Carter ofrece a Ir¨¢n 6.000 millones de d¨®lares para la liberaci¨®n de los rehenes
A pesar de las duras declaraciones verbales intercambiadas entre iran¨ªes y norteamericanos, contin¨²an las negociaciones, con Argelia como mediador, para lograr un acuerdo que permita la liberaci¨®n de los 52 rehenes norteamericanos detenidos en Ir¨¢n desde el 4 de noviembre de 1979.El Departamento de Estado anunci¨® el domingo, en Washington, las contrapropuestas norteamericanas a la petici¨®n iran¨ª de depositar 24.000 millones de d¨®lares en el Banco Central de Argelia. Es la primera vez que EE UU desvela un programa cifrado para obtener una soluci¨®n al problema. Los esfuerzos de la Administraci¨®n Carter -el propio presidente recibi¨® en Camp David a los negociadores argelinos- contrastan con las declaraciones radicales del presidente electo, Ronald Reagan, que calific¨® a los iran¨ªes de ?b¨¢rbaros? y de ?inaceptable? el pagar un rescate en contrapartida a un acto de ?criminales?.
Washington propone a Ir¨¢n el env¨ªo inmediato de 2.500 millones de d¨®lares iran¨ªes, actualmente congelados en el Banco de la Reserva Federal, de Nueva York. Una orden presidencial levantar¨ªa tambi¨¦n las restricciones que bloquean otros 3.000 millones de d¨®lares iran¨ªes depositados en instituciones bancarias norteamericanas. En total, Teher¨¢n recuperar¨ªa casi 6.000 millones de d¨®lares (contra los 24.000 reclamados).
Tras la liberaci¨®n inmediata de todos los rehenes, otra decisi¨®n presidencial norteamericana anular¨ªa las demandas en curso de unas trescientas sociedades que piden compensaciones financieras a Ir¨¢n por las p¨¦rdidas ocasionadas por la revoluci¨®n isl¨¢mica.
Las sanciones impuestas actualmente por EE UU al comercio con Ir¨¢n tambi¨¦n ser¨ªan anuladas. Estados Unidos retirar¨ªa las demandas contra Ir¨¢n, presentadas ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, al tiempo que se crear¨ªa una comisi¨®n internacional de arbitraje para resolver los dem¨¢s problemas de orden financiero surgidos a ra¨ªz de la decisi¨®n de Carter de congelar, a mediados de noviembre de 1979, los fondos iran¨ªes depositados en bancos norteamericanos.
En lo pol¨ªtico, Washington realizar¨ªa una declaraci¨®n formal de ?no interferencia? en los asuntos internos de Ir¨¢n, directa o indirecta, por v¨ªa pol¨ªtica o militar.
Sobre el cap¨ªtulo de la recuperaci¨®n de parte de la fortuna del sha, en la que Teher¨¢n basa su solicitud de 14.000 millones de d¨®lares, incluidos dentro de los 24.000 millones, Estados Unidos ordenar¨ªa la prohibici¨®n de transferencia fuera del territorio norteamericano de toda propiedad de los herederos del difunto sha, Mohamed Reza Pahlevi, hasta que los tribunales decidieran si procede o no la vuelta de dicha fortuna al pueblo iran¨ª.
Aunque lejos de la propuesta de Teher¨¢n, por lo menos en cuanto a volumen financiero en d¨®lares y oro, la contrapropuesta de Washington tiene el inter¨¦s de demostrar a la opini¨®n p¨²blica que existe ?flexibilidad? en la negociaci¨®n.
Dos estrategias
La estrategia actual de Estados Unidos va en dos direcciones. Por una parte, el presidente saliente, el dem¨®crata Jimmy Carter, lanza una contraoferta cifrada, indicando el deseo de no romper el di¨¢logo. Por otro lado, el presidente electo, el republicano Ronald Reagan -que tomar¨¢ posesi¨®n el pr¨®ximo 20 de enero-, esgrime otra vez el bast¨®n a los iran¨ªes, sin excluir ?ninguna opci¨®n?, incluida la de una intervenci¨®n militar, como declar¨® Edwin Meese, uno de los principales consejeros de Reagan en materia de pol¨ªtica exterior.A nivel de opini¨®n p¨²blica, las filmaciones de la televisi¨®n iran¨ª, ampliamente difundidas por todas las cadenas norteamericanas, mostrando las jornadas navide?as de los rehenes en su cautiverio, reciben el calificativo de ?humillantes? para muchos norteamericanos.
La mayor¨ªa de los familiares de los rehenes califican el acto de un ?montaje de propaganda?, sin ocultar su decepci¨®n e inquietud por la salud de 52 personas que desde hace casi catorce meses, permanecen detenidas en Ir¨¢n. En la peque?a localidad de Hermitage (Estado de Pensilvania) ondean bajo la nieve 421 banderas norteamericanas, una por cada d¨ªa de detenci¨®n de los rehenes. ?Cu¨¢ntas faltan todav¨ªa hasta la liberaci¨®n de los rehenes? Nadie se atreve a dar un pron¨®stico.
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