La huelga de Gas Madrid no ha reducido de forma apreciable el suministro a los usuarios
Los efectos de la huelga de los trabajadores de Gas Madrid, SA, que ayer concluy¨® su segundo d¨ªa, apenas fueron perceptibles para la poblaci¨®n que dispone de este servicio, excepto para algunas zonas del noroeste de la ciudad, aunque en ning¨²n momento se produjo en las mismas la falta de suministro suficiente para poder cocinar o calentar agua. Mientras tanto, las negociaciones continuaban estancadas ayer, a pesar de que hubo un nuevo encuentro entre la direcci¨®n y el comit¨¦ de empresa, por lo que la huelga continuar¨¢, con toda probabilidad, en los pr¨®ximos d¨ªas.
Con todo, el usuario normal, incluido el de los barrios situados a un nivel m¨¢s bajo, apenas est¨¢ percibiendo los efectos de la huelga. Las dos razones fundamentales para que los dos d¨ªas de paro laboral de los 850 trabajadores de la compa?¨ªa hayan pasado inadvertidos son las siguientes: por un lado, la necesidad de seguir manteniendo, por razones de seguridad, una presi¨®n m¨ªnima hace que se acumule durante toda la noche una cantidad de gas suficiente para abastecer a la poblaci¨®n durante las horas punta matinales, y por otro, las dificultades continuadas que la direcci¨®n est¨¢ poniendo a los trabajadores para manipular la producci¨®n de gas han venido a sumarse a lo anterior.
M¨ªnima reducci¨®n de la producci¨®n
As¨ª, durante el primer d¨ªa s¨®lo se pudo reducir un 5% la producci¨®n con respecto a un d¨ªa normal, por lo que entre lo almacenado en la noche del lunes al martes y lo producido el martes fue suficiente para que se abasteciese normalmente a la poblaci¨®n durante toda la ma?ana y casi toda la tarde. Las reducciones pudieron ser algo m¨¢s notables a partir de media tarde, en que un grupo de trabajadores y t¨¦cnicos de la empresa procedieron a rebajar directamente la presi¨®n del gas en una buena parte de las 84 subestaciones que la compa?¨ªa tiene en la ciudad.
No obstante, anoche era muy dif¨ªcil precisar el alcance real de la huelga, por la guerra de datos entre la direcci¨®n y el comit¨¦ de empresa. As¨ª, mientras la primera estimaba que el abastecimiento era absolutamente normal, representantes de los trabajadores aseguraron que el suministro de gas se hab¨ªa reducido por lo menos en una tercera parte en las zonas siguientes, correspondientes al menos a doce subestaciones: paseo de Cilvo Sotelo, paseo de la Castellana (zona Bernab¨¦u), plaza de Castilla, barrio del Pilar (en las zonas de Monforte de Lemos, Ferm¨ªn Caballero y Ferrol del Caudillo), prolongaci¨®n de Pr¨ªncipe de Vergara, en su intersecci¨®n con Ram¨®n y Cajal, Mirasierra, etc¨¦tera. Los trabajadores insistieron, igualmente, para rebatir los argumentos de la empresa, que la presi¨®n en la f¨¢brica central de Gas Madrid en Manoteras (¨²nico centro de producci¨®n en Madrid, de donde se surten las 84 subestaciones que sirven para el abastecimiento) estaba en el ¨ªndice 3,4, lo que significaba que en las zonas m¨¢s alejadas de la capital era imposible que el suministro fuera suficiente.
No obstante, un amplio sondeo realizado por EL PAIS en las ¨²ltimas horas de la tarde y primeras de la noche permitieron averiguar que en las zonas aludidas por los trabajadores no se hab¨ªan registrado fallos importantes en el suministro que impidieran utilizar normalmente los electrodom¨¦sticos y, en menor medida, las calefacciones. El mismo resultado se registr¨® en la pr¨¢ctica totalidad de los barrios de Madrid. Las ¨²nicas diferencias que notaron algunos usuarios, pocos, fue que tardaban algunos minutos m¨¢s en cocinar los alimentos.
Sin avance en las negociaciones
Los trabajadores de Gas Madrid seguir¨¢n reuni¨¦ndose en asambleas diarias -a primeras horas de la ma?ana- en tanto no lleguen a alg¨²n acuerdo. Cada d¨ªa se decidir¨¢ si prosigue la huelga -cuya solicitud fue hecha para los d¨ªas comprendidos entre el 9 y el 18- y cada d¨ªa se proceder¨¢ a la reducci¨®n en la producci¨®n del combustible. En concreto, est¨¢ previsto -seg¨²n informaron miembros del comit¨¦ de empresa- que a partir de las ocho de la ma?ana de hoy se contin¨²e reduciendo la presi¨®n en las subestaciones, y no en la f¨¢brica central, por conllevar esto mayores riesgos, aunque la cantidad almacenada durante las noches se ir¨¢ reduciendo a medida que vayan pasando los d¨ªas, porque la idea es aprovechar las horas de no consumo para producir menos.
Las reducciones continuar¨¢n paulatinamente, lo que, unido a un mayor consumo, debido a la ola de fr¨ªo que sufre Madrid en estos d¨ªas, har¨¢ que en los pr¨®ximos d¨ªas, caso de continuar la huelga, sean m¨¢s perceptibles los d¨¦ficit en los suministros.
La ¨²ltima oferta hecha por los trabajadores es un aumento salarial del 17%, jubilaci¨®n a los 62 a?os, reducci¨®n de la jornada anual (actualmente de unas 2.000 horas) en cien horas, la reducci¨®n de horas extraordinarias e incentivos y su sustituci¨®n por nuevos puestos de trabajo. La oferta de la empresa es del 14,5% y reducci¨®n de la jornada anual en diecisiete horas. La empresa acept¨® ¨²nicamente la conversi¨®n de los quinquenios en trienios, tal como ped¨ªan los trabajadores en el proyecto de convenio.
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