Inminente aprobaci¨®n gubernamental del proyecto de ley del impuesto sobre el valor a?adido

La introducci¨®n del impuesto sobre el valor a?adido en nuestro pa¨ªs puede estar pr¨®xima. Hacienda presentar¨¢ en breve al Gobierno un anteproyecto de ley sobre este impuesto, al que ha tenido acceso EL PAIS, que representa la culminaci¨®n de la reforma fiscal iniciada por Fem¨¢ndez Ord¨®?ez. La introducci¨®n de esta figura impositiva, en vigor en todos los pa¨ªses de la CEE, puede significar serios trastornos en nuestra econom¨ªa, pero es imprescindible de cara a nuestra integraci¨®n en el Mercado Com¨²n.

La regulaci¨®n del IVA, que se denomin¨® tercera fase de la reforma Ord¨®?ez, ha dormido en las Cortes en forma de proyecto de ley desde mayo de 1978. Un pacto t¨¢cito entre socialistas y centristas con el fin de no debilitar la postura de Espa?a en las negociaciones de Bruselas, explica la congelaci¨®n de tal proyecto. La nueva redacci¨®n del equipo de Garc¨ªa A?overos corrige sustancialmente aquel texto para adecuarlo a las denominadas primera y sexta directrices comunitarias, ya que, como recuerda el actual anteproyecto, ?ante las perspectivas de unas negociaciones largas con la CEE se hab¨ªa configurado con el objetivo esencial de la introducci¨®n sin traumas del tributo, dejando para una etapa posterior la acomodaci¨®n a las directrices comunitarias?.Tal vez por ello el nuevo texto se inicia con las siguientes palabras: ?A la vista del favorable desarrollo de las negociaciones de adhesi¨®n de Espa?a a la Comunidad Econ¨®mica Europea, es conveniente acomodar ¨ªntegramente a la normativa comunitaria el proyecto de ley del impuesto sobre el valor a?adido?. Garc¨ªa A?overos, por otra parte, justificaba hace unas semanas la modificaci¨®n del impuesto de tr¨¢fico de empresas en los Presupuestos del Estado para 1981 en la necesidad de ir adecuando nuestro sistema tributario al de la CEE y de ir preparando el camino a la introducci¨®n del IVA en Espa?a.

La implantaci¨®n del IVA supondr¨¢ la desaparici¨®n de los impuestos de lujo y de tr¨¢fico de empresas con las consiguientes complejidades t¨¦cnicas y jur¨ªdicas del proceso de cambio. El IVA grava el valor total de los productos de consumo en los distintos procesos de producci¨®n y comercializaci¨®n de los mismos conforme al valor a?adido que se incorpora en cada paso.

El impuesto supone gravar las ventas totales realizadas por las empresas, que deducen las cuotas del mismo impuesto soportadas en las compras que a su vez realizan. La inversi¨®n no queda gravada, ya que la deducci¨®n en el caso de bienes de inversi¨®n se hace en el momento de adquirirlos y no cuando se amortizan. Los tipos previstos para el IVA, seg¨²n el anteproyecto de ley, son tres: uno general de un 10%; otro del 30%, referido esencialmente a art¨ªculos de lujo; y un tercero reducido, del 5%, para bienes culturales y de primera necesidad.

El. IVA puede suponer un grave rev¨¦s para las empresas punta de exportaci¨®n en un primer momento, mientras que otras menos favorecidas en la actualidad pueden resultar beneficiadas. Tal vez por ello, y aun teniendo que introducir este impuesto por exigencias de la CEE en unos momentos como los actuales, poco propicios a este tipo de cambios por la crisis econ¨®mica, el Gobiemo deber¨¢ arbitrar con cuidado su entrada en vigor, los per¨ªodos transitorios y compensaciones puntuales en algunos casos.

La CEE, con respecto al IVA, ha seguido el modelo franc¨¦s, por el cual se gravan los productos de forma multif¨¢sica, en vez de hacerlo en la totalidad. Es decir, mediante una reducci¨®n de los impuestos realizados anteriormente, se gravan por la parte de valor a?adido correspondiente a cada fase. Frente a este modelo, el vigente hasta ahora en Espa?a ha sido el denominado ?de cascada?. Es decir, se gravaban los bienes en cada transacci¨®n realizada, lo que imped¨ªa un conocimiento real de? tipo efectivo y propiciaba como consecuencia una deficiente asignaci¨®n de recursos y un dificil ajuste en frontera.

El empresariado espa?ol, ante la inminencia del IVA, ha venido adoptando una actitud similar a la que mantiene ante la liberalizaci¨®n de nuestra econom¨ªa. ?Un s¨ª, pero?. Conscientes de la inevitabilidad de su introducci¨®n, temen sus inmediatas consecuencias y tratan de demorar su entrada en vigor y recabar ayudas o compensaciones paralelas por parte de la Administraci¨®n.