"Puede haber sorpresas en el PC de Andaluc¨ªa"

A pesar de lo ocurrido en el Partido Socialista Unificado de Catalu?a (PSUC), no parece probable que el Partido Comunista de Andaluc¨ªa (PCA) cuestione el eurocomunismo como planteamiento estrat¨¦gico fundamental en el curso de los debates, de los pr¨®ximos meses, abiertos ya, de hecho, por la dimisi¨®n y posterior reelecci¨®n de Fernando Soto como secretario general.

Todas las fuentes consultadas en el interior del PCA coinciden en destacar la escasa importancia que entre los comunistas andaluces tienen los sectores que, por asimilaci¨®n con el PSUC, podr¨ªan etiquetarse como leninistas o prosovi¨¦ticos, y su incapacidad actual -lo que no significa nada de cara al futuro- para plantear una batalla frontal a los eurocomunistas y constituirse en alternativa seria.Solamente los propios interesados se atribuyen, como es l¨®gico, el m¨¢ximo de posibilidades. Un destacado leninista, miembro del comit¨¦ central del PCA, asegur¨® a EL PAIS: ?Pueden producirse sorpresas, porque lo que ha pasado hasta ahora es que los comunistas andaluces no han debatido los problemas en profundidad y han aceptado todo lo que le han impuesto por pura disciplina?.

El citado dirigente insisti¨® en que las bases del PCA est¨¢n muy lejos de comprender algunos fen¨®menos provocados por la pol¨ªtica que promueve Santiago Carrillo: el aislamiento del PCE en el movimiento comunista internacional -?S¨®lo somos citados por Radio Liberty?-, la sustituci¨®n de la teor¨ªa- de vanguardia por el pragmatismo m¨¢s descarado, y el abandono de la lucha de masas con la aceptaci¨®n de las instituciones dominadas por la derecha.

Estas posiciones son, sin embargo, s¨®lo compartidas por media docena -de miembros del comit¨¦ central del PCA, aunque no es de descartar que, si son presentadas abiertamente en los debates precongresuales, consigan un mayor apoyo. Hay que subrayar que los resultados del congreso del PSUC no dejar¨¢n de tener su influencia entre los comunistas andaluces, y que, de hecho, Andaluc¨ªa ser¨¢ escenario decisivo de la lucha por la definici¨®n ideol¨®gica del PCE en su congreso, y ello por razones obvias: el PCA cuenta con siete parlamentarios, centenares de concejales, alcald¨ªas tan importantes como las de C¨®rdoba, Puerto de Santa Mar¨ªa y Algeciras, y un elevado n¨²mero de delegados al congreso comunista.

Dos conceptos distintos

En realidad, la pol¨¦mica que refleja el enfrentamiento entre el secretario general del PCA, Fernando Soto, y el secretario provincial de Sevilla, Juan Bosco D¨ªaz-Urmeneta, saldada por el momento con el triunfo relativo de este ¨²ltimo, no supone la contraposici¨®n de eurocomunisrno y leninismo, sino la imposibilidad de seguir conviviendo pl¨¢cidamente dos concepciones diferentes de las tesis eurocomunistas, dos lecturas contrapuestas del socialismo en libertad y la revoluci¨®n de la mayor¨ªa.Las diferencias entre ambas concepciones se refieren tanto a la democratizaci¨®n interna del partido (mayor o menor participaci¨®n de la base, pr¨¢ctica de la cr¨ªtica y derecho de iniciativa desde abajo), como al papel de los movimientos de masas y la acci¨®n institucional, el grado de pragmatismo y tacticismos admisibles en las posturas pol¨ªticas de los comunistas y la dial¨¦ctica electoralismo-vanguardismos, entre otras.

A todo ello hay que unir un problema de relevo generacional en la direcci¨®n del PCA. En este sentido, Soto y Juan Bosco D¨ªaz simbolizan dos generaciones distintas, no en un sentido puramente cronol¨®gico, sino en cuanto a sus vivencias y condicionamientos pol¨ªticos y su inserci¨®n en el PCE en momentos hist¨®ricos bien diferenciados. Pero, pese a ello, la gran mayor¨ªa de los cr¨ªticos con la gesti¨®n de Soto no cuestionan el eurocomunismo ni el papel de Carrillo como secretario general del PCE.