Seis muertos y veintitr¨¦s heridos al colisionar un tren Ter con una locomotora en Soto del Real

Seis personas muertas y otras 23 heridas, cuatro de ellas de gravedad, es el balance del accidente ferroviario ocurrido a las 10.37 horas de ayer entre las estaciones de Miraflores y Soto del Real, en la provincia de Madrid, en el que colisionaron frontalmente un tren Ter, procedente de Burgos y con destino a la estaci¨®n de Madrid-Chamart¨ªn, y una locomotora que proced¨ªa de esta misma estaci¨®n y se dirig¨ªa a Aranda de Duero. Seg¨²n la informaci¨®n facilitada por Renfe, el tren Ter hab¨ªa partido indebidamente de la estaci¨®n de Miraflores, ya que la se?alizaci¨®n (un sem¨¢foro estaba en rojo y las agujas se encontraban cerradas) indicaba la necesaria retenci¨®n del convoy en dicha estaci¨®n.

La primera de las dos unidades de que constaba el tren de viajeros qued¨® montada, tras la colisi¨®n, sobre la locomotora, falleciendo en el acto los conductores de ambos veh¨ªculos, uno de los dos ayudantes y el interventor del Ter, as¨ª como Mirian Medina Ba?¨®n y Miguel, Angel Astasio Arbiza, que viajaban en esta primera unidad. En total eran 46 personas las que viajaban en el convoy; tres empleados de Renfe y cuarenta viajeros en la primera unidad y otros tres viajeros en la segunda.Frente al kil¨®metro 45, 100 de la l¨ªnea Madrid-Burgos, donde se produjo la colisi¨®n, se encontraba un campesino, que, al darse cuenta del accidente, sali¨® corriendo a dar aviso a la Guardia Civil, a cuyo cuartel lleg¨® unos veinte minutos despu¨¦s del siniestro.

El tren Ter, seg¨²n parece, circulaba con unos quince minutos de retraso. En la estaci¨®n de Miraflores se ten¨ªa que cruzar con otro tren ¨®mnibus, con salida de la estaci¨®n madrile?a de Chamart¨ªn a las 9.20 horas y que circulaba tambi¨¦n con alg¨²n retraso. Nada m¨¢s entrar este ¨²ltimo en Miraflores, el Ter procedente de Burgos, a¨²n con las se?ales de prohibici¨®n encendidas, parti¨® hacia Madrid. El sem¨¢foro continuaba con luz roja, debido a que tras el ¨®mnibus con destino a Burgos circulaba la locomotora objeto de la colisi¨®n.

Seg¨²n informaci¨®n facilitada por Renfe, la l¨ªnea Madrid-Burgos por Aranda de Duero dispone de sistema de anuncio de se?ales y frenado autom¨¢tico, ASFA, pero el tren Ter, debido a su peso y velocidad, talon¨® las agujas que estaban cerradas y continu¨® hasta llegar a la colisi¨®n. Esta se produjo en un tramo de recta, por lo que se supone que tanto el conductor del convoy como el de la locomotora debieron intentar frenar al avistarse (hab¨ªa buena visibilidad en el momento del accidente, seg¨²n las primeras estimaciones), pero no lo lograron. Al comprobar la salida del Ter, el jefe de estaci¨®n de Miraflores intent¨® avisar al conductor de ¨¦ste y sali¨® en su coche en su persecuci¨®n, pero no logr¨® alcanzarle antes del choque.

El primer cad¨¢ver extra¨ªdo de entre los hierros retorcidos en que se hab¨ªa convertido el primer vag¨®n del tren de viajeros fue el interventor del mismo, Miguel Mart¨ªn Segura. A continuaci¨®n fueron sacados, tras numerosos trabajos, los de los dos conductores y el ayudante del Ter, y los de la joven y otro viajero.La primera persona que logr¨® salir del convoy fue Luis Vacas, que hab¨ªa subido al mismo en la estaci¨®n de Gargantilla-Lozolla. Acompa?ado por otro viajero que hab¨ªa resultado ileso, comenzaron a prestar los primeros auxilios a los heridos, hasta que a las 11. 15 horas llegaron los equipos de salvamento de la sexta compa?¨ªa de la Guardia Civil y un grupo de fuerzas especiales del Ej¨¦rcito que se encontraban en unos ejercicios de tiro cerca del lugar del siniestro.

Una mujer, que en compa?¨ªa de su marido realizaba el viaje desde Burgos, se?al¨® a EL PAIS que en el momento en que se produc¨ªa la colisi¨®n una ni?a gritaba ?Mam¨¢, parece que nos llevan volando?. Seg¨²n parece, salvo los conductores, nadie se percat¨® de lo que iba a ocurrir hasta el momento del choque. Francisco Barbolla, maestro de EGB, que viajaba en compa?¨ªa de una hija de seis a?os, resultando ilesos ambos, se?al¨® que ?no hemos notado ning¨²n frenazo, solamente el golpe seco. Quedamos encerrados durante unos veinte minutos, hasta que alguien logr¨® romper los cristales y salir?. Posteriormente, a?adi¨® que en esos momentos ?todo eran gritos, lamentos y confusi¨®n. Yo no pod¨ªa hacer nada, porque me encontraba aprisionado y necesitaba una llave inglesa para liberarme?.

Tras conocerse las primeras noticias sobre el accidente, numerosos vecinos de Soto del Real, localidad m¨¢s cercana al lugar del siniestro, acudieron a ¨¦ste y comenzaron a ayudar a los heridos. Posteriormente fueron llegando las fuerzas del XI Tercio de la Guardia Civil, equipos de bomberos de Madrid, medio centenar de ambulancias de distintos centros hospitalarios de la provincia fuerzas de la Direcci¨®n Provincia? de Socorros y emergencias de la Cruz Roja, equipos de Renfe y dos gr¨²as particulares. Los heridos fueron conducidos al centro Ram¨®n y Cajal y a la ciudad sanitaria La Paz, de Madrid, mientras los cad¨¢veres eran trasladados al cementerio de Miraflores, donde en el dep¨®sito de cad¨¢veres, se le practic¨® la autopsia.

Los trabajos de retirada de las unidades accidentadas, tras la recogida de las v¨ªctimas, comenzaron poco antes de las tres de la tarde, en que se logr¨® separar a las dos, que se encontraban incrustadas entre s¨ª, y a las siete de la tarde qued¨® expedita la v¨ªa f¨¦rrea.