Canciones infantiles al son del rat¨®n vaquero
Dentro del programa radiof¨®nico El gran musical, correspondiente al pasado domingo y emitido desde el madrile?o teatro Alcal¨¢-Palace, actuaron los cantantes Teresa Rabal, Ana Bel¨¦n, V¨ªctor Manuel, Mocedades y Eva, con temas dedicados a los ni?os. El p¨²blico juvenil abarrotaba el recinto, en especial para ver de cerca a Miguel Bos¨¦. Pero ¨¦ste, aquejado de bronquitis, se limit¨® a saludar y bailar. Desesperadas, las jovencitas gritaron desde el comienzo hasta el Fin del recital: ??Miguel! ?Miguel! Miguel! ?.Rodeado de mu?ecos sobones, Pepe Ca?averas, locutor del invento dominical, guarda la sangre fr¨ªa suficiente como para anunciar al mismo tiempo las novedades discogr¨¢ficas y una colonia de fragancia joven. El recinto est¨¢ a tope, mientras muchas chavalas sollozan en la calle por no haber conseguido una entrada. Hay, desde luego, algunos ni?os que esperan todav¨ªa a los Reyes Magos, si bien la masa es la que siempre acude a esta misa profana de las doce: muchachas quincea?eras, que llegan de Carabanchel o M¨®stoles, que incluso se han fugado de su hogar en Sevilla o Guadalajara.
Han venido m¨¢s para estremecerse con Miguel Bos¨¦ que para o¨ªr canciones infantiles. Gritan el nombre de su ¨ªdolo: ??Miguel! ?Miguel! ?Miguel!?. Y lanzan alaridos cuando suenan las voces de Los Pecos. Tararean todas las canciones: ?Se?or, perdone mi valor,/disculpe esta tensi¨®n,/olvide estos nervios./ No sabe qui¨¦n soy,/esc¨²cheme, se?or,/ser¨¢ s¨®lo un momento?. Su solidaridad no tiene l¨ªmites: Tequila, Camilo, Miguel Gallardo, Juan Pardo... Sin embargo, las m¨¢ximas pasiones las encienden Los Pecos: ?Acu¨¦rdese de ayer,/cuando era usted m¨¢s joven,/que tambi¨¦n busc¨®/rincones escondidos/para hablar de amor?.
Morboso candor
En medio de ese ambiente de morboso candor, aparece Teresa. Rabal, sonriente y vestida de rojo, para entonar el inocente Veo, veo. El p¨²blico abandona los sue?os de alcoba y recobra las chispas de la cercana infancia. La cantante reparte sonrisas, folletos, tarjetas, banderines. Algarab¨ªa para obtener algo.
Suenan, al fin, los nombres esperados: Ana Bel¨¦n, V¨ªctor Manuel, la peque?a Eva, Mocedades y... ?Miguel Bos¨¦! Para vosotras, j¨®venes. Lluvia de serpentinas, confeti y globos de colores. Miguel Bos¨¦, amplio y blanco foulard al cuello, anuncia que no? podr¨¢ cantar, pero que los aplausos destinados a ¨¦l tambi¨¦n se los merecen sus compa?eros. Colectiva respuesta: ??Miguel! ?Miguel! ?Miguel!?.
Muchas adolescentes, armadas con sus c¨¢maras fotogr¨¢ficas, se aproximan al escenario. Les han dicho desde la radio que fuesen preparadas. El servicio de orden se encarga de mostrarles sin remilgos que su armamento es irrisorio, que tienen que ir ahorrando para comprarse un teleobjetivo. Expulsi¨®n del umbral del para¨ªso.
En el ed¨¦n del escenario, sembrado de micr¨®fonos, V¨ªctor Manuel y Ana Bel¨¦n interpretan El trenecito. La regordeta Eva, protegida por V¨ªctor Manuel, evoca las andanzas de Negrito Sand¨ªa.Hay un cierto foll¨®n de signo amable debido a la mudez de Bos¨¦ en gran medida. Algunos miembros del grupo Mocedades se retrasan a la hora de acercarse al micr¨®fono. La que est¨¢ m¨¢s suelta dentro del festivo barullo es Ana Bel¨¦n, que interpreta muy jovialmente Rat¨®n vaquero, un tema de Miguel Bos¨¦ en el elep¨¦ titulado Cosas de ni?os, al tiempo que baila con el reemplazado. Todos terminan cantando nuevamente El trenecito, entre saltos y se?ales de adi¨®s.
Queda un aroma de cabalgata familiar en la sala. Las muchachas prosiguen en la calle con su grito de amor dominguero: ??Miguel! ?Miguel! ?Miguel!?. Pero el rat¨®n vaquero se esfuma sin dejarse atrapar por el queso de la desmedida pasi¨®n.
Babelia
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