Los madrile?os gastar¨¢n menos en todo estas Navidades marcadas por la crisis y el paro
La primera gran conclusi¨®n es que los madrile?os van a gastar menos en todo y que, evidentemente, el peso de la crisis lo van, a soportar en su gran mayor¨ªa la clase baja y la clase media baja, que llegan a colas bastante bajas en diversiones (3,88% y 4,44%), en bebidas (4,24% y 4,54%) y en dulces de Navidad (4,35% y 4,55%). S¨®lo la clase media-alta y la clase alta (que en los resultados de la encuesta han sido refundidos para darle una mayor fiabilidad, dadas las escasas amas, entrevistadas cuyo estado es de clase media-alta) supera la media de cinco puntos en comidas (5,07%), juguetes (5,08%) y dulces de Navidad (5,02%), aunque. s¨®lo ligeramente. En regalos a mayores (4,93%), bebidas (4,91 %) y diversiones (4,96%) est¨¢n ligeramente por debajo de la media. Hasta este nivel socioecon¨®mico ha llegado tambi¨¦n, aunque s¨®lo de forma tangencial, la crisis.No es del todo sorprendente que en el extrarradio las expectativas de gastos sean mejores que en el centro de la ciudad, si se tiene en cuenta el proceso de terciarizaci¨®n de la misma y un ¨¦xodo real de familias que viv¨ªan en el centro a la periferia.
Por edades, llama la atenci¨®n que los j¨®venes hasta veintis¨¦is a?os est¨¦n dispuestos a gastarse m¨¢s dinero en juguetes (5,31 %) y en comida (5,03%) y casi lo mismo en bebidas (4,94%). Aunque la t¨®nica general es que el mayor gasto, cada uno en su nivel adquisitivo, se har¨¢ en comida. La buena mesa queda as¨ª como el lujo que mejor defiende el ama de casa madrile?a. Las expectativas de gastos en general fluct¨²an en una banda razonable entre el 4,42 % en diversiones y el 4,81 %, en comida, por lo que se puede hablar, en este cap¨ªtulo, de un pesimismo moderado. Peores son las expectativas en cuanto al estado de ¨¢nimo de los madrile?o en unas fiestas tradicionalmente alegres.
La primera conclusi¨®n que se puede sacar es que para el 2 1,5 % de los madrile?os encuestados estas fiestas de Navidad van a ser menos alegres. La cifra es altamente significativa , sobre todo si se tiene en cuenta que para el 56,5 % las fiestas van a ser iguales. S¨®lo para el 21,2% van a ser m¨¢s alegres, y ello debido fundamentalmente a un sentido de buenos prop¨®sitos que se resumen mayoritariamente en esa respuesta neutra de ?hay que mejorar? (34,2%). S¨®lo un 11,3% de los que han respondido creer que estas fiestas ser¨¢n m¨¢s alegres lo han hecho en base a estar m¨¢s animados. El resto ha confesado motivos m¨¢s o menos convencionales (hijos, reuni¨®n familiar, mejor situaci¨®n y otros).
Crisis econ¨®mica y falta de dinero
En el cap¨ªtulo de menos alegres surgen con fuerza los dos fantasmas que est¨¢n acompa?ando cada vez a m¨¢s madrile?os en los ¨²ltimos tiempos: menos dinero (trabajo), o sea paro (14,3%) y crisis econ¨®mica (22,6%). En total, 36, 9%. Por lo menos uno de cada tres madrile?os ver¨¢n as¨ª estas fiestas navide?as. El segundo concepto importante (ausencias, 34,2%) entra en el cap¨ªtulo de lo normal. Es muy significativo en cambio el cap¨ªtulo d¨¦ problemas familiares (una" de cada diez familias), como tambi¨¦n lo es el de la falta de salud (un 10,6 de media) con el detalle anejo de que entre la poblaci¨®n comprendida entre los veintis¨¦is y los 35 a?os la cifra se dispara a un 21 %. Uno de cada cinco encuestados de esa edad (joven a¨²n) confiesan, por tanto, tener problemas con la salud, y se cree debe de entenderse m¨¢s como el estr¨¦s o la tensi¨®n diaria de la vida en la macrociudad que como enfermedades constatables.
Se pierde la ilusi¨®n por estas fiestas
Otra de las preguntas recogidas por el departamento de estudios de Bernard Krief Consultants (no recogidas por falta de espacio), la de si la experiencia de las fiestas navide?as de 1979 fue, seg¨²n lo esperado, mejor, peor digual. Las respuestas a este cap¨ªtulo fueron, respectivamente del 16,8%, 65,0% y 14,1 %. Los madrile?os van perdiendo poco a poco la ilusi¨®n en estas fiestas. Un detalle marginal, comunicado por Bernard Krief Consultants fue el que las familias de m¨¢s de siete miembros est¨¢n en general m¨¢s animadas de cara a estas fiestas.
