Diez cuestiones pol¨¦micas sobre la actualidad del Museo del Prado
Declaraciones de los ejecutivos de la primera pinacoteca nacional
El Museo del Prado, el primer museo del pa¨ªs y uno de los m¨¢s importantes de todo el mundo, debe suscitar siempre nuestro inter¨¦s, que a veces adquiere tintes pol¨¦micos por determinadas circunstancias. Todo el mundo sabe, por ejemplo, que el Prado se halla desde hace un tiempo en un proceso de profunda transformaci¨®n, que afecta tanto a su estructura material como organizativa, y esta es la raz¨®n b¨¢sica por la que peri¨®dicamente salta a la actualidad a trav¨¦s de noticias de mayor o menor envergadura. Para obtener una informaci¨®n puntual de todo ello hemos conversado con Jos¨¦ Manuel Pita Andrade y Alfonso Emilio P¨¦rez S¨¢nchez, director y subdirector, respectivamente, de la c¨¦lebre pinacoteca, y lo hemos hecho en torno a las diez cuestiones que, a nuestro juicio, tienen una mayor incidencia pol¨¦mica.
Pregunta. Tras las escandalosas denuncias del a?o pasado sobre la desaparici¨®n de una parte importante de los fondos prestados en, dep¨®sito por el Prado y la investigaci¨®n abierta al respecto, ?en qu¨¦ estado se halla el inventario actualmente?Respuesta. Tenemos que precisar, como ya se advirti¨® en su momento, que no se pod¨ªa hablar de desaparici¨®n, sino de descontrol. Pues bien, en el inventario en curso de realizaci¨®n, que zanjar¨¢ definitivamente la cuest¨ª¨®n, nos encontramos en una fase avanzada, ya que se ha concluido la revisi¨®n completa de Madrid. Respecto al resto del pa¨ªs estamos todav¨ªa en una fase de encuesta y existen, por el momento, ciertas lagunas. Tambi¨¦n se ha obtenido un informe completo de todo lo que est¨¢ depositado en las embajadas espa?olas en el extranjero. Es dif¨ªcil, no obstante, precisar una fecha con creta para la terminaci¨®n de esta revisi¨®n exhaustiva, cuyos resulta dos vamos publicando en el bolet¨ªn, aunque pensamos que se concluir¨¢ aproximadamente en un par de a?os. En cualquier caso podemos ya adelantar que la cifra de cuadros que hay que dar por perdidos estar¨¢ en tomo a los doscientos, siendo la causa de su desaparici¨®n mayoritariamente incendios u otras cat¨¢strofes similares.
P. Las obras de transformaci¨®n y acondicionamiento del museo mantienen cerradas bastantes salas: ?en qu¨¦ estado se encuentran est¨¢s obras y cu¨¢ndo concluir¨¢n?
R. Las obras est¨¢n siendo realizadas de forma programada, lo que nos permite afirmar que, salvo imponderables, terminar¨¢n definitivamente en 1983. De todas formas hay que resaltar que se ha actuado por sectores para evitar que el museo no llegara a estar totalmente cerrado al p¨²blico en ning¨²n momento. De hecho, como sabe, ya se inaugur¨® una parte, que sirvi¨® para colgar la exposici¨®n del arte europeo en la corte espa?ola del siglo XVIII. Nos quedan todav¨ªa la galer¨ªa central y los pisos superior e inferior, cuyo ritmo de reapertura seguir¨¢ aproximadamente el siguiente orden: dentro de dos meses, a mediados de febrero, se abrir¨¢ la galer¨ªa central, y dos meses despu¨¦s, las salas superiores e inferiores. En las superiores se instalar¨¢ un nuevo taller de restauraci¨®n, almacenes para cuadros y un vestuario de servicio.
Por otra parte, como usted sabe, estas obras tocan cuatro aspectos: climatizaci¨®n, iluminaci¨®n, acondicionamiento de servicios y seguridad. Entre todos ellos, los que requer¨ªan una tecnolog¨ªa m¨¢s sofisticada -climatizaci¨®n e iluminaci¨®n- est¨¢n ya en pleno funcionamiento en los sectores abiertos actualmente al p¨²blico, y por ello hemos podido experimentar su perfecto rendimiento, ya que proporcionan una atm¨®sfera y una luz completamente uniformes.
P. Cuando se inaugur¨® el primer sector se origin¨® una cierta pol¨¦mica por la pintura roja que cubr¨ªa las paredes donde est¨¢ instalado actualmente Vel¨¢zquez: ?por qu¨¦ se tom¨® semejante decisi¨®n?
R. Desde un punto de vista hist¨®rico, el fondo rojo es absolutamente ortodoxo, y as¨ª se demuestra en la pr¨¢ctica habitual durante el siglo XVII de colocar fondos de damasco en las pinacotecas. Por otra parte es evidente que el color rojo combina y valora positivamente los cuadros de gamas fr¨ªas. Pero, incluso desde un punto de vista museogr¨¢fico, la soluci¨®n no es original, ya que los fondos rojos aparecen tambi¨¦n en ciertas salas de dos museos excepcionales, como son el Metropolitan, de Nueva York, y el Ermitage, de Leningrado. Con todo ello, sin embargo, no queremos decir que esta pintura tenga que ser la definitiva. Se aplic¨® con un sentido netamente experimental y estamos dispuestos a sacar las conclusiones pertinentes. La principal dificultad consiste en la elecci¨®n exacta del tono y, aunque se hicieron las pruebas necesarias, ¨¦ste qued¨® un tanto desvirtuado por la escasa calidad del acabado de la pared. Como conclusi¨®n positiva resalta su excelente combinaci¨®n como fondo de pinturas de paisaje.
