La novela ganadora del premio Blasco Ib¨¢?ez es "una mezcla de Carpentier y Polansky"

?Mi novela es una mezcla de Alejo Carpentier y de Roman Polansky, seg¨²n manifest¨® el jurado. Para m¨ª, esta definici¨®n resulta perfecta, por cuanto la obra condensa, a partes iguales, enso?aci¨®n y terror?, expres¨® el periodista canario Luis Le¨®n Barreto, que gan¨® el primer premio de novela Blasco lb¨¢?ez, convocada por el Ayuntamiento de Valencia (v¨¦ase la segunda edici¨®n de EL PAIS de ayer).Le¨®n Barreto, que tiene dos novelas publicadas -Ulrike tiene una cita a las ocho y Memorial de A. D.-, ha tratado de contar en la novela premiada la gloria y la decadencia de una familia que tuvo su origen en Flandes y que se estableci¨® en la ciudad de Telde (Gran Canaria) y en la isla de Cuba. ?El ocaso de esta familia coincide con el gran arraigo de las pr¨¢cticas de las sociedades espiritistas en la isla de Gran Canaria, a partir de 1924, momento en que Primo de Rivera autoriza varias de estas logias?. Para el novelista hay un trasfondo m¨¢gico en todo el sur de la isla: ?Es el trasfondo de la marginaci¨®n, de la pobreza y de la ignorancia; en el momento en que est¨¢ ambientada la parte fundamental de mi obra (1931-1932) el ¨ªndice real de analfabetismo estaba en la isla en el 60%?. El escritor canario ha querido recrear el lenguaje campesino de las islas, tan rico en arca¨ªsmos, tan pr¨®ximo al Caribe. ?Precisamente?, a?ade, ?el tema de los emigrantes canarios en Cuba es una de las apoyaturas que tiene la novela, puesto que no hay que olvidar que la mayor¨ªa de las pr¨¢cticas de brujer¨ªa y magia que a¨²n existen en Canarias fueron tra¨ªdas por los emigrantes que regresaron?.

Barreto opina que Canarias es, adem¨¢s, el puente idiom¨¢tico entre el espa?ol que se habla en la Pen¨ªnsula y el que se habla en Am¨¦rica. Pero insiste en que su novela ?no es un trabajo costumbrista, pero s¨ª he querido reflejar esas peculiaridades idiom¨¢ticas isle?as, los giros americanos?. El tema de Las espiritistas de Telde arranca de un hecho real, un famoso crimen ritual que se produjo en la ciudad del mismo nombre en abril de 1930, aunque contiene una gran dosis de elementos imaginativos. ?Adem¨¢s, he querido protagonizar en esta saga familiar buena parte de las persecuciones, las epidemias, los procesos de la Inquisici¨®n y las invasiones pir¨¢ticas que las islas han padecido a lo largo de su dif¨ªcil historia?.

Luis Le¨®n Barreto no se averg¨¹enza de decir que ?Yo me he alimentado con los grandes escritores del boom americano. Por nuestra idiosincrasia y porque Canarias es un p¨®rtico del Caribe, me parece perfectamente normal que los escritores canarios de mi generaci¨®n estemos tocados por los monstruos que nacieron al otro lado del oc¨¦ano y que, por otra parte, han aportado una enorme renovaci¨®n en la novela universal?.

Barreto fue finalista en 1970 del Premio S¨¦samo de novela corta y en 1976 gan¨® el premio de novela P¨¦rez Gald¨®s con Ulrike tiene una cita a las ocho.

Como finalista del Premio Blasco Ib¨¢?ez, qued¨® el autor teatral Eduardo Quiles, con El carnaval del relajo, informa Jaime Mill¨¢s. Quiles se ocupa, en la actualidad, en actividades de animaci¨®n cultural dependientes de la Corporaci¨®n Municipal Valenciana, y acaba de lanzar su segundo volumen Teatro tragic¨®mico, selecci¨®n de obras de su fecunda producci¨®n. El Premio Gules de poes¨ªa en castellano recay¨® en Meditaci¨®n de los asombros, de Antonio Porpetta.