Un a?o, dos meses y quince d¨ªas de cautiverio

Una mezcla de asombro e inquietud fue la primera reacci¨®n de la comunidad internacional al saberse que el 4 de noviembre de 1979 un grupo de estudiantes isl¨¢micos iran¨ªes hab¨ªa asaltado la Embajada de Estados Unidos en Teher¨¢n, manten¨ªa en su poder como rehenes al personal diplom¨¢tico, pidiendo a cambio la extradici¨®n del sha, y amenazaba con juzgarlos a todos como esp¨ªas. La inquietud creci¨® al declarar al d¨ªa siguiente el ayatollah Jomeini su apoyo expl¨ªcito a la acci¨®n de los estudiantes.La primera reacci¨®n de Washington fue la de intentar aislar al Gobierno de Teher¨¢n. Tras alg¨²n ¨¦xito inicial, la b¨²squeda de apoyo entre sus aliados choc¨® con una barrera de pasividad.

La Administraci¨®n Carter orden¨® que todos los iran¨ªes que estuviesen ilegalmente en Estados Unidos fuesen expulsados, suspendi¨® las importaciones e petr¨®leo iran¨ª y congel¨® los dep¨®sitos bancarios de Ir¨¢n en Estados Unidos.

A lo largo de los meses siguientes, Washington continu¨® sus esfuerzos infructuosos para la liberaci¨®n de los rehenes. Mientras tanto, un nuevo dato vino a complicar la situaci¨®n: el 27 de diciembre, la Uni¨®n Sovi¨¦tica interviene militarmente en Afganist¨¢n.

?l 7 de abril, Carter se decide por la pol¨ªtica de fuerza. Rompe las relaciones diplom¨¢ticas con Teher¨¢n, expulsa a los diplom¨¢ticos y funcionarios iran¨ªes -algo que no ocurr¨ªa desde la crisis de Cuba de 1961- y embarga todas las exportaciones con destino a Ir¨¢n.

El 25 de abril, el presidente Carter anunci¨® el fracaso de una operaci¨®n militar para la liberaci¨®n de los rehenes y asumi¨® toda la responsabilidad por la decisi¨®n.

La muerte del sha, el 27 de julio, en El Cairo, no sirvi¨® para facilitar una soluci¨®n. Los estudiantes isl¨¢micos declararon que hasta que los bienes del fallecido monarca no fueran restituidos al pueblo iran¨ª no liberar¨ªan a los rehenes.

Sin embargo, un nuevo dato vino a alterar completamente la situaci¨®n. La guerra abierta entre Irak e Ir¨¢n, a partir del 21 de septiembre, supon¨ªa una necesidad inmediata de piezas de recambio para el armamento del Ej¨¦rcito iran¨ª, que s¨®lo podr¨ªan ser facilitadas por Washington.

El 3 de noviembre se anuncia que Ir¨¢n ha confiado a Argelia el papel de intermediario en el tema de los rehenes. Ese mismo d¨ªa, el embajador argelino en Estados Unidos entrega al Departamento de Estado el texto oficial de las condiciones iran¨ªes. A partir de ese momento se suceden los contactos y las negociaciones.

El 16 de enero de 1981 se anuncia en Teher¨¢n que iran¨ªes y americanos han llegado a un acuerdo sobre la cantidad que Estados Unidos deber¨¢ entregar a cambio de la liberaci¨®n simult¨¢nea de los rehenes.