La Federacion no hab¨ªa previsto el regreso de emigrantes
La Federaci¨®n no previ¨®, a la hora de reglamentar sobre la incorporaci¨®n de jugadores procedentes del exterior, que alguna vez pudiera ser fichado un emigrante, y ante el caso Lozano, Pablo Porta admite que ser¨¢ necesario estudiar una posible modificaci¨®n de la norma. Lozano, nacido en Coria del R¨ªo y emigrado a B¨¦lgica cuando era ni?o, ocupar¨¢ plaza de ?procedente del exterior? en el Barcelona.Cuando se modific¨® por ¨²ltima vez la normativa sobre importaci¨®n de futbolistas procedentes del exterior se estableci¨® que s¨®lo tendr¨ªan todas las bendiciones como jugadores espa?oles los que reunieran estas tres condiciones: tener nacionalidad espa?ola, haber residido en Espa?a un m¨ªnimo de diez a?os (ininterrumpida o alternadamente) y ser ¨²til para la selecci¨®n espa?ola. Se admit¨ªa que los clubes de Primera, Segunda o Segunda B incorporaran hasta dos jugadores no utilizables para la selecci¨®n espa?ola (extranjeros o nacionalizados que hubieran jugado previamente en la selecci¨®n de otro pa¨ªs, lo que les inhabilita para jugar en la espa?ola), y se abr¨ªa un cupo m¨¢s para jugadores ?procedentes del exterior que, aun contando con la nacionalidad espa?ola y siendo aptos para la selecci¨®n, no hubieran residido un m¨ªnimo de diez a?os en Espa?a. Los que jugaran tres partidos en la selecci¨®n dejar¨ªan de ocupar plaza. Se trataba con esto de limitar la incorporaci¨®n masiva de jugadores suramericanos, que tienen facilidades de nacionalizaci¨®n a los dos a?os de residencia en Espa?a, o a los que simplemente les basta con buscar una mujer con la que casarse, como intent¨® Tarantini.
Juan Lozano naci¨® espa?ol, hijo de espa?oles, en Coria del R¨ªo. Su familia se vio obligada a emigrar a B¨¦lgica antes de que ¨¦l tuviera diez a?os, y ¨¦l se form¨® como futbolista en el Royal Beerschot, de donde fue traspasado al Washington Diplomats. Ahora est¨¢ a punto de fichar por el Barcelona, que si lo puede incorporar es porque, aparte de sus extranjeros, Simonsen y Schuster, s¨®lo tiene un hombre ocupando plaza de ?procedente del exterior?, Zuvir¨ªa, nacido en Argentina, nacionalizado espa?ol tras dos a?os de jugar en el Santander y ¨²til para la selecci¨®n, porque nunca jug¨® en la de Argentina.
Pablo Porta, presidente de la Federaci¨®n, admite que es un contrasentido poner la menor cortapisa al regreso de un emigrante: ?A nadie se le oculta que nosotros, en la ¨²ltima normativa, tratamos de cerrar en lo m¨¢s posible la incorporaci¨®n masiva de jugadores suramericanos, que, busc¨¢ndose una esposa con m¨¢s o menos prisa, pod¨ªan jugar en Espa?a. Quisimos cerrar tanto el tornillo, que se nos fue la mano. Evidentemente, este chico es espa?ol y, por fortuna, no se plantea por el momento problema, ya que el Barcelona tiene una plaza por cubrir. Hoy por hoy hay que aplicar el reglamento vigente y, por tanto, en el Barcelona ocupar¨¢ plaza de procedente del exterior; pero el caso sirve para que en el futuro se estudie si esta norma, que, por otra parte, fue acordada entre la Federaci¨®n y el Consejo, debe ser modificada?.
Las normas deportivas producen estos contrasentidos. Lozano, si definitivamente se incorpora al Barcelona (su fichaje est¨¢ a expensas del dictamen definitivo de Helenio Herrera), deber¨¢ arreglar r¨¢pidamente los papeles para hacer el servicio militar. El y su familia se sentir¨¢n probablemente dichosos por haber podido regresar a Espa?a tras tantos a?os de trabajar fuera, pero tendr¨¢ que agradecer su retorno a la casualidad.
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