Los salarios de los profesores

El se?or ministro de Educaci¨®n ha afirmado, a trav¨¦s de Radiotelevisi¨®n Espa?ola, que, si bien los salarios del profesorado eran miserables (esto es, de extraordinario deterioro, fueron sus palabras), ¨¦l no ten¨ªa la culpa, y los profesores huelguistas ser¨ªan penalizados en sus haberes en relaci¨®n a los d¨ªas de clase no impartidos. ?Al igual que en cualquier otro sector productivo?. Ahora bien, el se?or ministro tuvo en sus manos, desde el d¨ªa 10 de noviembre de 1980, una sentencia de la Audiencia Territorial de Oviedo (de fecha 31 de octubre) que se?alaba como absolutamente ilegal, y, por tanto, nulo, el procedimiento de deducir dinero de los salarios. Solamente se puede deducir salarios a los funcionarios en virtud del expediente disciplinario sancionador correspondiente. El ministro, con la sentencia en la mano, utiliz¨® la radio y la televisi¨®n para informar que, a pesar de la prohibici¨®n judicial, ¨¦l seguir¨ªa actuando ilegalmente, y deducir¨ªa de las n¨®minas tanto dinero cuanto le viniera en gana. Sin atender a ning¨²n tipo de legalidad.Esto es, la legalidad, el derecho y los tribunales de justicia no existen para el se?or ministro. De acuerdo. Pero ?por qu¨¦ entonces ahora el se?or director general de Personal del M. E. abre expediente disciplinario al funcionario (catedr¨¢tico de ingl¨¦s del I. N. B. de Villaviciosa, Asturias) que hab¨ªa recurrido contra la deducci¨®n salarial ante la Audiencia de Oviedo? Al abrir a este profesor procedimiento sancionador reconoce que la deducci¨®n salarial es ilegal, al tiempo que se empe?a en actuar ilegalmente deduciendo salarios a los profesores sin abrirles expediente. Incre¨ªble. Pero m¨¢s incre¨ªble a¨²n es el hecho de que este profesor expedientado ha recibido del propio Ministerio, simult¨¢neamente a la apertura de expediente, otra notificaci¨®n de deducci¨®n de salarlo. Y con ¨¦l todos los profesores de Espa?a.

El ministro miente. Para ¨¦l el estado de derecho es el estado de perpetua arbitrariedad, y del desprecio a la ley y a los tribunales.

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