La mala marcha del Real Madrid desencadena ataques contra Luis de Carlos
La temporada gris que viene realizando el Real Madrid, el anuncio de su presidente, Luis de Carlos, de que no se presentar¨¢ a la reelecci¨®n y el hecho de que algunos miembros de la actual directiva cuestionen la marcha y la proyecci¨®n econ¨®mica del club madridista son circunstancias que han servido para resucitar y reavivar a la mal llamada oposici¨®n madridista. Luis de Carlos asegur¨® a EL PAIS que ?una dimisi¨®n, en cualquier momento, ser¨ªa una deserci¨®n?. Por otra parte, el Real Madrid busca afanosamente el profesional adecuado que, como director financiero, dirija la econom¨ªa del club.
Luis de Carlos, como se puede comprobar por sus manifestaciones, no est¨¢ dispuesto a marcharse, por mucho que lo deseen algunos, antes de cumplir su mandato, que finaliza en junio de 1982. Luis de Carlos no est¨¢ dispuesto a dimitir. ?Ojal¨¢ mi mandato hubiese durado dos a?os solamente?, asegur¨® el presidente madridista. ?No tengo ning¨²n inter¨¦s en cumplir los cuatro a?os para los que fui elegido como presidente; pero no me puedo ir con facilidad. Mi conciencia no me permite abandonar el Madrid mediada la temporada, por ejemplo. Solamente me marchar¨ªa cuando la mayor¨ªa de la masa social del club me lo pidiese. Pero cada d¨ªa recibo un buen n¨²mero de llamadas telef¨®nicas para pedirme que contin¨²e en el cargo?.Los malos resultados deportivos del Real Madrid han supuesto, por otro lado, el despertar de esa mal llamada oposici¨®n, que lo ¨²nico que pretende es subirse al carro de los cargos directivos del Madrid, como se desprende de los hechos. Esos malos resultados se exponen como justificaci¨®n para pedir la marcha de Luis de Carlos, la ¨²nica v¨ªa que por el momento existe para que esos opositores puedan acceder a los puestos de mando dentro del club. Luis de Carlos no cont¨® con ellos a la hora de formar su junta directiva, porque no les consider¨® con capacidad suficiente para ello.
De todos modos, se trata pr¨¢cticamente de la misma oposici¨®n que ya tuvo Santiago Bernab¨¦u. Los nombres son los mismos que ahora buscan los cargos. El doctor Di¨¦guez ya anunci¨® p¨²blicamente que quiere ser presidente del Real Madrid. Algo parecido se puede decir de Alejandro Vogel o de F¨¦lix Fern¨¢ndez, y quiz¨¢ de Ram¨®n Mendoza, aunque este ¨²ltimo a¨²n no se ha pronunciado en sentido alguno.
?Estos hombres criticaban todo en tiempos de Bernab¨¦u y ahora hacen igual?, indic¨® Luis de Carlos. ??Por qu¨¦ no dieron el paso al frente cuando desapareci¨® Bernab¨¦u? Hicieron un mal favor a Luis de Carlos. Anunci¨¦ entonces que esperaba al ¨²ltimo d¨ªa para ver si se presentaba a las elecciones de presidente alguno de ellos, y yo me quedar¨ªa en mi casa?.
Para Luis de Carlos la trayectoria de estas personas no ha sido la m¨¢s correcta, porque, con su actitud, demuestran que lo ¨²nico que les interesa es despretigiar a las personas y establecer la discordia entre todos los estamentos del club. Hasta hace poco tiempo, Alejandro Vogel o F¨¦lix Fern¨¢ndez fueron al Real Madrid como si se tratase de su casa. Ahora no pisan por sus oficinas. Es muy posible que no se les permitiese la entrada.
Al mes de ser elegido presidente Luis de Carlos le invit¨® a un almuerzo el doctor Di¨¦guez. Entonces este ¨²ltimo ya quiso saber si De Carlos se presentar¨ªa a una reelecci¨®n y si le conced¨ªa autorizaci¨®n para iniciar su campa?a en busca de la presidencia madridista. Es m¨¢s que posible que estos hombres se sintiesen defraudados porque Luis de Carlos no cont¨® con ellos a la hora de formar su junta directiva, como si esa hubiese sido la recompensa del consenso a que llegaron para apoyar a Luis de Carlos como sustituto de Bernab¨¦u. Luis de Carlos ha repetido en m¨¢s de una ocasi¨®n que ¨¦l no intervino en ese consenso.
Los resultados deportivos conseguidos por el Real Madrid en las dos ¨²ltimas temporadas, con De Carlos como presidente, sirvieron para enmudecer a esa mal llamada oposici¨®n. Han esperado a una mala racha deportiva para iniciar su campa?a en busca de una presidencia, porque los triunfos no son los m¨¢s oportunos para cualquier golpe de estado. Por otra parte, el anuncio de la marcha de Luis de Carlos en junio de 1982 ha servido para configurar ya, dentro de su junta directiva, la baraja de posibles candidatos a sustituirle. Se habla de Jos¨¦ Luis Calvo, Luis Mart¨ªnez Laforgue y Nemesio Fern¨¢ndez Cuesta, entre otros. El primero de ellos se ha convertido en el palad¨ªn del grupo cr¨ªtico que actualmente existe en la directiva que preside Luis de Carlos. Se asegura que intent¨® dimitir el pasado verano y que Luis de Carlos no le admiti¨® su marcha. De todos modos, el propio presidente madridista neg¨® que Jos¨¦si¨®n.
Luis Mart¨ªnez Laforgue es posible que goce de ciertas ventajas con respecto a sus compa?eros: tiempo suficiente para una mayor dedicaci¨®n y una solvencia econ¨®mica en sus negocios que puede permitirle preocuparse sobre todo del club. Jos¨¦ Luis Calvo, por otro lado, se asegura que ha sido tentado por la llamada oposici¨®n para integrarse en ella; pero se dice que por amistad y lealtad a Luis de Carlos, declin¨® cualquier incitaci¨®n de ese grupo de personas.
Luis de Carlos asegur¨® que ¨¦l no tiene candidato alguno. Tambi¨¦n indic¨® que no cree contar con oposici¨®n dentro de su junta directiva, a pesar de esos posibles candidatos a sustituirle a los que eligi¨® para trabajar a su lado. Adem¨¢s dijo que ha querido se?alar con tiempo suficiente cu¨¢ndo se marchar¨¢ para que no surja la improvisaci¨®n que rode¨® la sustituci¨®n de Bernab¨¦u.
Uno de los aspectos m¨¢s criticados de la actual directiva del Real Madrid se refiere a su econom¨ªa. En este sentido, algunos directivos, como Jos¨¦ Luis Calvo -la llamada conciencia cr¨ªtica del club-, Luis Miguel Beneyto y Pedro Crespo han cuestionado el tratamiento econ¨®mico que lleva el Madrid. Se ha tachado a Gregorio Paunero, presidente de la comisi¨®n econ¨®mica, como un mero contable, mientras estos directivos pugnan por colocar en su lugar a un financiero. Luis de Carlos est¨¢ dispuesto a admitir su proposici¨®n y quiso que ya a partir del pasado jueves el Madrid contase en su n¨®mina con un director financiero. Pero existen ciertas dificultades para encontrar la persona adecuada que se ocupe de esta faceta profesional.
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