Los funerales de Sa Carneiro, convertidos en una demostraci¨®n pol¨ªtica contra Eanes
A escasas horas de la apertura dejas urnas para unas elecciones consideradas como de especial importancia en Portugal, decenas de miles de lisboetas convirtieron ayer por la tarde las honras f¨²nebres del fallecido primer ministro, Francisco Sa Carneiro, en el m¨¢s importante acto de apoyo electoral al candidato de la gobernante Alianza Democr¨¢tica (AD), general Soares Carneiro, en un momento en que el factor emocional puede jugar un papel no desde?able en el resultado de los comicios.
Durante m¨¢s de cuatro horas, millares de seguidores de AD, con pancartas y emblemas de la coalici¨®n, acompa?aron los restos de Sa Carneiro por las principales calles de la ciudad desde el monasterio de los Jer¨®nimos, donde se hab¨ªan celebrado a primera hora de la tarde los funerales oficiales, hasta el cementerio del Alto de Sao Joao, donde el que hab¨ªa sido hasta su muerte l¨ªder indiscutible de AD fue enterrado a la ca¨ªda de la noche. Un canal de televisi¨®n y una emisora vinculada a la jerarqu¨ªa cat¨®lica transmitieron en directo a todo Portugal el extenso recorrido. Despu¨¦s de estas demostraciones, el pesimismo reinaba ayer en el cuartel general de Eanes sobre el resultado de la votaci¨®n, que, a pesar de todo, sigue siendo imprevisible.Para evitar cualquier implicaci¨®n pol¨ªtica de los funerales, durante la llamada ?jornada de reflexi¨®n?, las autoridades portuguesas hab¨ªa decidido entregar el cad¨¢ver a la familia, para su enterramiento, despu¨¦s de una misa solemne oficiada en el monasterio por el patriarca de Lisboa, cardenal Antonio Ribeiro. Dirigentes de la coalici¨®n gubernamental decidieron, sin embargo, a ¨²ltima hora, que el traslado de los restos mortales de Sa Carneiro desde all¨ª hasta el cementerio se realizase, a paso deliberadamente lento, por algunas de las principales calles de la ciudad. Manos alzadas con el signo de la victoria, pa?uelos blancos, banderas de AD y de Portugal, y gritos de ?Sa Carneiro, el pueblo est¨¢ contigo? saludaron el paso del cortejo a lo largo de los m¨¢s de cinco kil¨®metros de recorrido.
Dirigentes de la oposici¨®n, entre ellos el socialista Mario Soares y el comunista Alvaro Cunhal, hab¨ªan respondido, ausent¨¢ndose de los actos oficiales, a una posible utilizaci¨®n electoral de los mismos. En este sentido hab¨ªa sido interpretada la presencia en los funerales de tres primeros ministros europeos, de ideolog¨ªa pr¨®xima al dirigente pol¨ªtico desaparecido.
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El presidente de la Rep¨²blica fue abucheado a la salida del funeral
Viene de primera p¨¢ginaUna hora antes del comienzo de la misa corpore insepulto hab¨ªa llegado a Lisboa, procedente de Ceuta, y a bordo de un Mystere de la Fuerza A¨¦rea espa?ola, el presidente del Gobierno espa?ol, Adolfo Su¨¢rez, acompa?ado del jefe de su gabinete, Alberto Aza, y de la secretaria de Estado para la Informaci¨®n, Rosa Posada. En el aeropuerto, adonde hab¨ªan llegado minutos antes, desde Madrid, en un avi¨®n similar, les esperaban los ministros de Justicia y Defensa, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, respectivamente, y el subsecretario de Exteriores, Joaqu¨ªn Ortega.
Junto a la numerosa delegaci¨®n espa?ola ocuparon sitios relevantes en el monasterio el primer ministro franc¨¦s, Raymond Barre; el jefe del Gobierno belga, Wilfred Maertens; el ministro alem¨¢n de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher; el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea Lorenzo Natali, y representantes de menos nivel de Estados Unidos y de Gran Breta?a.
A la una de la tarde, y una vez concluida la ceremonia, los dignatarios extranjeros fueron recibidos en el vecino palacio de Belem, en una breve ceremonia protocolaria, por el presidente de la Rep¨²blica, general Ramalho Eanes. Inmediatamente despu¨¦s, el presidente Su¨¢rez emprend¨ªa viaje hacia Melilla para continuar su gira por las dos ciudades espa?olas del norte de Africa
Silbidos a Eanes
La entrada y salida del presidente Eanes, candidato hoy a la reelecci¨®n frente al hombre postulado por los seguidores del fallecido primer ministro, fue saludada con discretos silbidos y abucheos por parte de algunas centenas de las miles de personas que se agolparon para seguir las ceremonias desde las afueras del monasterio de los Jer¨®nimos.
Terminada la misa, a la que tambi¨¦n asistieron miembros del Gobierno portugu¨¦s, representantes de las fuerzas armadas y las familias de los fallecidos, los restos mortales de Sa Carneiro y del ministro de Defensa, Adelino Amaro da Costa, recibieron honores militares mientras se disparaban salvas de artiller¨ªa desde las orillas del Tajo. A continuaci¨®n se iniciaba el cortejo ya descrito, al tiempo que los f¨¦retros con los cad¨¢veres de Amaro da Costa y su esposa emprend¨ªan viaje hacia la ciudad alentejana de Odemira, donde fueron sepultados anoche. Entre tanto, los restos de la compa?era de Sa Carneiro, la danesa Snu Abecassis, continuaban a primeras horas de la noche en el dep¨®sito del cementerio de los Ingleses, de Lisboa, a la espera de que su madre, llegada por la ma?ana a la capital portuguesa, decidiese finalmente el lugar de su enterramiento.
En medios pol¨ªticos portugueses las opiniones se dividen sobre la influencia de la muerte de Francisco Sa Carneiro en las posibilidades electorales del candidato gubernamental a la Presidencia, aunque la impresi¨®n mayoritaria es de que el general Soares Carneiro puede ver aumentados significativamente sus votos, al menos en la primera vuelta. ?Ser¨ªa un deber de gratitud elemental a una persona que lo dio todo por su pa¨ªs?, declaraba ayer un dirigente del PSD, quien admit¨ªa las ventajas que, en una ocasi¨®n como esta, se puede obtener de un electorado ya de por s¨ª muy propenso a las manifestaciones de tipo sentimental.
En contra de esta tesis, representantes de la oposici¨®n de izquierda argumentan que Soares Carneiro, sin el apoyo directo del fallecido primer ministro, es un fantasma pol¨ªtico. La antipat¨ªa personal del candidato gubernamental y su acusada falta de popularidad hab¨ªan hecho tan dudosa su elecci¨®n, que el estado mayor de AD, con sus principales figuras al frente, se hab¨ªan volcado a fondo, en los ¨²ltimos d¨ªas, en la campa?a electoral. Y as¨ª, aunque admiten que en la primera vuelta la ausencia de Sa Carneiro favorecer¨¢ al candidato de AD, creen que, en caso que fuera necesaria una segunda, con quince d¨ªas m¨¢s de campa?a, y teniendo al actual presidente como ¨²nico contrincante, la desaparici¨®n de la escena electoral del primer ministro podr¨ªa ser un importante lastre para Soares Carneiro.
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