto de ayuda alimenticia para 1980-1981. ?Consideramos la nueva petici¨®n polaca bajo todos sus aspectos, pero no se puede precisar cu¨¢l ser¨¢ la respuesta ni cu¨¢ndo llegar¨¢?, dijo, por su parte, John Trattner, portavoz del Departamento de Estado.
La situaci¨®n de traspaso de poderes entre la Administraci¨®n dem¨®crata saliente, que preside Jimmy Carter, y la nueva republicana, que dirige Ronald Reagan, es uno de los elementos claves para creer que EE UU no decidir¨¢ sobre la ciencia petici¨®n de ayuda econ¨®mica que solicitan los polacos. Por otra parte, un programa de tal volumen necesitar¨¢, obligatoriamente, la aprobaci¨®n del Congreso de Estados Unidos, y es muy improbable que Washington d¨¦ curso a los deseos de Varsovia. El presidente Ronald Reagan no ha reaccionado oficialmente a la cuesti¨®n, y en medios period¨ªsticos s¨®lo se recuerda que, al igual que Carter, Reagan dijo en varias ocasiones que Estados Unidos ?no tolerar¨¢? una intervenci¨®n militar sovi¨¦tica en Polonia.
La advertencia de EE UU a la URSS aparece, sin embargo, como m¨¢s pol¨ªtica que realista, sobre todo teniendo en cuenta la ¨®rbita bajo la cual cae la naci¨®n polaca. EE UU no movi¨® un dedo durante la intervenci¨®n de los tanques sovi¨¦ticos en Hungr¨ªa, en 1956, ni en Checoslovaquia, en 1968. Existen serias dudas de que, en virtud del reparto de zonas de influencia en Europa, Washington hiciera algo distinto en caso de apoyo militar sovi¨¦tico al Gobierno polaco.
Washington evitar¨¢ probablemente, por lo menos a corto plazo, participar en una ayuda masiva a la econom¨ªa polaca, que podr¨ªa interpretarse como una interferencia en los asuntos internos de Polonia por parte de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Seguramente limitar¨¢ su apoyo a env¨ªos de alimentos (cereales, en particular) y tambi¨¦n a demorar el pago de los plazos de la deuda contra¨ªda por Polonia con Occidente.
Ayuda tradicional
?La ayuda estadounidense a Polonia es una tradici¨®n desde hace veinticinco a?os?, dijo Trattner en Washington, justificando las relaciones de EE UU con un pa¨ªs del bloque comunista. Ya en 1957, durante la Administraci¨®n del presidente Eisenhower, Polonia recibi¨® ayuda en productos alimenticios. Adem¨¢s de la v¨ªa de cr¨¦ditos bancarios abierta en a?os posteriores entre Washington y Varsovia, Polonia cuenta tambi¨¦n con el trato de ?la naci¨®n m¨¢s favorecida?? para sus exportaciones al mercado norteamericano, y ciertas facilidades en aguas de la zona de pesca controlada por Estados Unidos.
Sin embargo, se considera pr¨¢cticamente imposible en medios norteamericanos que una Administraci¨®n saliente, como la que dirige Jimmy Carter, se comprometa estrechamente con el Gobierno polaco. Habr¨¢ que esperar la llegada del presidente Ronald Reagan, que, sin lugar a dudas, a partir del 20 de enero de 1981 actuar¨¢ en funci¨®n del pragmatismo que aconsejen los acontecimientos en Polonia y en el conjunto de las relaciones entre Washington y Mosc¨².
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