Salvar la democracia
Escribo estas l¨ªneas deseando intensamente equivocarme, pero la defenestraci¨®n de Su¨¢rez como presidente del Gobierno no es un simple movimiento t¨¢ctico ocurrido dentro del seno de un partido,Pasa a p¨¢gina 12
Salvar la democracia
Viene de p¨¢gina 11sino un ataque frontal contra la democracia y la Constituci¨®n refrendada por el pueblo.
Los poderes f¨¢cticos y los sectores antidemocr¨¢ticos del pa¨ªs se sienten ya lo suficientemente fuertes como para iniciar esta ofensiva, primero reventar¨¢n el partido de derecha, que a duras penas ofrece una imagen m¨¢s o menos liberal, a continuaci¨®n vendr¨¢n elecciones generales, que l¨®gicamente ganar¨¢ el partido mayoritario de la oposici¨®n; al llegar a este punto, la ofensiva ser¨¢ brutal y despiadada, no dejando resquicio para que el partido mayoritario pueda gobernar.
Como la situaci¨®n internacional ser¨¢ sumamente delicada para Occidente, la involuci¨®n podr¨¢ llegar con suma facilidad, siendo su grade, seg¨²n la conveniencia que los poderes internacionales dicten en aquel momento.
Sobre la conveniencia o no de no haber realizado la ruptura, hay puntos favorables y contrarios para las dos opciones, pero lo que s¨ª es evidente es que nuestra democracia est¨¢ escrita, pero carece de contenido.
Cuando los sectores antidemocr¨¢ticos de nuestro pa¨ªs estaban en completa retirada, tal vez hubiese sido el momento de pujar m¨¢s, y ahora posiblemente se tendr¨ªan muchos menos problemas t¨¢cticos de operatividad y poder tomar decisiones que en cualquier pa¨ªs occidental es cosa sabida.
En el proceso hist¨®rico en que nos encontramos nada m¨¢s cabe pedir: ??Salvemos la democracia!?./
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