Las marismas del Odiel, su importancia y su futuro

Los actuales peligros que se ciernen sobre las marismas del Odiel se inscriben en ese largo rosario de agresiones que las zonas h¨²medas espa?olas est¨¢n padeciendo, entre otras causas, por desecaciones y urbanizaciones indiscriminadas que, de una u otra forma, est¨¢n afectando a zonas de gran inter¨¦s, tales como Do?ana, Tablas de Daimiel, Albufera de Valencia o Delta del Ebro, reflejo de. la agresi¨®n continua que el hombre est¨¢ causando en los espacios v¨ªrgenes que restan en el planeta. Las marismas del Odiel, que, junto con las del Tinto, forman un complejo ecosistema que enmarca a la ciudad de Huelva al Oeste, Sur y Este, han padecido un largo e hist¨®rico proceso de contaminaci¨®n, en especial las marismas del Tinto, causado por los aportes de sustancias letales procedentes de las minas de su cuenca y que, aunque grave, lo han podido soportar hasta la fecha.Esta situaci¨®n se ha visto r¨¢pidamente acelerada, a partir de los a?os sesenta, con la instalaci¨®n del Polo Qu¨ªmico-Industrial de Huelva, que, por su irracional ubicaci¨®n, tan duramente ha afectado y est¨¢ afectando al medio ambiente onubense y que ha causado la destrucci¨®n de las marismas del Tinto con las escombreras de estas industrias, que ocupan en la actualidad miles de hect¨¢reas y que rodean a la ciudad de Huelva por el Sur y el Este, convirtiendo la zona en un desierto polvoriento dif¨ªcilmente encontrable en otra ciudad de nuestra geograf¨ªa.

Un reducto inaccesible

De esta agresi¨®n se han salvado inicialmente las marismas del Odiel, que, por su extensi¨®n, profusi¨®n de islas y red de canales, se hacen inaccesibles a ser transformadas. Pese a ello, ya en la d¨¦cada de los setenta, 1.300 hect¨¢reas de estas marismas se han concedido para salinas a Energ¨ªa e Industrias Aragonesas, SA. No obstante estas transformaciones, las marismas del Odiel han conservado hasta la actualidad un rosario de islas sobre cuya trascendencia conviene incidir. En primer lugar habr¨ªa que destacar su fauna, con m¨¢s de sesenta especies observadas, y de entre las que sobresalen las esp¨¢tulas, especie que en la isla de Enmedio nidifica en n¨²mero de m¨¢s de cien parejas y que para toda Europa occidental s¨®lo cr¨ªa en Do?ana y Holanda; las garzas reales, que en Espa?a, aparte de Do?ana, s¨®lo nidifican cuarenta parejas, repartidas por Extremadura y Valladolid, y nada menos que ochenta en la citada isla de Enmedio; las garzas imperiales, escasas y en clara regresi¨®n en Espa?a y Europa, y que en dicha isla nidifican en n¨²mero de sesenta parejas; por ¨²ltimo, y acompa?ando a dichas aves en su reproducci¨®n, cabe se?alar las garcetas, limicolos y algunas rapaces, como el aguilucho lagunero.

Por otra parte, es notorio que este conjunto de islas son una especie de murallas que protegen de la contaminaci¨®n industrial a las zonas tur¨ªsticas de Punta Umbr¨ªa y el Rompido, posibilitando grandes espacios abiertos y v¨ªrgenes al oeste de Huelva, justo en direcci¨®n a los vientos dominantes. Por ¨²ltimo, y en el orden cultural, hay que destacar la trascendencia del yacimiento arqueol¨®gico de Saltes y el singular y bello paisaje que componen estas islas, quiz¨¢ el mejor conservado en su g¨¦nero actualmente en Espa?a. Por estos motivos, ya en a?o 1978 Icona incluye en su Inventario de Espacios Naturales a proteger la isla de Enmedio como zona de singular importancia.

Posteriormente, el Plan de Ordenaci¨®n Urbana de Huelva define a la mayor parte de las marismas v¨ªrgenes que restan en el Odiel como ¨¢reas de alto valor ecol¨®gico y que debe ser protegida su fauna, flora y suelo, quedando bajo esta calificaci¨®n Saltes, Enmedio y la totalidad de las marismas al norte del puente-sif¨®n.

