"El coste del dinero es insoportable para la mayor parte de las empresas espa?olas"
Jos¨¦ Antonio Segurado, agente libre de seguros, naci¨® en Barcelona hace 42 a?os y est¨¢ al frente del empresariado madrile?o, que dentro de cuatro meses decidir¨¢ si le reelige o no como presidente de la Confederaci¨®n Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), casado, con cuatro hijos, presiden te de Sefisa, vicepresidente de Seficitroen y consejero de Mare Nostrum, insiste, ante la reciente liberalizaci¨®n del sistema financiero, en que el coste del dinero en Espa?a es extraordinario e insoportable para la mayor parte de las empresas. Y defiende que el cr¨¦dito se puede abaratar siempre y cuando las entidades bancarias lleguen a un acuerdo de autodisciplina para conseguir no pagar el pasivo al precio tan alto que se est¨¢ pagando hoy.
Jos¨¦ Antonio Segurado es partidario del ?sistema USA?, que ser¨ªa ?para m¨ª el ideal econ¨®mico..., con todas sus enormes durezas de reglas de juego?. Se califica a s¨ª mismo como uno de los ?pocos liberales aut¨¦nticos de este pa¨ªs?, pero cree que en la actualidad no se podr¨ªa incorporar esta filosof¨ªa en su forma m¨¢s pura a la realidad espa?ola. ?En estos momentos, en Espa?a dudar¨ªa much¨ªsimo de aplicar un liberalismo a ultranza, porque en mi esquema anal¨ªtico entiendo que eso podr¨ªa provocar unos movimientos tremendos. Porque la Espa?a de enero de 1981 no es una probeta de experimentos, es un pa¨ªs que tiene un determinado d¨¦ficit p¨²blico, un mill¨®n y medio de parados.... y hay que actuar con extraordinario cuidado?.
Pregunta. Hace un par de meses usted, presidente de la Confederaci¨®n Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), manifestaba que el Gobierno estaba contra las cuerdas. ?Mantiene hoy su aseveraci¨®n?
Respuesta. ?Qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando en Espa?a, en general? Que las bases de cualquier tipo de instituci¨®n est¨¢n contestando a sus dirigentes. ?Por qu¨¦? Porque la situaci¨®n general del pa¨ªs es mala, casi cr¨ªtica en el tema econ¨®mico y de desencanto, de decepci¨®n general. Y es l¨®gico que las bases se vuelvan a sus dirigentes y les pregunten ?ustedes qu¨¦ hacen? por esa situaci¨®n. Y eso vale para el PSUC, el PSOE, el congreso de UCD, los sindicatos y para el propio Gobierno.
P. El equipo econ¨®mico del Gobierno parece decidido a tomar las riendas de las soluciones por decreto a ciertos problemas, como el de la siderurgia integral, por ejemplo. Da la impresi¨®n de que va a restar protagonismo a las fuerzas empresariales y sindicales del pa¨ªs. ?Lo entiende usted as¨ª?
R. Tengo que decir que en los ¨²ltimos veinticinco, treinta d¨ªas, existe un decidido prop¨®sito del presidente del Gobierno y de este Gobierno de escuchar y colaborar, por lo menos con lo que yo conozco, con la CEOE y las fuerzas empresariales. De hecho ya se han producido reuniones a alto nivel en que se examin¨® en profundidad la problem¨¢tica.
P. ?El cambio de actitud es rotundo?
R. En hechos concretos, todav¨ªa no. Pero que hoy existe un deseo de colaboraci¨®n m¨¢s intenso con el empresariado me parece de justicia admitirlo.
P. ?A qu¨¦ obedece esa intenci¨®n?
R. No lo s¨¦. Quiz¨¢ se produce porque al final hemos logrado convencerles con nuestras razones, quiz¨¢ hayan pensado que tal vez sobre temas econ¨®micos la CEOE y las organizaciones territoriales tengamos algo que decir.
P. ?C¨®mo se traduce esa voluntad econ¨®mica del Gobierno?
R. Yo he achacado al presidente del Gobierno poca sensibilidad econ¨®mica y que no bajaba a la arena. Ahora, aparentemente, quiere hacerlo.
Jos¨¦ Antonio Segurado es tesorero de la CEOE y presidente de la comisi¨®n de relaciones internacionales de la organizaci¨®n empresarial c¨²pula. Su respuesta al dilema Am¨¦rica o Europa para la econom¨ªa espa?ola advierte que la hace como miembro de la CEOE.
?Espa?a?, dice de forma tajante, ?tiene que entrar en la Comunidad Econ¨®mica, pero no a cualquier precio. Bajo ning¨²n concepto. Espa?a est¨¢ ante una simple y sencilla negociaci¨®n. Y en una negociaci¨®n entiendo que tienen que ceder las dos partes. Mi temor profund¨ªsimo es que en ¨¦stos momentos se pueda pensar que hay razones pol¨ªticas que aconsejen una adhesi¨®n inmediata pagando cualquier tipo de precio econ¨®mico. Contra eso estoy yo y creo que est¨¢ la CEOE de una manera definitiva. No oculto que el otro d¨ªa (d¨ªa 14 pasado) cuando en televisi¨®n escuch¨¦ a Eduardo Punset (ministro de Relaciones con las Comunidades) decir que los inconvenientes proven¨ªan de parte espa?ola, porque de parte de la CEE estaban listos, a m¨ª me hubiera gustado que dijera inmediatamente despu¨¦s que se entra en cualquier sitio sin condici¨®n cuando se aceptan los requerimientos de la otra parte. Aqu¨ª no pueden primar bajo ning¨²n concepto las razones pol¨ªticas. De la idea de Europa no se puede prescindir. Tenemos que terminar en Europa, pero no a cualquier precio.
P. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece la liberalizaci¨®n del sistema financiero?
R. Cuando se habla de liberalizaci¨®n del sistema financiero me parece peligros¨ªsimo que se hable de una determinada liberalizaci¨®n sin afrontar temas como la liberalizaci¨®n de plantillas y precios. Aqu¨ª estamos ante un hecho trascendental y que sirve de tel¨®n de fondo al tema: el extraordinario y creciente d¨¦ficit del sector p¨²blico. En un momento en que todo el pa¨ªs lleva tres a?os y medio apret¨¢ndose el cintur¨®n, con planes de reestructuraci¨®n oficiales o privados profundos, ves las cifras de evoluci¨®n del gasto del sector p¨²blico y da la sensaci¨®n de una familia que tira talones sin el m¨¢s m¨ªnimo control, sabiendo que se los van a pagar. Este d¨¦ficit del sector p¨²blico es para m¨ª el c¨¢ncer.
?Bien?, contin¨²a, ?con eso como tema de fondo y una pol¨ªtica monetarista que en un momento determinado coloc¨® al borde del colapso a toda una serie de empresarios privados, que fue la que empez¨® en noviembre de 1977 y termin¨® en abril de 1979 con los crecimientos del cr¨¦dito siete u ocho puntos inferiores al crecimiento de las disponibilidades l¨ªquidas, se produce la situaci¨®n de hoy?.
P. ?Cu¨¢l es esa situaci¨®n?
R. Quiero destacar varios puntos. Primero: el coste del dinero es extraordinario e insoportable para la mayor parte de las empresas espa?olas. As¨ª de claro y as¨ª de rotundo. Y admito todos los argumentos en contra. La mayor parte de las empresas que hoy se est¨¢n endeudando para sobrevivir lo que est¨¢n haciendo es descapitalizarse, porque casi ninguna aguanta esos costes financieros. Segundo tema: la mayor parte de los empresarios espa?oles no conoce el coste de los cr¨¦ditos que est¨¢n pagando, porque el sistema de comisiones e intereses es tan absolutamente complejo que incluso los grandes empresarios se pierden cuando comienzan a calcular sus costes. El Gobierno, no obstante, parece que est¨¢ sensibilizado en ofrecer mayor diafanidad a esos costes. Tercer tema: no va a haber dinero suficiente. Y yo me pregunto si la situaci¨®n general del pa¨ªs est¨¢ para que no haya dinero. S¨¦ que se me est¨¢ contestando que est¨¢ previsto un crecimiento de cr¨¦dito al sector privado, pr¨¢cticamente id¨¦ntico o ligeramente superior que el de disponibilidades l¨ªquidas. Pero la realidad del temas que puede haber, y va a haber, mayor tensi¨®n, o lo que es lo mismo, vamos a tener que discutir tambi¨¦n el volumen del cr¨¦dito. Cuarto tema: en estos momentos, os empresarios operamos fundamentalmente con letras financieras, lo cual te obliga a renegociar pr¨¢cticamente cada seis meses la renovaci¨®n de los cr¨¦ditos, es m¨¢s caro de instrumentar y no te permite realizar ninguna inversi¨®n a medio o largo plazo.
P. ?C¨®mo se puede abaratar el cr¨¦dito?
R. Nosotros hemos defendido siempre que el ¨²nico sistema real le abaratamiento del cr¨¦dito ser¨ªa in acuerdo de autodisciplina entre as entidades bancarias para conseguir no pagar el pasivo al precio tan alto que se est¨¢ pagando hoy, lo cual repercutir¨ªa en que se podr¨ªa bajar verdaderamente el precio a la clientela. A veces se cita el argumento, impecable desde el punto de vista te¨®rico, de que no se puede prestar el dinero a menos de los o tres puntos por encima de la inflaci¨®n. Y, contra ello, la historia le Espa?a demuestra que esas mismas entidades bancarias con inflaciones muy superiores han podido prestar dinero a tipos muy inferiores y ganar dinero ellas y ganar dinero los empresarios.
P. ?Se desprende de ello que la banca no es solidaria con la situaci¨®n que atraviesa la empresa espa?ola?
R. La banca, lo he dicho muchas veces, son empresarios igual que los dem¨¢s. ?Falta de solidaridad? Al contrario. Una gran parte de las entidades bancarias est¨¢ mostrando una solidaridad excepcional ante clientes con enormes dificultades. S¨ª la banca no hubiera demostrado solidaridad en un gran n¨²mero de entidades, las suspensiones de pagos hubieran sido mucho mayores.
En el tema auton¨®mico, Jos¨¦ Antonio Segurado mantiene que se empez¨® el proceso sin una configuraci¨®n definitiva del Estado. ?En estos momentos, no obstante, me da la impresi¨®n de que la situaci¨®n se ha profesionalizado. A m¨ª, sin embargo, lo que me preocupan son sus consecuencias econ¨®micas. Me preocupa que pueda fragmentarse el marco laboral, financiero y fiscal. Esto es un lujo que Espa?a no puede permitirse?.
P. ?Qu¨¦ han significado dos a?os de gobierno municipal socialista-comunista en Madrid?
R. El incremento de la presi¨®n fiscal en ese tiempo fue importante. Creo que ha habido muy poca sensibilidad, desconocimiento de la realidad de la empresa. Pero, sobre todo, estamos ante un hecho pol¨ªtico que quiero resaltar, y es que un pol¨ªtico, el alcalde de Madrid, llega a una confederaci¨®n empresarial y dice con toda claridad que no se le puede dar otra vuelta a la tuerca de la presi¨®n fiscal, y quince o sesenta d¨ªas despu¨¦s produce un incremento del 15%, 20%, 25%. Me parece, como m¨ªnimo, poco serio.
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