Schmidt reitera en Washington la necesidad de continuar negociando con la URSS
El canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), Helmut Schmidt, se entrevist¨® ayer en Washington con el presidente norteamericano, Jimmy Carter, y con el pr¨®ximo sucesor de ¨¦ste en la Casa Blanca, Ronald Reagan, encuentro que fue mantenido en secreto hasta el ¨²ltimo momento. En sus dos encuentros, el canciller alem¨¢n reiter¨® la necesidad de continuar el di¨¢logo y las negociaciones con la URSS y confirm¨® la importancia del reforzamiento de la OTAN.
El comunicado conjunto del encuentro Carter-Schmidt se?ala la importancia que para ambos tiene el reforzamiento de la OTAN y el control de armamentos, negociado con la URSS y el Pacto de Varsovia. Se felicitan tambi¨¦n por la continuaci¨®n de la Conferencia de Madrid sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa y lamentan que la URSS no haya manifestado intenci¨®n de retirarse de Afganist¨¢n.Seg¨²n la agencia AFP, el imprevisto encuentro entre Schmidt y Carter habr¨ªa sido fruto de presiones alemanas. La entrevista, que dur¨® una hora, fue preparada la v¨ªspera en Nueva York, en el curso de una cena en honor del canciller alem¨¢n, a la que asistieron varios consejeros de Reagan.
Durante dos horas, el presidente, Jimmy Carter, convers¨® en la Casa Blanca con el canciller Helmut Schmidt. Los recientes veredictos de las urnas, con victoria para el socialdem¨®crata Schmidt en la Rep¨²blica Federal de Alemania, y derrota para el dem¨®crata Carter en Estados Unidos, mermaron importancia al encuentro.
El balance de las relaciones EE UU-RFA durante los cuatro a?os de presidencia Carter pas¨® momentos tensos. Sobre todo debido a la falta de ?liderazgo? y a los vaivenes del presidente saliente. Pero la mayor¨ªa de observadores opina que las relaciones no ir¨¢n mejor con los republicanos, sobre todo si Schmidt, indiscutible l¨ªder de Europa Occidental, persiste en una pol¨ªtica de relaciones con el Este.
Schmidt insisti¨® ante sus interlocutores republicanos en el deseo generalizado en Europa occidental de que Washington contin¨²e las negociaciones para un control de armamentos entre las dos grandes superpotencias. La decisi¨®n republicana de renunciar al Tratado SALT II, sobre limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas, negociado y firmado por la Administraci¨®n Carter, abre un per¨ªodo de serias dudas y, el peligro de reactivar la carrera de armamentos.
La presidencia republicana de Ronald Reagan, apoyada por un congreso con mayor¨ªa republicana conservadora, podr¨ªa abortar los prop¨®sitos de Schmidt, apoyados por Giscard d'Estaing, de negociar directamente con Mosc¨² un control de los euromisiles.
A las vacilaciones de Carter suceder¨¢n las afirmaciones de Reagan, que no limar¨¢n necesariamente las diferencias entre europeos y norteamericanos. Pero la vuelta de muchos hombres de la ex Administraci¨®n republicana Nixon-Ford (Haig, Kissinger, Schultz) permite pensar que no se trata de un salto hacia lo desconocido. La ¨²nica diferencia es que, en cuatro a?os, Estados Unidos ha profundizado en su crisis econ¨®mica general, mientras que la RFA ha potenciado su papel de l¨ªder en Europa occidental, con opiniones no siempre comprendidas y aceptadas en este lado del Atl¨¢ntico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.