Francia, ?hacia el fascismo?

Un pueblo sin proyecto, un pueblo sin esperanza, marcha ineluctable mente hacia el fascismo. En 1939 Hermann Rauschning llamaba revoluci¨®n del nihilismo esta desintegraci¨®n de un pueblo, de sus desesperados, de los que Hitler se hab¨ªa apoderado.Francia, en 1981, corre el peligro de caer en esta pendiente. Todav¨ªa es posible arrancarla del v¨¦rtigo.

Si el poder reh¨²sa, por ejemplo, la discusi¨®n del octavo plan, es que el plan resume los fracasos del pasado y revela la extensi¨®n del desastre: de 1.400.000 parados, el plan prev¨¦ el paso a m¨¢s de dos millones. Igualmente anuncia una subida todav¨ªa m¨¢s r¨¢pida de los precios.

El armamento, la construcci¨®n de centrales nucleares, engendran ese paro al desviar los recursos de nuestro pa¨ªs, lo que impide crear millones de empleos ¨²tiles y nuevos ( ... ).

El armamento, que sobrepasa este a?o los 100.000 millones, arruina al pa¨ªs con la creaci¨®n de s¨ªmbolos militares impotentes que lo dejan sin defensa. No beneficia m¨¢s que a las empresas que lo fabrican ( ... ).

Y he aqu¨ª los fabricantes de la desesperaci¨®n. Y que se reservan el monopolio de la televisi¨®n. De esta forma se ha fabricado a CoIuche, el grado cero de la humanidad: un mundo de impotentes y de bufones, del que no saldr¨¢ ning¨²n proyecto. Algunos meses de esta desesperaci¨®n, y se ha plantado la decoraci¨®n para cualquier aventura neofascista (...).

, 2 de enero