Vakarelis interpreta las sonatas fundamentales del piano

La sala F¨¦nix result¨® insuficiente para acoger al p¨²blico asistente a los Lunes de RNE, que presentaban al premio Reina Sof¨ªa 1979, Janis Vakarelis. Sus versiones de la Appassionata, de, Beethoven, y la Sonata en si menor, de Liszt, provocaron una respuesta clamorosa ante la cual el pianista griego hubo de a?adir varios bises, en uno de los cuales, El vito, de Manuel Infante, demostr¨® que lo espa?ol no tiene secretos.Las dos sonatas, fundamentales en la historia del piano y representativas de dos momentos cruciales en la evoluci¨®n del pensamiento instrumental y la renovaci¨®n de las formas, son p¨¢ginas no s¨®lo enormemente dif¨ªciles en lo t¨¦cnico, sino necesitadas de planteamientos musicales muy rigurosos, de capacidad de penetraci¨®n en su intramundo, que parece reservada a int¨¦rpretes de cierta edad.

Vakarelis demostr¨® poseer una anticipada madurez y, al mismo tiempo, una imaginaci¨®n creativa de gran fuerza en todos los aspectos. Acaso en la calibraci¨®n de planos y en la coloraci¨®n de sonoridades m¨¢s que en ning¨²n otro. El piano que desborda sus l¨ªmites en Beethoven y el tantas veces denominado sinf¨®nico de Liszt encontr¨® en el premio Reina Sof¨ªa un entendedor profundo y un expositor clar¨ªsimo. En un discurso hablado, como en otro musical, no debe existir p¨¢rrafo o frase que no se entienda en su letra y no se justitique en su significaci¨®n. As¨ª expuso Vakarelis las dos monumentales sonatas.