Nostalgia y fascismo
El domingo me emocion¨¦ por el horror que me produc¨ªa el espect¨¢culo que ofrec¨ªa Madrid; despu¨¦s de luchar por un ideal, sacrificar una carrera universitaria con expediente y alguna que otra retenci¨®n de los derechos humanos, referentes a la persona, ve¨ªa que todo sacrificio hab¨ªa sido como el cuento de la lechera. No me arrepiento de lo realizado. ?Pero es posible, despu¨¦s de hacer la cama a los dem¨®cratas de nuevo cu?o y dar la imagen (para luego ser relegado a trabajos secundarios por carecer de categor¨ªa profesional), no hayan sabido utilizar esta cu?a, ofrecida desinteresadamente? ?De qui¨¦n es la culpa? Supongo que no ser¨¢ de los que hemos dado todo. Intent¨¦ enga?arme, buscando el tiempo perdido, con panfletos y canci¨®n social de mi ¨¦poca prohibida, como un intento desesperado de parar el reloj involuctor (involuctivo)./ .
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