Los seleccionados ganaron en la Eurocopa m¨¢s de un mill¨®n cada uno

Unos treinta millones de pesetas recibi¨® d¨ªas pasados la Federaci¨®n Espa?ola por su participaci¨®n en la pasada Eurocopa, disputada. en Italia durante el mes de junio de 1980. Esta cifra ser¨¢ repartida, mitad y mitad, entre los clubes que aportaron jugadores al equipo nacional y los veintid¨®s jugadores que estuvieron en Italia. Cada uno, de ¨¦stos, pues, percibir¨¢ unas 680.000 pesetas, a las que hay que a?adir 500.000 m¨¢s por usar una determinada marca de botas.La Federaci¨®n Espa?ola no se quedar¨¢ con una sola peseta de esos treinta millones. Los clubes se repartir¨¢n la cantidad que les corresponde, casi quince millones de pesetas, proporcionalmente, seg¨²n el n¨²mero de jugadores que aport¨® cada uno. Esta distribuci¨®n se aplic¨® tambi¨¦n despu¨¦s del Campeonato Mundial de Argentina de 1978.

Los veintid¨®s jugadores que estuvieron presentes en Italia para participar en la Eurocopa han cobrado ya ese medio mill¨®n de pesetas por el uso de las botas, adem¨¢s de 4.000 pesetas de diteta por cada d¨ªa que permanecieron en el pa¨ªs trasalpino. Cada jugador espa?ol que estuvo presente en la Eurocopa, por tanto, cobrar¨¢ as¨ª 1.200.000 pesetas.

Los veintid¨®s jugadores que Kubala seleccion¨® para la fase final de la Eurocopa fueron: Arconada, Urruticoechea y Artola, porteros; Tendillo, Migueli, Alesanco, Gordillo, Celayeta y Cundi, defensas; Zamora, Diego, Asensi, Carde?osa, Del Bosque y Ur¨ªa, centrocampistas, y Juanito, Santillana, Satr¨²stegui, Dani, Quini, Saura y Carrasco, delanteros.

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Diecis¨¦is de estos veintid¨®s jugadores tienen firmado contrato con una determinada marca. de material deportivo, por el que, entre otras cosas, se comprometen a usar sus botas de jugar. El resto de los jugadores est¨¢n comprometidos con otras dos marcas diferentes de material deportivo: Juanito y Migueli, por un lado, y Tendillo, Gordillo, Zamora y Satr¨²stegui, por otro. La Federaci¨®n lleg¨® a un acuerdo para que los jugadores del equipo de Kubala, en su totalidad, usasen las botas de la marca que la mayor¨ªa de ellos tienen firmados sus contratos.El problema surgi¨® con aquellos jugadores que tienen firmados contratos con marcas de la competencia. La soluci¨®n que se encontr¨® no pudo ser m¨¢s f¨¢cil. Bast¨® con comprar un bote de pintura blanca y una brocha y colocar en las botas de las marcas distintas a la de la contratada las dos franjas que distinguen a esta ¨²ltima. De hecho, no es la primera vez que sucede esto con los jugadores del equipo nacional con motivo de partidos internacionales.