Ceuta y Melilla, de nuevo en la Prensa marroqu¨ª
Como sucede de manera recurrente en Marruecos, la Prensa marroqu¨ª cercana a la izquierda se ocupa de nuevo de Ceuta y Melilla, de las relaciones -malas relaciones- entre Espa?a y Marruecos, y de la ?persistencia de la dominaci¨®n colonial espa?ola en esas dos plazas?.El diario Al Moharrer, de los socialistas, comenz¨® a publicar una serie de art¨ªculos de su enviado especial a Ceuta y Melilla, El Attar Bughaleb, en los cuales ¨¦ste describe la situaci¨®n de discriminaci¨®n en que viven los marroqu¨ªes, seg¨²n ¨¦l, en las dos ciudades, y el car¨¢cter colonial de la presencia espa?ola.
Una opini¨®n mucho m¨¢s interesante, sin embargo, es la vertida por la revista Lamalif en su ¨²ltimo n¨²mero, y en un articulo consagrado a las malas relaciones entre Espa?a y Marruecos, en el cual se afirma que ?se quiera o no, la persistencia de la colonizaci¨®n de Ceuta y Melilla condiciona toda la evoluci¨®n del norte del pa¨ªs?.
La afirmaci¨®n es de talla, sobre todo si se tiene en cuenta que precisamente el norte de Marruecos es la regi¨®n que m¨¢s sufre actualmente la crisis econ¨®mica que vive el reino.
Lo que asombra, sin embargo, es que estos art¨ªculos hayan tardado tanto en salir, sobre todo si se tiene en cuenta que la negociaci¨®n llevada a cabo por dos funcionarios espa?oles de Relacines Exteriores con el Polisario, a prop¨® sito de los pescadores secuestrados por esta organizaci¨®n, a¨²n no ha suscitado ning¨²n comentario oficial de parte del Gobierno marroqu¨ª.
Extraordinariamente se afirma, sin embargo, que como es posible que el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, venga en visita oficial a Rabat, ratifique que el Gobierno espa?ol no negociar¨¢ con el Polisario y, sobre todo. que no reconocer¨¢ a la RASD; que califique los secuestros de actos terroristas, y que pocos d¨ªas despu¨¦s un embajador y un funcionario de la canciller¨ªa negocien en Tinduf la liberaci¨®n de los pescadores.
Garant¨ªas por parte espa?ola
La ausencia de reacci¨®n oficial marroqu¨ª se atribuye esta vez a unas supuestas garant¨ªas dadas por el embajador de Espa?a en Rabat, Alfonso de la Serna, al primer ministro marroqu¨ª, Maati Buabid, en una entrevista que sostuvo ¨¦ste veinticuatro horas antes de que las negociaciones con el Polisario comenzasen.Al parecer, el diplom¨¢tico espa?ol hab¨ªa transmitido al prinier ministro marroqu¨ª que el Gobierno espa?ol pretend¨ªa negociar con quien fuese y donde fuese para liberar a los ciudadanos espa?oles, pero que no ten¨ªa la intenci¨®n de efectuar ninguna concesi¨®n pol¨ªtica.
La izquierda marroqu¨ª, que probablemente no est¨¢ al corriente de esas sutilezas diplom¨¢ticas, se explaya en estos d¨ªas de nuevo sobre las dos provincias citadas, y, como Lamalif, lamenta que ?Espa?a, la octava potencia del mundo occidental, haya sido hasta ahora incapaz de proponer, y sobre todo incapaz de llevar a cabo, ning¨²n proyecto de cooperaci¨®n con Marruecos?.
Lo que para la citada revista es a¨²n peor es que ?Espa?a siga combatiendo encarnizadamente al turismo marroqu¨ª, que impida el tr¨¢nsito de los agrios de este pa¨ªs por Espa?a, que ponga pegas a la situaci¨®n de los trabajadores marroqu¨ªes emigrados en Espa?a y que contin¨²e el pillaje de la riqueza pesquera de Marruecos, junto con la colonizaci¨®n de Ceuta y Melilla.
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