La masoner¨ªa espa?ola
El pasado d¨ªa 7 aparec¨ªa en la secci¨®n de Cartas al Director de este diario una en la que determinada persona, cuyo nombre no deseamos mencionar para no satisfacer sus evidentes apetitos publicitarios, vert¨ªa conceptos gravemente injuriosos sobre los abajo firmantes y sobre el Grande Oriente Espa?ol, neg¨¢ndonos a todos autenticidad y representatividad.En el terreno personal estimar¨ªamos irrelevantes las calumnias -por otra parte reiteradas-, por venir de quien no merece ocupar nuestro tiempo en rebatir los infundios que una y otra vez, de manera obsesiva, le dicta su frustraci¨®n.
Sin embargo, otra cosa es lo referente al Grande Oriente Espa?ol, y aunque todo lo que vamos a decir es ya p¨²blico, notorio y de f¨¢cil comprobaci¨®n, para que no se desinforme al lector de buena fe ajeno al tema deseamos precisar:
1. Consideramos antimas¨®nica la conducta del individuo autor de la carta que replicamos, al sacar a la publicidad reales o supuestas disensiones que, de existir, constituir¨ªan problemas internos de la masoner¨ªa. Tal proceder, que atenta a la ¨¦tica mas¨®nica, descalifica ya ab initio a quien lo utiliza, y contrasta con la ausencia absoluta de ataques a instituciones o personas que viene caracterizando al Grande Oriente Espa?ol en cuyo nombre actuamos los firmantes.
2. No hay m¨¢s que una asociaci¨®n legalmente constituida en Espa?a bajo el nombre de Grande Oriente Espa?ol, y es precisamente la que nosotros representamos, primera en legalizarse en nuestra Patria, e inscrita como tal en el Registro Nacional de Asociaciones al amparo de la ley de 1964. Lo de
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"Masoner¨ªa Espa?ola Simb¨®lica Regular", a que tan pintorescamente alude nuestro contradictor es obviamente un complemento o explicaci¨®n del nombre de la asociaci¨®n. Por ello figura entre par¨¦ntesis, y justamente est¨¢ para que el Grande Oriente Espa?ol nunca pueda ser confundido con grupos paramas¨®nicos como el que al parecer preside el autor de la carta contestada.
3. La serie de referencias sobre supuestas vinculaciones del grupo paramas¨®nico presidido por nuestro contradictor con obediencias extranjeras nos parece, adem¨¢s de fantasiosa, inoportuna, y demuestra un infantil deseo de autojustificaci¨®n a nuestro juicio muy indicativo. No descenderemos a facilitar nosotros una lista similar, porque no necesitamos justificamos; bien conocidas son nuestras relaciones oficiales y tratados de amistad con las m¨¢s serias y relevantes instituciones mas¨®nicas de todo el mundo, y muy especialmente con las de pa¨ªses latinos e iberoamericanos. En cuanto a la delegaci¨®n alemana a que alude dicho se?or, precisamente se reuni¨® con nosotros y otros miembros de la comisi¨®n permanente del Grande Oriente Espa?ol el pasado d¨ªa 4 en un ambiente l¨®gico de fraternal amistad.
4. Es falso que el sacerdote e historiador jesuita P. Ferrer Benimeli -con cuya amistad nos honramos- haya hecho las manifestaciones que tan irresponsablemente se le atribuyen por nuestro fr¨ªvolo contradictor, en un visible intento de implicar a un intelectual respetable y serio en su habitual ambiente de zancadilleo y chisme. Si hay duda alguna, p¨ªdase al citado historiador a qu¨¦ ?farsantes? se refer¨ªa...
En cuanto a las impertinencias con que trata de ofender a Angel Mar¨ªa de Lera, uno de nuestros escritores m¨¢s ilustres, ¨¦l las contestar¨¢ si le place, aunque bien podr¨ªa ignorarlas, por partir de persona que no tiene el poder de ofenderle ni de ofendemos./ Gran comendador del Supremo Consejo del Grado 33 para Espa?a. Jaime Fern¨¢ndez Gil de Terradillos. Gran maestre. Antonio de Villar Masso. Gran maestre adjunto.
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