Una gran ovaci¨®n premi¨® "Maravillas", de Guti¨¦rrez Arag¨®n, en el Festival de Cine de Berl¨ªn
La pel¨ªcula de Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n Maravillas es una de las que m¨¢s han destacado e interesado en este Festival de Cine de Berl¨ªn. Una ovaci¨®n cerrada, sin matices, cerr¨® las proyecciones origiales. M¨¢s tarde, en la conferencia de Prensa, las preguntas de los periodistas extranjeros indicaban claramente que los espectadores se hab¨ªan dejado ganar por la magia de sus im¨¢genes, por la riqueza de sus sugerencias. En una de las respuestas, cuando se le pregunt¨® por qu¨¦ el personaje de Maravillas consegu¨ªa llorar al final de la pel¨ªcula -siendo una ni?a que varias veces hab¨ªa dicho que ella no pod¨ªa hacerlo nunca-, Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n confes¨® que era preferible dejar que cada espectador aportara su propia comprensi¨®n. ?Mi respuesta empobrecer¨ªa seguramente el sentido: permitaseme mantener abierta esta imagen po¨¦tica?.
Son muchos y sugerentes los personajes de Maravillas: jud¨ªos trasnochados y rom¨¢nticos, j¨®venes delincuentes tiernos y c¨ªnicos, un fot¨®grafo frustrado que habla de viejos y seguramente inexistentes tiempos, un cura misterioso que transporta joyas, un mago ins¨®lito que reconstruye en un escenario la muerte de grandes criminales de todos los tiempos, un oscuro actor, eje ¨²ltimo de la an¨¦cdota, que se entrecruzan, que se rechazan o se unen para construir una galer¨ªa de soledades, de insolidaridades, que Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n ve con iron¨ªa y con tristeza. Dice que el origen primero de la pel¨ªcula fue el de narrar el paso de la infancia a la adolescencia de esa Maravillas (espl¨¦ndida Cristina Marcos), que comparte con su padre unas sorprendentes relaciones sadomasoquistas (genial Fernando Fern¨¢n G¨®mez). En ese sentido, Guti¨¦rrez Arag¨®n ha trabajado ya en otras ocasiones, tanto como director, en Camada negra, o como guionista, en Las largas vacaciones del 36, pero la pel¨ªcula es, sin duda, mucho m¨¢s. A mi juicio, la mejor de cuantas el director de Son¨¢mbulos y El coraz¨®n del bosque ha realizado nunca. Y en esa opini¨®n, que supone ya un juicio muy alto de Maravillas, coincid¨ªan cuantos comentaban con entusiasmo la pel¨ªcula.Lo contrario de Il Minestrone, de Sergio Citti, par¨¢bola retorcida y confusa, desigual y aburrida, sobre las ansiedades de nuestro tiempo, que parte de las divertidas an¨¦cdotas de unos p¨ªcaros que no pagan en los restaurantes, para alcanzar luego los de una metaf¨ªsica pretenciosa e incomprensible. O lo contrario tambi¨¦n En busca del hambre, del hind¨² Mrinal Sen, que si bien ha interesado a muchos de los asistentes por lo que tiene de cr¨®nica de las contradicciones de la izquierda en el actual momento pol¨ªtico de la India (un grupo de cineastas se dedica a trabajar en una pel¨ªcula sobre el hambre sufrida en 1943, que acab¨® con la vida de cinco millones de hind¨²es, sin darse cuenta de que a¨²n hoy no s¨®lo el hambre, sino la intolerancia, la estrechez mental y la injusticia forman parte de la vida cotidiana de su pa¨ªs), ha dejado a otros bien indiferentes por lo que de imitativo y falso tiene el lenguaje de Mrinal Sen, innecesaria e ingenuamente europeizado. Con un discutible paternalismo por parte de muchos cr¨ªticos, En busca del hambre se ha considerado mejor de lo que es.
No as¨ª, en cambio, la pel¨ªcula polaca Fiebre, de la cineasta Agagnieszka Holland, que en este su segundo largometraje (Actores de provincias fue el primero), cuenta con br¨ªo e inteligencia las vicisitudes de unos revolucionarios que, en 1905, no Ilegan nunca a colocar la bomba que han fabricado clandestinamente, pero s¨ª, en cambio, sufren detenci¨®n y muerte. Los miedos, las contradicciones, la faceta, en fin, humana de esos terroristas, se ve contrapunteada con la cobard¨ªa de quienes les dejan perder aun partiendo, en teor¨ªa, de planteamientos pol¨ªticos similares a los suyos. Fr¨ªamente, Holland expone unos hechos que van ganando al espectador seg¨²n avanza la pel¨ªcula. Sus largos primeros minutos cuentan con un gui¨®n alejado de la emoci¨®n, concebido s¨®lo como medio de ofrecer datos que m¨¢s tarde adquieren mayor sentido.
En estos ¨²ltimos d¨ªas de festival, el certamen ha mejorado notablemente. Por tanto, tambi¨¦n ha mejorado la calidad de las pel¨ªculas presentadas. Hasta ahora, en una visi¨®n rigurosa, s¨®lo Deprisa, deprisa, de Saura, merec¨ªa la pena destacarse. Lo que no ha variado sustancialmente es la pol¨¦mica que en contra del festival siguen manteniendo los directores y productores alemanes. Notas de r¨¦plica y contrarr¨¦plica aparecen a diario en el bolet¨ªn oficial, mientras se improvisan conferencias de Prensa. Alexander Kluge (director de Artistas bajo la c¨²pula del circo: perplejos, uno de los cl¨¢sicos del viejo ?nuevo cine alem¨¢n? y director preferido, seg¨²n confiesa ¨¦l mismo, por Stanley Kubrick) ha protagonizado, desde la autoridad que aqu¨ª se le reconoce, una de esas conferencias de Prensa de la que el director del festival ha preferido no saber nada. Entre otros muchos motivos, el caso de la pel¨ªcula salvadore?a El Salvador: el pueblo vencer¨¢, en principio aceptada por el comit¨¦ de selecci¨®n de Berl¨ªn y luego rechazada, es uno de los m¨¢s graves. La pel¨ªcula se ve a diario en sesiones comerciales, a cine lleno. Se trata de un reportaje vivo, y en algunos aspectos escalofriante, sobre la guerrilla en El Salvador.
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