La larga crisis de la Diputaci¨®n

A la p¨¦rdida de credibilidad que han sufrido los partidos pol¨ªticos desde las ¨²ltimas elecciones generales y locales se ha sumado ahora el pobre espect¨¢culo que ha ofrecido durante m¨¢s de un mes la Diputaci¨®n Provincial de Madrid, en la que han jugado un papel desafortunado los tres partidos pol¨ªticos en ella representados: UCD, PSOE y PCE.La actitud de un presidente de la Diputaci¨®n -Carlos Revilla-, que se niega a dimitir a requerimiento de su partido, despu¨¦s de haber hecho una gesti¨®n nefasta, que se encierra en un bunker macizo y amenaza con llevar al caos a la corporaci¨®n, es algo que al ciudadano de a pie le tiene que llenar, por fuerza, de asombro.

Pero si la crisis Revilla es la crisis de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a del PSOE, las act¨ªtudes del PCE y de UCD no dejan de rayar en la deshonestidad pol¨ªtica.

Los comunistas, por su probable injerencia en los asuntos internos del PSOE, al apoyar claramente a los diputados socialistas disidentes que provocaron la ca¨ªda de Revilla y al mostrar su satisfacci¨®n por el cese de ¨¦ste, y los ucedistas,por su cicater¨ªa al provocar un pleno urgente con el fin de impedir que el socialista Rodr¨ªguez Colorado (elegido presidente el jueves) pueda alcanzar la presidencia por no tener a¨²n su acta de diputado, lo que no llegaron a lograr.

Todos han salido perdiendo. Y el PSOE, m¨¢s. Ni la forma en que el partido destituv¨® a Revilla por muy nefasta que fuera su gesti¨®n- es la adecuada (un comit¨¦ regional no debe ser quien cese a un alto cargo del partido) ni las m¨¢s o menos veladas amenazas del comit¨¦ federal del partido contra sus diputados provinciales rebeldes son propias de la democracia interna de un partido con 102 a?os de tradici¨®n.

Tampoco la actitud de aqu¨¦llos, cuando tras la decisi¨®n finalmente acatida por Revilla, de dimitir (s¨®lo cuando se lo pidi¨® el presidente del partido) y el nombramiento de un ¨²nico candidato para suceder a ¨¦ste, Rodr¨ªguez Colorado, es azeptable. Trece de los dieciocho diputados socialistas en la Diputaci¨®n pretendieron colocar como presidente a Arsenio Lope, aunque, destapada la caja de los truenos de Felipe Gonz¨¢lez y su equipo directivo, triunf¨® finalmente la cordura.

Actitudes irreconciliables en la FSM

Pero la crisis interna en la Diputaci¨®n es s¨®lo el reflejo, la punta del iceberg, de una crisis mucho m¨¢s profunda: la crisis largamente arrastrada en la FSM desde que Alonso Puerta fuese desalojado de la secretar¨ªa general y ocupara el cargo Joaqu¨ªn Leguina, un moderado de la cuerda felipista. La Federaci¨®n Socialista Madrile?a, que aglutina m¨¢s del 12% de todos los votos socialistas del pa¨ªs, es el punto m¨¢s vulnerable de la direcci¨®n del partido renovado de Felipe Gonz¨¢lez, que, para su desgracia, no ha podido controlar a¨²n, ni, se supone, podr¨¢ controlar en mucho tiempo.

Las actitudes irreconciliables de los tres grupos de la FSM (moderados de Leg¨¹ina, tercera v¨ªa de Puerta y grupos cr¨ªticos de G¨®mez Llorente, Castellano, Burgos y L¨®pez Ria?o) han sido m¨¢s que patentes y, lo que es m¨¢s triste, han sido utilizadas para el asunto interno de la sucesi¨®n de Revilla. Sucesi¨®n que se plante¨® en la pr¨¢ctica como un asalto a la direcci¨®n de la FSM por los distintos grupos y un intento de descabalgar de la secretar¨ªa a Joaqu¨ªn Leguina, un hombre que la ocup¨® con menos de una tercera parte de los votos y que ha podido salir airoso al imponer a su presidente (Rodr¨ªguez Colorado), que.no es otro que el presidente que ve¨ªa con buenos ojos la l¨ªnea solanista (de Javier Solana) de la ejecutiva.

La victoria de Leguina ha sido p¨ªrrica y ya hay una fuerte maniobra, dif¨ªcil de parar, para derribar a la actual ejecutiva provincial en el pr¨®ximo comit¨¦ regional, que se celebrar¨¢ en breve, a base de acuerdos entre el infatigable Alonso Puerta (un pol¨ªtico h¨¢bil y maniobrero que nuncla supo asimilar su derrota en el ¨²ltimo congreso, del que pens¨® y dijo en p¨²blico que ser¨ªa un paseo militar para ¨¦l) y los sectores cr¨ªticos. La llamada Izquierda Socialista (IS), encabezada por G¨®mez Ll¨®rente, Castellano, Puerta, Burgos y otros, presentada hace unos d¨ªas, es la prueba de lo anterior porque es imprescindible conquistar Madrid (donde la direcci¨®n del partido est¨¢ contra las cuerdas) para intentar el asalto del partido.

Rodr¨ªguez Colorado, un hombre capaz

Por suerte para la Diputaci¨®n (dejando al margen la dura batalla que se avecina en la FSM), se ha elegido como presidente a uno de los pol¨ªticos m¨¢s capaces. Se trata de un hombre bien equipado pol¨ªticamente, conciliador, aglutinador de tendencias y capaz de llegar a plasmar un verdadero programa provincial, cosa que no consigui¨® Revilla y que le llev¨® al relevo.

Dentro del panorama auton¨®mico del pa¨ªs, habida cuenta de que la autonom¨ªa para Madrid, pasa por la f¨®rmula uniprovincial, para el PSOE puede ser, adem¨¢s, un hombre clave a la hora de preparar lo que en su d¨ªa tendr¨¢ que ser el gobierno de la provincia.

Y es un hombre, adem¨¢s, capaz de romper la vieja realidad, comprobable con datos, de que Madrid ha ejercido siempre como capital del Estado antes que como capital de su provincia. Se deber¨ªa saber que 89 de los 177 pueblos de la provincia (la mitad m¨¢s uno) tienen menos de mil habitantes, y de ellos diez tienen menos de cien, dieciocho entre cien y doscientos y veintis¨¦is entre doscientos y quinientos. Pueblos que en ¨¦pocas no muy lejanas ven¨ªan a pedir a Madrid y se les regalaba una limosna de una especie de fondo de reptiles que el presidente de la Diputaci¨®n pod¨ªa manejar por decreto.