Fernando Z¨®bel: "Los museos no han de ser masivos, sino selectivos"
El pintor justifica la donaci¨®n de su colecci¨®n a la Fundaci¨®n Juan March
La reciente donaci¨®n hecha por el pintor Fernando Z¨®bel a la Fundaci¨®n Juan March de la colecci¨®n del Museo de Arte Abstracto Espa?ol, instalado en las casas colgadas de Cuenca desde 1966, ha causado un gran revuelo en el mundillo art¨ªstico. Fernando Z¨®bel (Manila, 1924), artista pl¨¢stico cuya obra se exhibe actualmente en museos brit¨¢nicos, norteamericanos, filipinos y espa?oles, conf¨ªa plenamente en que los nuevos propietarios seguir¨¢n gui¨¢ndose por un criterio selectivo que predomine sobre el de la cantidad.
El fondo actual de la colecci¨®n, cedida por su creador y propietario a la Fundaci¨®n March, consta de setecientas obras. Z¨®bel explica las razones que le han llevado a realizar esta importante donaci¨®n: ?El museo surgi¨® como algo experimental, sin que yo nunca me plantease su permanencia. Y era el albergue de cuanto yo hab¨ªa ido coleccionando con ilusi¨®n y esfuerzo. Pero pronto se vio que funcionaba cara al p¨²blico, que val¨ªa la pena preocuparse por su supervivencia. Y ah¨ª empezaron mis problemas. Durante muchos a?os me he preguntado acerca del mejor modo de asegurar su continuidad. Y, al fin, llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que s¨®lo la Fundaci¨®n March podr¨ªa conservar y ampliar de manera conveniente el concepto cimental de este museo?.De no haber sido aceptada la donaci¨®n, confiesa ahora el pintor, ?la verdad es que me hubiese sentido desolado, pues jam¨¢s se me ocurri¨® ninguna otra alternativa. Lo que yo nunca he deseado es dejar la colecci¨®n en manos de mis herederos o de alg¨²n organismo oficial?. A partir de ahora, Z¨®bel no sabe con exactitud cu¨¢l ser¨¢ su contacto con la colecci¨®n: ?Se me ha pedido que siga vinculado al museo. Pero no s¨¦ todav¨ªa c¨®mo. Lo que quiero dejar claro es que la Fundaci¨®n es ya la propietaria absoluta y que yo no he impuesto ninguna condici¨®n. Me f¨ªo plenamente de cuanto decidan, pues ellos, al igual que yo, siempre han preferido lo selectivo a lo cuantitativo?.
Z¨®bel hace hincapi¨¦ en su preferencia por lo privado: ?Al t¨¦rmino, uno siempre descubre que lo eficaz en arte es hacer lo que a uno le venga en gana, aceptando el riesgo y la posibilidad de equivocarse. Lo curioso es observar c¨®mo esas apuestas personales son las que mejor germinan en la colectividad. De hecho, los habitantes de Cuenca se sienten felices con el museo, sienten un gran cari?o por ¨¦l y han recibido con gozo la noticia. de que la Fundaci¨®n March va a asegurar la permanencia de mi colecci¨®n en esa ciudad?.
Respuesta institucional
El director de la Fundaci¨®n Juan March, Jos¨¦ Luis Yuste, evoca el proceso recorrido desde que recibieron la propuesta de Z¨®bel hasta la aceptaci¨®n de la misma: ?Por supuesto, ha durado meses. En una operaci¨®n de esta envergadura era preciso realizar un estudio meticuloso, reflexionar sobre cada detalle, no dejar ning¨²n cabo suelto. No ha habido, pues, titubeos en cuanto a la aceptaci¨®n de unas obras seleccionadas con un criterio sumamente pr¨®ximo al de la Fundaci¨®n; la reflexi¨®n se centraba en aspectos m¨¢s externos, si bien no exentos de complejidad. Nuestra aceptaci¨®n final no permite demasiados ep¨ªlogos. Es una respuesta en s¨ª?.La ¨²nica duda subyacente es si un nuevo director de la Fundaci¨®n March respetar¨ªa el conocimiento y el entusiasmo demostrados por Jos¨¦ Luis Yuste en el terreno art¨ªstico: ?El trabajo de esta casa es institucional y no personal. Personal era hasta el presente la actividad de Z¨®bel, pero no lo es nuestra respuesta a su generosa oferta. La Fundaci¨®n Juan March. a su modesto nivel, realiza una- labor de responsabilidad nacional. Por consiguiente, esa l¨ªnea ser¨¢ siempre respetada. Ello me permite insistir en que nuestra respuesta ha sido claramente institucional?.
Opiniones de cuatro pintores
La donaci¨®n de Fernando Z¨®bel a la Fundaci¨®n March ha sido muy bien acogida entre los pintores espa?oles. Rafael Canogar declara: ?No tengo ni la menor idea acerca de los acuerdos internes, desconozco los planes cara al futuro... Pero la idea de Z¨®bel me parece sumamente elogiable, dalo que ha pensado a su debido tiempo en la continuidad de un m aseo tan ejemplar como es el suyo?.Eusebio Sempere, que don¨® su propia colecci¨®n a la ciudad de Alicante, confiesa haber pensado bastante sobre el gesto de Z¨®bel: ?El es lo suficientemente inteligente como para saber que esta soluci¨®n era la mejor. Se estaba gastando unos, diez millones de pesetas al a?o para enriquecer el museo. Es tremendo. No puede uno dedicar toda una vida a realizar sacrificios que luego pueden convertirse en nada. La Fundaci¨®n March se halla en condiciones de asegurar que ese enorme esfuerzo no resulte, a la postre, bald¨ªo?.
Jos¨¦ Guerrero es contundente: ?Me parece un gesto perfecto. Estas colecciones no deben quedar en manos de los herederos. De lo contrario, lo m¨¢s probable es que se repitan las desgarraduras actuales de la familia Picasso?.
A Gustavo Torner, quien tuvo la idea de instalar el museo en las Casas Colgadas, le resulta imposible opinar desde fuera: ?Soy amigo de Fernando Z¨®bel, estoy vinculado al museo de Cuenca y, para colmo, he servido de intermediario en esta donaci¨®n. Nunca hubiese colaborado de no pensar, desde el comienzo, que ¨¦sta era la f¨®rmula m¨¢s adecuada para lo que se. pretend¨ªa?.
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