?Proceso pol¨ªtico a la polic¨ªa?

El suceso de la muerte de un presunto miembro de la organizaci¨®n terrorista ETA Militar, acusado de m¨²ltiples asesinatos, ha sido utilizado para distraer la atenci¨®n general sobre una situaci¨®n grave de crisis econ¨®mica, paro, inflaci¨®n, terrorismo, etc¨¦tera, a la vez que se trataba de centralizar en un hecho individual una presunta violaci¨®n generalizada de los derechos humanos, haci¨¦ndolos aparecer como pr¨¢ctica habitual de una gran parte de los funcionarios encargados de la persecuci¨®n y prevenci¨®n del terrorismo.Sin entrar en el fondo del asunto, que es competencia exclusiva de la autoridad judicial y que, por consiguiente, est¨¢ sub judice, no cabe duda de que nuestra Constituci¨®n proclama como derecho fundamental el de la presunci¨®n de inocencia y el del respeto al honor, por lo que cualquier juicio de valor generalizado a unos funcionarios policiales que intervinieron en una detenci¨®n e interrogatorio corre el riesgo de lesionar estos derechos b¨¢sicos.

Nuestro Sindicato Profesional fue el primero en pedir una investigaci¨®n para aclarar una situaci¨®n que pon¨ªa en entredicho la funci¨®n y el quehacer policial; pero, una vez iniciada por el poder judicial, estimamos que debe ser este ¨²ltimo quien se pronuncie, sin influencias ni interferencias, como est¨¢ aceptado en una sociedad democr¨¢tica con divisi¨®n de poderes.

Dicho lo anterior, resulta una temeridad claramente reprobable el imputar conductas delictivas a otras personas a trav¨¦s de medios de difusi¨®n social, cuando deber¨ªan hacerse ante la autoridad judicial, aportando las pruebas, seg¨²n establece nuestra ley de Enjuiciamiento Criminal, deber que obliga m¨¢s, si cabe, a funcionarios policiales cuando realizan tales denuncias.

De otra parte, se puede producir a consecuencia de estas denuncias un proceso de divisi¨®n interna del Cuerpo Superior de Polic¨ªa, que en nada beneficia a la actuaci¨®n profesional, independiente y democr¨¢tica que debe imperar en su seno, por lo que se est¨¢ cometiendo la negligencia de separar a los funcionarios policiales en ?buenos y malos?, seg¨²n el prisma con que se observe.

El cuerpo, ofendido

Independientemente de lo expuesto, es evidente que los integrantes de todo un cuerpo de la seguridad del Estado se han visto ofendidos en su honor por los ¨²ltimos ataques lanzados contra los mismos, pero en orden a la madurez, responsabilidad y valent¨ªa que deben imperar en el Cuerpo Superior de Polic¨ªa hay que superar esta faceta y no dejarse llevar por actuaciones exaltadas, aunque est¨¦n guiadas por motivos muy altruistas.

Es por ello que el Sindicato Profesional del Cuerpo Superior de Polic¨ªa, que en todo momento ha reivindicado una polic¨ªa profesional, independiente y apol¨ªtica en su actuaci¨®n, y que ha solicitado medios materiales, seguridad jur¨ªdica, m¨¢s libertad sindical en su seno, elaboraci¨®n de un nuevo reglamento, etc¨¦tera, y que persigue una seguridad para toda la sociedad, habiendo sido, incluso, expedientados algunos de sus dirigentes por errores, malos entendidos o ligeras interpretaciones por parte de la Administraci¨®n, al tratar de mantener una postura independiente tiene que servir de instrumento catalizador en la presente situaci¨®n conflictiva.