P. Uno de los fallos m¨¢s graves del Museo del Prado era que carec¨ªa de un programa de actividades y publicaciones. Desde hace un a?o, sin embargo, observamos con satisfacci¨®n la creaci¨®n de ciclos de conferencias y la publicaci¨®n de un bolet¨ªn, cuyos dos primeros n¨²meros -es justo reconocerlo- tienen una calidad media m¨¢s que aceptable: ?significa todo esto que el problema se ha solucionado definitivamente?
R. Desgraciadamente no podemos ser muy optimistas al respecto por una casi inexistencia de fondos que permitan financiar estas actividades, que ciertamente consideramos muy necesarias. Pero, para hacerse una idea del problema, basta con saber que la cifra que tenemos asignada anualmente para todos estos asuntos es de 600.000 pesetas, que pr¨¢cticamente no servir¨ªa casi para pagar las horas extraordinarias de los celadores. No obstante, hacemos todo tipo de gestiones con las instituciones adecuadas para lograr, mediante colaboraci¨®n, lo que no podemos hacer solos. En este sentido, a veces nos encontramos con situaciones pintorescas, como la de que nuestra universidad no puede colaborar; en otros casos hemos firmado acuerdos, como uno recientemente con el Comit¨¦ Espa?ol de Historia del Arte.
P. Desde hace algunos a?os se reclamaba como cuesti¨®n clave que el museo estuviera dotado de una cierta autonom¨ªa, esencial para su funcionamiento eficaz: ?se ha conseguido con la creaci¨®n del Real Patronato?
R. En efecto, el patronato funciona ya y tiene una reuni¨®n mensual. Su funci¨®n actual es esencialmente consultiva, lo que significa que puede recomendar, pero carece de poder vinculante fuera del asunto de los pr¨¦stamos de obras. Por otra parte, tampoco posee la facultad de gestionar fondos econ¨®micos propios. En una palabra: que tiene una autonom¨ªa relativa.
P. En las grandes subastas internacionales vemos pujar frecuentemente a los principales museos. ?Cu¨¢l es la pol¨ªtica de compras del nuestro?
R. Est¨¢ limitada por un presupuesto muy reducido, que es exactamente de once millones anuales. Resulta, pues, imposible competir con esta cifra. No obstante, dentro de las limitaciones, se hace lo que se puede. Ultimamente, por ejemplo, han ingresado en nuestra pinacoteca obras de Zurbar¨¢n, Cerquozzi, Fontebasso, Pitoni, Beaufort y Vicente Salvador G¨®mez. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta aqu¨ª el cap¨ªtulo de las donaciones, como el de La serpiente de metal, de Sebasti¨¢n Bourdon, legado hace un par de a?os por Katy Brunov.
P. Hace poco se discuti¨® la restauraci¨®n de un Felipe IV de Vel¨¢zquez, ?qu¨¦ criterio sigue el museo en este aspecto fundamental?
R. Nuestro criterio es de la m¨¢s absoluta prudencia. En principio, nosotros no restauramos, limpiamos, que es lo que se hizo con el cuadro a que usted se refiere. Nuestra intenci¨®n es, por lo dem¨¢s, la de dotar al museo de un taller a la altura que se merece, y, como dijimos, estamos habilitando una sala digna para ello.
P. ?Qu¨¦ planes de ampliaci¨®n tiene el museo?
R. Por de pronto, el Cas¨®n va a duplicar su espacio expositivo, lo que permitir¨¢ mostrar m¨¢s pintura del siglo XIX y crear un gabinete de dibujos. Todo esto, naturalmente, al margen del espacio que ocupe la instalaci¨®n del Guemica, de Picasso. Por otra parte, se nos han prometido. 7.000. metros cuadrados del antiguo edificio de San Carlos.
P. ?Cu¨¢l es el programa de exposiciones de este a?o?
R. Est¨¢n proyectadas las siguientes exposiciones: Luis Mel¨¦ndez, cuyo segundo centenario de su muerte acaba de producirse, ya que falleci¨® en 1780; pintura espa?ola del siglo XVII en los museos provinciales franceses, que se inaugurar¨¢ en marzo; una selecci¨®n de cuadros espa?oles del Ermitage, en abril.
P. Por ¨²ltimo, ?cu¨¢l es la situaci¨®n actual de los cuadros que se prestan, los llamados cuadros-embajadores?
R. Como dijimos, no se puede prestar ninguna obra sin autorizaci¨®n expresa del patronato. Al margen de ello, le podemos decir que nuestras propuestas al respecto son casi siempre las de prestar obras para exposiciones de car¨¢cter cient¨ªfico y garantizando al m¨¢ximo, a trav¨¦s de una vigilancia realizada por nosotros mismos o por nuestros conservadores, las condiciones en las que, la obra va a ser expuesta.
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