La crisis preocupa m¨¢s a los j¨®venes y a las clases altas
Curiosamente, son las clases altas las m¨¢s preocupadas por la crisis. As¨ª, parece sorprendente que en la clase media-alta y alta la crisis preocupa a un 35%, mientras que, de forma descendente, (como se puede ver en los cuadros adjuntos) alcanza s¨®lo a un 20,3 % en la clase baja. Tambi¨¦n es en los j¨®venes donde el porcentaje alcanza un ¨ªndice aterrador: el 55%. Para m¨¢s de la mitad de los j¨®venes entre dieciocho y veinticinco a?os que contestaci¨®n, estas fiestas navide?as ser¨¢n menos alegres; las razones econ¨®micas fueron el motivo.
El paro preocupa aun 15,6% en la clase baja y. a un 16,1% en la clase media-baja, mientras que en la clase media-baja y media alta-alta se diluye en el apartado de otros. Los problemas familiares son m¨¢s notables tambi¨¦n en las clases m¨¢s poderosas econ¨®micamente: 15,5% en la clase media-media y 10% en la clase media alta-alta. Los motivos- de salud -como ya se ha dicho- son m¨¢s sintom¨¢ticos entre los j¨®venes de veintis¨¦is y 35 a?os (un 21 %) y entre la clase med¨ªa baja (un 17,6%). Tambi¨¦n las ausencias son m¨¢s numerosas en las clases altas que en las bajas y, evidentemente, entre los mayores de cincuenta a?os. Entre estos ¨²ltimos, un 49,9% -uno de cada dos entrevistados- confiesa que ese es el motivo de que estas fiestas sean menos alegres. La clase media alta-alta responde as¨ª en un 40% y la media-media en un 42,1 %, bien entendido que no s¨®lo se trata de familiares o amigos muertos, sino de gentes que ?no vuelven a casa por Navidad?, lo que suele darse m¨¢s en hijos de matrimonios de mayor poder adquisitivo.
En cuanto a las expectativas optimistas, hay que referirse de nuevo a ese concepto optimista (que contrapesa por completo la encuesta) del ?hay que mejorar?. En todos los apartados por edades y por clases es, con alguna diferencia, el resultado m¨¢s alto. Destacan los menores de vinticinco a?os (45%), los situados en la clase media-media (38,5%) y los comprendidos entre los veintis¨¦is y los 35 a?os (un 35 %) y las clases baja y media-baja (ambas con un 33,3 %).
Este apartado es, posiblemente, el m¨¢s optimista del sondeo realizado por el departamento de estudios de Bernard Krief Consultants.
La reuni¨®n familiar es un factor m¨¢s importante para los j¨®venes que para los mayores, como tambi¨¦n se desprende de la contemplaci¨®n de los porcentajes: 22,5% para j¨®venes entre dieciocho veinticinco a?os; 16,6% para los comprendidos entre los veintis¨¦is a?os y los 35; 14,6% entre los 36 y los cincuenta, y 13,1 % entre los de m¨¢s de cincuenta a?os. Es de destacar tambi¨¦n el porcentaje del 15,7% entre los mayores de cincuenta a?os que contestaron que estas Navidades ser¨¢n m¨¢s alegres; porque disponen de una mejor situaci¨®n. Hay tambi¨¦n un esperanzador 15,5% de encuestados entre: los veintis¨¦is y los 35 a?os de edad que contestaron que estaban m¨¢s animados frente a estas fiestas.
Los hijos, un factor que se mantiene constante
Los hijos son, en cambio, un factor que se mantiene pr¨¢cticamente constante entre los que contestaron que, las Navidades van a ser m¨¢s alegres tanto por edades como por clases sociales. Destaca, en todo caso, sobre el resto de las respuestas, ese 16,5 % de las obtenidas entre la clase baja y le siguen a continuaci¨®n el 114,3% y el 14,2% de encuestados de la clase media-alta y alta y de la clase media-media, respectivamente, que respondieron en sentido.
Una nota importante a destacar, para la mejor comprensi¨®n de los porcentajes que se reflejan en los distintos cuadros de esta p¨¢gina, es que cada uno de ellos se refiere exclusivamente a los que contestaron, en cada caso, que ser¨ªan m¨¢s alegres o menos alegres, por cada motivo concreto, y no debe de considerarse cada porcentaje corno la totalidad de segmentos por edades o por clases sociales.
Seg¨²n los t¨¦cnicos que realizaron la encuesta, existe un sentimiento de autodefensa a la hora de confesar p¨²blicamente la cuant¨ªa de! gasto a efectuar, por lo que, para una mayor fiabilidad de los resultados, debe a?adirse a cada cantidad un porcentaje de un 5% aproximadamente.
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