La peque?a ciudad
de Luxemburgo parec¨ªa ayer insuficiente para acoger a tanto rey, tanto pr¨ªncipe y tanto miembro del Ghota, con el consabido cortejo de fot¨®grafos y expertos de la Prensa del coraz¨®n, seg¨²n informa Soledad Gallego-D¨ªaz. A las diez de la ma?ana, en la catedral, adornada para la ocasi¨®n con cientos de flores blancas, el pr¨ªncipe heredero del gran ducado de Luxemburgo, Henri Albert Gabriel F¨¦lix Mar¨ªa Guillaume, 26 a?os, contrajo matrimonio con una guapa joven criolla, Mar¨ªa Teresa Mestre, 24 a?os, hija de un rico banquero cubano refugiado en Suiza desde que Fidel Castro lleg¨® al poder.Mar¨ªa Teresa -Maite la llama su flamante marido- vest¨ªa un traje blanco del modista franc¨¦s Balmain, con un velo de encaje de m¨¢s de cinco metros de largo. La cola, de la misma longitud, la llevaba su hermana Catalina. Henri vest¨ªa uniforme de capit¨¢n del Ej¨¦rcito de su pa¨ªs, azul oscuro.
Entre los invitados se encontraban el rey Olav de Noruega, los reyes de B¨¦lgica, Balduino y Fabiola; la reina Margarita de Dinamarca y su marido, el pr¨ªncipe consorte Henri; los pr¨ªncipes de M¨®naco, Rainiero y Grace; el pr¨ªncipe Felipe de Edimburgo, jefe de la casa real de los Habsburgo. En representaci¨®n de los Reyes de Espa?a, que no pudieron acudir, como estaba previsto, debido al fallecimiento de la ex reina Federica de Grecia, la Casa Real espa?ola estuvo representada por la hermana de don Juan Carlos, la infanta Margarita de Borb¨®n, y su marido, el doctor Zurita.
Pese al fr¨ªo glacial, cientos de luxemburgueses esperaron frente al Palacio Real los 101 ca?onazos y el repique de campanas que anunciaron el fin de la ceremonia. Los dos j¨®venes esposos aparecieron en el balc¨®n principal para saludar a sus compatriotas, que reclamaban tambi¨¦n la presencia de la abuela de Henri, la gran duquesa Carlota, de 85 a?os, muy querida en Luxemburgo. La baja temperatura aconsej¨® a la venerable se?ora continuar recluida en los salones.
Aunque se mantiene en el m¨¢s riguroso secreto el destino elegido por los pr¨ªncipes herederos para pasar su ?luna de miel?, no se descarta que Henri y Mar¨ªa Teresa pasen algunos d¨ªas en la casa que los padres de ella poseen en Santander (Espa?a).
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