Paro y pluriempleo

Uno podr¨¢ creer que el funcionamiento de este pa¨ªs es democr¨¢tico cuando situaciones como la que voy a contar encuentren una soluci¨®n adecuada.Soy licenciado de filolog¨ªa en paro, que en el pasado mes de septiembre solicit¨® entrar como profesor en la facultad de Filosof¨ªa y Letras de Granada. Presentaba para ello unos m¨¦ritos que nada tienen que envidiar a los que han presentado en su momento la mayor¨ªa de los que hoy son profesores de dicho centro. Pues bien, mi instancia, aunque fue admitida, entre otros, por el decano de la facultad, fue desestimada por la mitad m¨¢s uno de los miembros de la comisi¨®n de contrataci¨®n, para conceder la plaza a un licenciado que tiene trabajo y que, para m¨¢s se?as, es funcionario, catedr¨¢tico de instituto y, por si fuera poco a¨²n, que ni siquiera trabaja en Granada, sino en Guadix, a 59 kil¨®metros de la capital, contraviniendo, por tanto, la actual ley de funcionarios.

Ante esto, yo pregunto: ?c¨®mo es posible que un organismo que se dice democr¨¢tico, como la citada comisi¨®n, tenga la osad¨ªa de rechazar a una persona que, como yo, est¨¢ en el paro, para admitir a otra que goza de un buen empleo? Estamos hartos de o¨ªr que la situaci¨®n de paro es alarmante en nuestro pa¨ªs y que hay que adoptar medidas urgentes para paliarlo. Pero est¨¢ claro que con este tipo de actuaciones lo ¨²nico que se consigue es favorecer el pluriempleo y, por consiguiente, aumentar el n¨²mero de parados. Siempre he confiado en el car¨¢cter democr¨¢tico de estos organismos; s¨®lo espero que lo demuestren alguna vez./