Como consecuencia de todo ello, en mayo de 1980, y con ocasi¨®n de unas jornadas sobre las marismas. organizadas por ha Consejer¨ªa del Medio Ambiente de la Junta de Andaluc¨ªa, se propone la declaraci¨®n de estas marismas como parque natural, figura jur¨ªdica que permite la utilizaci¨®n tradicional de unos recursos en consonancia con la conservaci¨®n de la zona, preservando aquellas ¨¢reas de mayor inter¨¦s dentro de la misma. Tal proceso de declaraci¨®n se halla en tramitaci¨®n por parte de Icona.

Las salinas

Con posterioridad a estas fechas aparecen las peticiones de concesi¨®n de explotaci¨®n salinera sobre las marismas del Odiel que restan v¨ªrgenes, por Farte de Andasal, SA, y Energ¨ªas e Industrias Aragonesas, SA.

De estas empresas, Industrias Aragonesas, SA, pide nada menos que la concesi¨®n de la isla de Enmedio, 300 hect¨¢reas para a?adirlas a su explotaci¨®n salinera ya existente de 1.300 hect¨¢reas; mientras, Andasal, SA, solicita le sean concedidas Enmedio, Bacuta y buena parte de Saltes y casi todo el conjunto de marismas al norte del puente-sif¨®n, en total unas 1.500 hect¨¢reas. Del primer proyecto habr¨ªa que decir que no pod¨ªa haber sido planificado con peor criterio, ya que, de llevarse a cabo, originar¨ªa la destrucci¨®n de uno de los m¨¢s importantes enclaves de reproducci¨®n de aves protegidas de Espa?a.

Del proyecto de Andasal, SA, hay que desmitificar su pretendida inocuidad ecol¨®gica, pues el tipo de explotaci¨®n industrial, por disoluci¨®n a presi¨®n de la sal gema del subsuelo y posterior evaporaci¨®n en las balsas de concentrado con unos contenidos de sal absolutamente letales para la vida de vertebrados e invertebrados, califican a este proyecto como ecol¨®gicamente muy duro, am¨¦n de que cualquier transformaci¨®n de la isla de Enmedio, por peque?a que fuese, acarrear¨ªa consigo la desaparici¨®n de las colonias de esp¨¢tulas y garzas que precisamente han elegido a esta isla para su reproducci¨®n debido a su total aislamiento.

75 puestos de trabajo

Entrando en un apartado socioecon¨®mico, hay que considerar el bajo n¨²mero de puestos de trabajo que este tipo de uso generar¨ªa; as¨ª, Andasal, por el informe presentado al puerto aut¨®nomo de Huelva, reconoce que s¨®lo crear¨ªa 75 puestos de trabajo, y ello incluyendo a los t¨¦cnicos, cifra realmente rid¨ªcula para tal extensi¨®n de terreno y de tan estrat¨¦gica situaci¨®n. Por otra parte, y con una visi¨®n a m¨¢s largo plazo, est¨¢ claro que este tipo de ¨¢reas marisme?as van a ver incrementado su valor como terrenos productores de alimentos en forma de piscifactor¨ªas y cultivos marinos.

Hemos de considerar asimismo el efecto directo que estos proyectos tendr¨ªan sobre San Fernando, C¨¢diz y El Puerto; me refiero a sus salinas y a las peque?as explotaciones salineras andaluzas que, ante la formidable competencia que significar¨ªan estas instalaciones de Andasal y Aragonesas, Pocas posibilidades les restar¨ªan para colocar sus productos en un mercado ya de por si saturado, con lo que podr¨ªa suceder que se crear¨ªan unos puestos de trabajo en una provincia andaluza mientras que desaparecer¨ªan muchos m¨¢s en otra.

Ante esta serie de factores que inciden sobre las marismas del Odiel se hace necesaria una equilibrada y responsable utilizaci¨®n y protecci¨®n de las mismas que posibiliten su uso aunando la conservaci¨®n ¨ªntegra de algunas de sus islas, como es el caso de la isla de Enmedio, y evitando actuaciones precipitadas y entreguistas m¨¢s cercanas a un pa¨ªs colonial que a una naci¨®n que se precia de ser la d¨¦cima potencia industrial del mundo.