Actuaciones de Manolo Escobar, La Rom¨¢ntica Banda Local y Miguel Bos¨¦

La casa discogr¨¢fica Belter, apunt¨¢ndose a la moda de las presentaciones, ha tenido la sabrosa ocurrencia de reunir sobre el escenario de la discoteca Windsor a Manolo Escobar, Burning, Parch¨ªs Marfil, Paco Herrera, Marce y Chema. El c¨®ctel fue aderezado por un humorista de sal gorda, Ar¨¦valo, fam¨¦lico de gracia incluso en los silencios.

Cada cual llevaba su nuevo elep¨¦ bajo el brazo y ense?aba un trocito al respetable, cr¨ªticos, infiltrados y familiares. Los Burning abrieron, con sonido en directo, la tapadera de la olla musical. Fueron educad¨ªsimos (?Damas y caballeros... ?), sonaron a mermelada oportunista y dejaron reluciente el local.Con los chavales de Parch¨ªs, en cambio, no hubo ning¨²n timo: versi¨®n saltarina del Don Diablo, de Bos¨¦, y novillos alegres con el Twist del colegio, de Juan Pardo. Dos mozas y dos mozos acaramelados, Marfil, le dieron duro a la pachanga de los a?os sesenta: Sapore d¨ª sale, Ma vie, A line, Cae la nieve, Una l¨¢grima en tus ojos... Para llorar. El ejemplo de La Peque?a Compa?¨ªa sigue haciendo estragos.

La cursiler¨ªa de Marfil tuvo su prolongaci¨®n bailona con las lecciones de tw?st sosamente impartidas por Marce y Chema. Para finalizar, senoras y se?ores, Manolo Escobar en persona. Su nuevo disco se llama Amores. Y tiene joyas: Una hora de oro, Rumba de enamorada o Mi novia primera. Con primeras o segundas lecturas -o sea, Fieles a Cor¨ªn Tellado o a Sollers-, su actuaci¨®n fue la ¨²nica de toda la velada con rango de profesionalidad.

Un globo verde

Representaci¨®n que no presentaci¨®n, fue lo que ofrecieron los de La Rom¨¢ntica Banda Local en la sala Marquee, tan generosa en columnas macizas, tras mucho tiempo sin actuar en p¨²blico. Son siete m¨²sicos magn¨ªficos. Y uno diria incluso que los mejores, siempre que a Sisa no lo mueva nadie de su lugar privilegiado en el altar mayor.Empezaron acaso con timidez, pero acabaron en circense desmadre de fantas¨ªa. Carlos Faraco es un showman perfecto, al borde siempre de todos los peligros y sinjam¨¢s caer en ninguno. Fernando Luna es una mecan¨®grafa prodigiosa disfrazada de humilde sacrist¨¢n volador. Bernardo Souviron, bajo presocr¨¢tico, toca en clave de esp¨ªa sin patria. Quique Vali?o, foulard rosa a la cintura, le da al viol¨ªn con la elegancia de una jirafa ebria. Jorge Cabadas, luciendo delicioso jersei de Rocco sin hermanos, acaricia las sombras con aplomo zurdo. Javier Pacios, la voz m¨¢s madrile?a del Caribe, deja enana y an¨¦mica a Sara Montiel. Y Paco Primitivo, bater¨ªa, se marc¨® un lujurioso strip-tease de su mano izquierda.

El espect¨¢culo "Tour 80"

Miguel Bos¨¦ present¨® su espect¨¢culo musical Tour 80 en el Pabell¨®n Deportivo del Real Madrid. En este espect¨¢culo de luz y sonido, el ¨ªdolo de las jovencita apareci¨® rodeado de m¨²sicos, coros y bailarines ante m¨¢s de 5.000 personas tocadas de frenes¨ª. Despu¨¦s de esta delirante actuaci¨®n en Madrid, las ciudades de Le¨®n, Valladolid, Gij¨®n y Vitoria dar¨¢n acogida al int¨¦rprete de Morir de amor y a su equipo.Pr¨®xima, pues, a finalizar la gira por la geograf¨ªa espa?ola de Tour 80, Miguel Bos¨¦ traza este breve balance: ?La experiencia ha sido muy positiva, pues hemos sentado el precedente de una manera dis tinta de trabajar con respecto a lo que aqu¨ª se estila.