Tensi¨®n en la Escuela de Estado Mayor por el arresto del coronel Recio
El arresto del coronel Recio Filgueira, jefe de curso de la Escuela de Estado Mayor del Ej¨¦rcito (v¨¦ase EL PAIS de 6-12-1980), ha provocado una fuerte reacci¨®n del sector m¨¢s conservador del profesorado militar all¨ª destinado contra el director del centro, general Cano Hevia, de quien parti¨® la orden de sanci¨®n. Esta reacci¨®n qued¨® patente el pasado d¨ªa 5, al boicotear un alto n¨²mero de jefes y oficiales de Estado Mayor un acto de hermandad celebrado en la Escuela y presidido por el general Cano.
La decisi¨®n del general Cano Hevia de arrestar durante ocho d¨ªas al coronel Recio por la dura actitud que ha venido manteniendo en el caso del comandante Monge, profesor de dicho centro, arrestado en dos ocasiones y actualmente separado de la docencia militar, provoc¨® una fuerte tensi¨®n entre gran parte de los oficiales all¨ª destinados, la mayor¨ªa identificados con los sectores m¨¢s conservadores del Ej¨¦rcito.Estos militares, que simpatizan con Recio, mostraron su disconformidad con la sanci¨®n impuesta por el mando no asistiendo a la tradicional copa de vino espa?ol que anualmente se ofrece en las dependencias de la Escuela con motivo de la festividad de la Inmaculada Concepci¨®n, patrona del Estado Mayor del Ej¨¦rcito. El acto re¨²ne habitualmente cerca de, trescientos jefes y oficiales, y en esta ocasi¨®n s¨®lo asistieron poco m¨¢s del centenar.
Seg¨²n inform¨® a este peri¨®dico uno de los militares presentes en el acto, se detectaron ausencias muy significativas, concretamente la de numerosos jefes y oficiales de edades comprendidas entre los cuarenta y los 55 a?os, muchos de ellos comandantes y tenientes coroneles. Faltaban en bloque mandos adscritos a la Divisi¨®n Acorazada y al Estado Mayor del Ej¨¦rcito.
Entre las personas que se dieron cita se encontraban, sin embargo, el general Cano Hevia, a quien acompa?aban algunos de sus m¨¢s directos colaboradores, y un gran n¨²mero de oficiales j¨®venes. Tambi¨¦n estaban presentes algunos generales de la reserva, personas que habitualmente suelen asistir a estos actos, pero que no mantienen apenas relaci¨®n con el centro, por encontrarse, dada su condici¨®n, alejados de la vida diaria castrense.
Esta copa de vino espa?ol se ofrece todos los a?os en fechas pr¨®ximas al 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepci¨®n, que, adem¨¢s de ser patrona del Arma de Infanter¨ªa, lo es tambi¨¦n del Estado Mayor del Ej¨¦rcito. El agasajo, aunque tiene la consideraci¨®n de oficial, se convierte en un acto de hermandad que re¨²ne todos los a?os a los militares de Estado Mayor.
Los propios asistentes son los que sufragan los gastos del aperitivo (esta vez pagaron 325 pesetas cada uno), y el acto no va acompa?ado de discursos. La convocatoria, dirigida a todos los oficiales de Estado Mayor, se hace mediante invitaci¨®n, aunque ¨¦stas se cursan con car¨¢cter protocolario, ya que la mayor¨ªa de estos oficiales acude siempre a la Escuela de forma voluntaria. Este es el acto no religioso que celebra el Estado Mayor del Ej¨¦rcito en Madrid con motivo de la festividad de su patrona.
En el fondo de esta situaci¨®n se encuentra el caso del comandante Monge, profesor del centro, que ha sufrido dos arrestos y que no goza de las simpat¨ªas del coronel Recio, su m¨¢s inmediato superior.
El comandante Monge cumpli¨®, por orden del coronel Recio, un primer arresto de catorce d¨ªas por publicar una carta en Abc contraria a la postura de varios militares an¨®nimos que se opon¨ªan a que el Parlamento discutiera la reincorporaci¨®n al Ej¨¦rcito de los ex oficiales de la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD). El segundo arresto, que le supuso permanecer dos meses en un castillo, tuvo como motivo una nota informativa redactada por el propio Monge al director del centro, general Cano, solicit¨¢ndole por v¨ªa habitual aclaraci¨®n sobre ciertas medidas al margen del arresto adoptadas por el coronel Recio.
Este mismo coronel decidi¨®, al cumplir Monge su segundo arresto, solicitar la baja de ¨¦ste en la escuela, hecho que, por haber pasado el caso ya directamente al mando del centro, concretamente al general Cano Hevia, origin¨® el arresto de Recio. La primera informaci¨®n alusiva a esta sanci¨®n fue publicada por el diario El AIc¨¢zar.
El general Juan Cano Hevia, habitual colaborador en Prensa, con seud¨®nimos como Juan de Espa?a o Canevia, est¨¢ considerado como un hombre de talante liberal y abierto. Fue agregado militar de la Embajada de Espa?a en Londres.
Seg¨²n fuentes militares solventes consultadas por este peri¨®dico, el talante de hombre abierto por el que se conoce al general Cano no concuerda apenas con la l¨ªnea conservadora que siguen algunos de los profesores del centro, principalmente varios tenientes coroneles.
?Precisamente hace unos a?os?, se?alaron las mismas fuentes, ?ya se produjo otro incidente entre militares de l¨ªnea conservadora dentro de este centro. Fue a ra¨ªz de la amnist¨ªa que concedi¨® el Parlamento en octubre de 1977. Un teniente coronel y un capit¨¢n-alumno protagonizaron unos actos de indisciplina que dieron origen a ciertas sanciones?.
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