Debate sobre el juguete y su tratamiento publicitario en RTVE
El pasado viernes se celebr¨® en el Centro de Salud Mental Universidad un debate sobre el tema Reyes Magos: el juguete ataca de nuevo. Intervinieron como ponentes Mar¨ªa del Valle, psiquiatra infantil; Manina Peir¨®, psic¨®loga y pedagoga; Manuel Saco, director de la revista Ciudadano; Montserralt Bofill y Pilar Mateu, de las jugueter¨ªas Puck y Garbanzito; Gloria Fuertes, poeta y escritora de cuentos infantiles, y Francisco Umbral. Moder¨® el debate Amparo Ferrer, psic¨®loga del centro, y present¨® Antonio Colodr¨®n, director del mismo y presidente de la Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa Biol¨®gica.
Mar¨ªa del Valle comenz¨®, exponiendo c¨®mo Juego y ni?o son dos conceptos desvalorizados en nuestra sociedad juego equivale a diversi¨®n, a no producci¨®n; ni?o, equivale a adulto inacabado. Sin embargo, el juego es equivalente a la experiencia cultural del adulto, es decir, a la creaci¨®n. El ni?o, desde la cuna, pone en juego su imaginaci¨®n y, progresivamente su actividad a trav¨¦s de gestos, en la espera de la satisfacci¨®n de sus necesidades. Destac¨® c¨®mo por medio del juego el ni?o recrea situaciones de placer o traum¨¢ticas a las que de otra forma no podr¨ªa acercarse. De ah¨ª la importancia de que el juego infantil sea bien acogido por los adultos para que cumpla sus funciones; de otra forma ser¨¢ utilizado en contra de ellos.En su intervenci¨®n, Manina Peir¨® abord¨® el tema del juego en relaci¨®n con los padres, afirmando que el juguete tiene mucho que ver con el deseo inconsciente del que lo escoge; quiz¨¢ el ni?o pide que jueguen con ¨¦l y los padres le dan juguetes, que se convierten as¨ª en intermediarios distanciadores entre ellos. De esta forma, pueden representar tambi¨¦n compensaci¨®n a frustraciones de los padres o expresi¨®n de un nivel de consumo. Habr¨ªa que preguntarse entonces a qu¨¦ juegan los padres con ese juguete y a qu¨¦ quieren los ni?os jugar realmente.
Por su parte, Manuel Saco hizo un an¨¢lisis fuertemente cr¨ªtico de la publicidad de los juguetes destinada al ni?o, y no vio otra salida que su supresi¨®n pura y simple. Los controles legales son rid¨ªculos en los contenidos, y en cuanto a la cantidad, aquella supone actualmente en RTVE un 26% de la publicidad total. Nos encontramos, dijo, con que ninguno de los seis juguetes m¨¢s vendidos cumple las normas m¨ªnimas de seguridad (incombustibilidad, materiales no da?inos, etc¨¦tera). En su opini¨®n, ello se debe simplemente a que se venden porque son m¨¢s publicitados.
T¨¦cnicos y creativos
En una breve intervenci¨®n llena de espontaneidad, que el p¨²blico supo apreciar justamente, Gloria Fuertes compadeci¨® a los pobres ni?os, a los que los padres parece que buscan entontecer con algunos juguetes. Se declar¨® pacifista y esperanzada de que desaparecieran los juguetes agresivos y denunci¨® dos tipos de juguetes negativos: los b¨¦licos y los morbosos y enfermizos, tales como las mu?ecas con pupas. Defendi¨® asimismo la validez del libro como juguete enriquecedor.Francisco Umbral centr¨® su intervenci¨®n en el significado del juego infantil y en la cr¨ªtica a la publicidad televisiva. Respecto al primer punto, valor¨® eI juego como aquel territorio donde el ni?o puede, a diferencia del estudio, dar rienda suelta a su imaginacion y su inteligencia. Por ese el hecho de que los juguetes le permitan intervenir o no resulta b¨¢sico. Si el ni?o no juega, de adulto tampoco podr¨¢ crear, porque, en definitiva, toda la cultura y el arte no son sino el juego llevado a su m¨¢xima expresi¨®n. En cuanto al tema televisivo, Umbral defini¨® su mensaje como una gran mentira, como esencialmente falseador de la realidad. La televisi¨®n da al ni?o una seudoactividad; el ni?o, que es ¨¦pico, queda en realidad reducido a la inmovilidad ante ella.
El coloquio se centr¨® en la validez educativa de los juguetes sofisticados y tecnol¨®gicos que suele ofrecer la publicidad frente a la defensa que se hac¨ªa, desde otra perspectiva, de otros juegos m¨¢s sencillos y tradicionales, algunos de los cuales se transmiten por tradici¨®n oral entre los ni?os de una generaci¨®n a otra. Antonio Colodr¨®n opin¨® que viv¨ªamos en una sociedad de viejos, lo cual es lamentable. Cada ¨¦poca tiene sus juguetes y los de la nuestra es l¨®gico que proyecten a los ni?os hacia el futuro, cosa, por otra parte, necesaria si queremos que luego puedan desarrollarse dentro de un mundo cambiante. Umbral discrep¨® de su postura, pregunt¨¢ndose si se trataba de educar al ni?o para un mundo tecnologizado o para que fuera feliz y creativo. Manina Peir¨® cerr¨® el debate con una propuesta inesperada que tuvo aires de happening: sugiri¨® a los asistentes ponerse a jugar a continuaci¨®n, contrastando la teor¨ªa con la pr¨¢ctica. Hubo sugerencias entusiastas a favor de las tinieblas y los m¨¦dicos.
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