La guerrilla salvadore?a controla cuatro departamentos cercanos a la capital

El dirigente democristiano Jos¨¦ Morales Ehrlich, miembro de la Junta de Gobierno salvadore?a, ha reconocido, en conferencia de Prensa con periodistas extranjeros, que el Frente de Liberaci¨®n Nacional (FMNL) controla militar y pol¨ªticamente cuatro de los catorce departamentos en que est¨¢ dividido el pa¨ªs. Seg¨²n sus declaraciones, la guerrilla domina Chalatenango, San Vicente, Cuscatl¨¢n y La Paz, zonas que rodean como una tenaza el distrito de la capital.

Es esta la primera vez que un destacado miembro del Gobierno declara que el Ej¨¦rcito regular no controla todo el territorio, a pesar de la intensa ofensiva desplegada estos dos ¨²ltimos meses contra los santuarios de la guerrilla. Las manifestaciones de Morales coinciden con el anuncio hecho por un portavoz del Frente Democr¨¢tico Revolucionario (FDR) de que la guerra de El Salvador habr¨¢ terminado en seis meses, porque en ese plazo las fuerzas del FMNL habr¨¢n derrotado al Ej¨¦rcito.Aunque nadie se atreve a aventurar un desenlace tan r¨¢pido para la guerra civil salvadore?a, los observadores coinciden en que la guerrilla est¨¢ demostrando desde su unificaci¨®n una capacidad militar que no se preve¨ªa. En el transcurso de las ¨²ltimas semanas, m¨¢s de ochenta efectivos del Ej¨¦rcito regular han muerto en acciones ofensivas del FMNL.

Nuevos rumores de golpe

En este clima de insurrecci¨®n, al que ya no puede contestar el Gobierno, no resulta extra?o que cada vez se hagan m¨¢s insistente los rumores de golpe de Estado. En esta ocasi¨®n, y tras los avisos del coronel Majano, ha sido el democristiano Jos¨¦ Napole¨®n Duarte quien ha denunciado intenciones golpistas por parte de un grupo de militares y civiles derechistas, que se reunieron en un hotel de San Salvador para ?analizar la situaci¨®n del pa¨ªs? Duarte ha defendido hasta ahora incluso las decisiones m¨¢s conservadoras del r¨¦gimen y est¨¢ considerado por las autoridades norteamericanas como el hombre m¨¢s capaz para asumir la presidencia en una posible soluci¨®n de recambio.Sus manifestaciones se inscriben as¨ª en un contexto pol¨ªtico en el que nadie se atreve ya a apostar por la supervivencia de la actual Junta. El avance de las fuerzas guerrilleras se esgrime con demasiada frecuencia desde la derecha como un argumento de la debilidad del Gobierno. Por otra parte, la diaria aparici¨®n de cincuenta o sesenta personas asesinadas es un Indice bien claro del envalentonamiento d e la ultraderecha.

Un Gobierno que no es capaz de detener a la guerrilla y que tampoco puede dominar a las bandas de extrema derecha ya no sirve, se dice en San Salvador. Su cambio es ya s¨®lo cuesti¨®n de tiempo. Pero el deterioro de la situaci¨®n ha llegado a tales niveles que cualquier cambio de Gobierno parece que finalmente terminar¨¢ beneficiando a las fuerzas del Frente de Liberaci¨®n, que han entrado ya en la din¨¢mica del asalto final al poder.

En esta etapa es pr¨¢cticamente seguro que el FMNL contar¨¢ con el apoyo de una brigada internacional, cuya creaci¨®n ya ha sido anunciada por el paname?o Hugo Spadafora. En previsi¨®n de que columnas de guerrilleros entrenados en el exterior puedan penetrar en el pa¨ªs, el Ej¨¦rcito salvadore?o realiza estos d¨ªas operaciones de rastreo en todas las zonas fronterizas, principalmente en los l¨ªmites con Nicaragua. Incluso d¨ªas atr¨¢s se lleg¨® a afirmar que doscientas personas armadas hab¨ªan entrado en el pa¨ªs desde Nicaragua, versi¨®n que fue inmediatamente desmentida por las autoridades.