Cierre gubernativo del club Carolina
La ¨²nica sala que en Madrid se dedicaba a la presentaci¨®n de conciertos diarios de rock, la discoteca Carolina, ha sido cerrada por orden gubernativa y por un per¨ªodo de dos meses.No es nada nuevo el especial inter¨¦s que las autoridades se toman por los locales donde se hace rock en vivo. Tal parece que este tipo de m¨²sica representara en s¨ª misma alg¨²n tipo de peligro social. Ya en los a?os sesenta se censuraron las matinales del Price, mientras en los setenta la discoteca M&M tuvo tambi¨¦n largos per¨ªodos de inactividad forzosa.
Los hechos que condujeron al cierre del Carolina consistieron en una redada realizada, seg¨²n la polic¨ªa, el viernes 21 de noviembre. Dicha redada se produjo a ¨²ltimas horas de la tarde (p¨²blico mayormente juvenil), y en ella se encontraron dentro del local a veinticinco menores, as¨ª como diverso material, consistente en cuatro navajas, cuatro jeringuillas hipod¨¦rmicas y doce barras de hachis, adem¨¢s de librillos de papel y un destornillador.
Estas circunstancias, unidas al hecho de que las puertas de urgencia se encontraran cerradas con llave, o que los luminosos con indicaci¨®n de salida no estuvieran en orden o el problema de los menores en el club han llevado al comisario principal jefe de Madrid a la imposici¨®n de una multa de 45.000 pesetas y la clausura temporal del club.
Lo cierto es que el Carolina, con ciertos tumbos y dudas, se estaba convirtiendo, junto al Marquee, en el ¨²nico local donde se pod¨ªa escuchar m¨²sica con car¨¢cter habitual. En la discoteca no han sido frecuentes los altercados, y, aunque pueda sorprender, el ambiente era generalmente de lo m¨¢s tranquilo. Durante estos dos meses, los programadores de la sala se dedicar¨¢n a solucionar algunos aspectos burocr¨¢ticos y a adecentar un poco el local. De hecho, la clausura ten¨ªa que haber sucedido el pasado s¨¢bado, pero arduas negociaciones aplazaron la medida hasta ayer.
Es de esperar que el cierre del Carolina no pase de ser una an¨¦cdota, m¨¢s que nada porque en Madrid andamos demasiado escasos de locales donde la gente pueda ver y escuchar a los nuevos grupos de la capital. No parece ciertamente misi¨®n de la polic¨ªa entrar en considerandos est¨¦ticos, pero los hechos son los hechos y es una l¨¢stima que una medida administrativa tan dura pueda tocar de ala al macilento panorama del rock madrile?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.