Argel insiste en que no hay acercamiento a Rabat
En la ¨²ltima semana, Argelia ha desmentido oficialmente en tres ocasiones que exista un acercamiento pol¨ªtico con Marruecos, y mucho menos, contactos tendentes a un eventual restablecimiento de las relaciones diplom¨¢ticas entre los dos pa¨ªses, rotas por el conflicto del Sahara Occidental.Primero fue el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benyahia, verdadero art¨ªfice del acuerdo norteamericano-iran¨ª sobre los rehenes, quien, en un debate parlamentario sobre pol¨ªtica exterior, afirm¨® que los rumores sobre un eventual restablecimiento de las relaciones diplom¨¢ticas entre Argelia y Marruecos ?ten¨ªan como objetivo menoscabar las brillantes victorias conseguidas por el pueblo saharaui en los planos militar y pol¨ªtico?.
Posteriormente, el peri¨®dico gubernamental de Argel El Moudjahid denunci¨® la existencia de una ?campa?a de intoxicaci¨®n? marroqu¨ª destinada a ?hacer creer que existen contactos entre Argelia y Marruecos e incluso que se revisa por parte argelina su actitud con respecto al pueblo saharaui?.
El peri¨®dico vinculaba esta campa?a marroqu¨ª a la celebraci¨®n de la ?tercera cumbre isl¨¢rnica? de Taif (Arabia Saud¨ª), que se celebra actualmente, y a la que asisten el presidente argelino Chadli Benjedid y el rey Hassan II de Marruecos.
Precisamente fue en la ciudad santa saud¨ª de La Meca donde hace tres d¨ªas se saludaron muy afectuosamente el presidente argelino y el monarca marroqu¨ª, lo que di¨® pie a todo tipo de especulaciones sobre la reconciliaci¨®n argelino-marroqu¨ª.
En relaci¨®n con este saludo, el peri¨®dico citado public¨® ayer en su primera p¨¢gina un comentario titulado "Especulaciones sobre un gesto de cortes¨ªa" en el que afirma que ?el presidente Chadli Benjedid y el rey Hassan II de Marruecos se encontraron por pura coincidencia ?en las escaleras de La Kaaba? y que all¨ª ?se dieron un apret¨®n de manos?.
El peri¨®dico dice que este apret¨®n de manos ?no tiene ninguna significaci¨®n pol¨ªtica? y que ?solamente se sit¨²a en el nivel de la cortes¨ªa y de las tradiciones isl¨¢micas?.
Sin embargo, todos estos ment¨ªs no impiden pensar sino todo lo contario.
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