Carrillo asume ante los intelectuales y profesionales la necesidad de "democratizar y renovar" el PCE
El secretario general del Partido Comunista de Espa?a (PCE), Santiago Carrillo, asegur¨® el pasado domingo, en el discurso de clausura de la I Asamblea de Intelectuales, Profesionales y Artistas, que los problemas de la relaci¨®n insatisfactoria entre la base y los ¨®rganos del partido, as¨ª como la necesaria democratizaci¨®n interna, ser¨¢n temas ?rigurosamente tratados? en el d¨¦cimo congreso, donde los afiliados al PCE podr¨¢n ?exigir todo tipo de responsabilidades a la direcci¨®n?.
Pese a reconocer p¨²blicamente que el PCE no re¨²ne las condiciones ¨®ptimas de democracia interna y que ser¨¢ necesario un ?proceso de renovaci¨®n?, tal y como le han venido pidiendo los intelectuales y profesionales durante las jornadas de esta primera asamblea de Madrid, el discurso, de Carrillo no dej¨® satisfecha a la inmensa mayor¨ªa de participantes. En palabras de uno de los representantes de los abogados comunistas, H¨¦ctor Maravall, ?Carrillo no se ha enterado de nuestra situaci¨®n de emergencia en el partido. No ha sabido valorar que, de los 3.000 profesionales con que cont¨¢bamos en 1977, ahora s¨®lo quedan cuatrocientos, y despu¨¦s de este discurso mucho me temo que la cifra disminuya todav¨ªa m¨¢s?. Este descontento generalizado ten¨ªa su origen en ciertas apreciaciones del discurso de Carrillo, de marcado car¨¢cter obrerista, y en la defensa rotunda que ¨¦ste hizo de las agrupaciones territoriales, punto clave del malestar de este sector de militantes comunistas.Cuando el PCE fue legalizado, el secretario adopt¨® un acuerdo mediante el cual desaparec¨ªan las organizaciones profesionales, y sus integrantes entraban a formar parte de las agrupaciones territoriales (de barrio o distrito). Fue entonces cuando se produjo la primera desbandada de intelectuales profesionales, y cuando los que se quedaron iniciaron su proceso de alejamiento del partido, proceso que ha culminado con el descenso alarmante de militantes y con situaciones tan absurdas como la planteada por el portavoz de los ingenieros, cuando dijo: ?Es muy significativo que los pocos ingenieros que hemos estado trabajando en comisi¨®n durante esta asamblea nos hayamos conocido aqu¨ª?. El portavoz de Sanidad, Javier Rey, incidi¨® tambi¨¦n otro factor de descontento importante: ?Es bastante curioso que los responsables de sanidad en el PCE no sean personas t¨¦cnicamente preparadas para ello. Yo propondr¨ªa?, dijo, ?para evitar esta desconexi¨®n enorme entre lo que ocurre realmente en el sector sanitario y lo que se adopta oficialmente, que quienes llevan estos temas a nivel de direcci¨®n contaran al menos con nuestra opini¨®n para elaborar la pol¨ªtica sanitaria?.
Junto con estas observaciones, las duras cr¨ªticas de los abogados, arquitectos y RTVE, que acusaron al PCE de haberles marginado, provocaron la demanda masiva de la vuelta a las organizaciones profesionales, sin que ello impida que quienes deseen trabajar en la agrupaci¨®n de barrio puedan seguir haci¨¦ndolo. Esta soluci¨®n intermedia fue aprobada por una mayor¨ªa aplastante de los asamble¨ªstas.
Sin embargo, las palabras finales de Carrillo defraudaron porque no recog¨ªan estas aspiraciones, aunque el estudio de este tema corresponde al comit¨¦ provincial, que ayer mismo convoc¨® una reuni¨®n para el pr¨®ximo s¨¢bado, donde las conclusiones de la asamblea figuran como ¨²nico punto del orden del d¨ªa.
Lo que Carrillo no hizo fue manifestar p¨²blicamente su apoyo a los intelectuales y profesionales, record¨¢ndoles, por el contrario, que ?la mayor parte de los partidos de izquierda tienen un origen obrerista y obreros fueron sus dirigentes?, que ?no es cierto que los intelectuales hayan estado marginados en nuestro partido?, y algo tan ambiguo como que ?debemos abolir en nuestras filas la distinci¨®n entre trabajo manual e intelectual, ya que la tarea del partido es fundamentalmente intelectual, de convencimiento?. Frente al descontento generalizado, hubo unos pocos que interpretaron este nadar entre dos aguas de Carrillo como lo ¨²nico inteligente que el secretario general del PCE pod¨ªa hacer en estos momentos, con la reciente explosi¨®n obrerista del V Congreso del PSUC, con el alboroto que provoca Ram¨®n Tamames cada vez que pide la ?jubilaci¨®n de la vieja guardia? y bajo las constantes demandas de los cr¨ªticos de renovaci¨®n y democratizaci¨®n.
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