La RFA puede reconsiderar su ayuda econ¨®mica a Turqu¨ªa
Antes de partir para Washington el pr¨®ximo domingo, el ministro federal de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, se reunir¨¢ con una comisi¨®n de parlamentarios alemanes que se dedica esta semana a estudiar en Turqu¨ªa las consecuencias que ha tra¨ªdo a este pa¨ªs el golpe militar del 12 de septiembre de 1980. Del informe de estos diputados, que pertenecen a todos los partidos del Bundestag, depender¨¢ que la Rep¨²blica Federal de Alemania incremente o reduzca dr¨¢sticamente la ayuda financiera que presta al pa¨ªs del B¨®sforo en concepto de asistencia especial al desarrollo.
Desde que los pa¨ªses comunitarios dieron por bien venido el golpe militar turco, en el que vieron un instrumento de pacificaci¨®n del pa¨ªs, la actitud alemana se ha decantado progresivamente y ahora, cinco meses despu¨¦s, incluso la Democracia, Cristiana federal (CDU) ha pedido, seg¨²n una nota informativa difundida por este partido, que no se desligue de la ayuda econ¨®mica a Turqu¨ªa el problema de la violaci¨®n de los derechos humanos. Ya antes del golpe armado, un grupo de veintis¨¦is diputados socialdem¨®cratas denunci¨® graves irregularidades del Gobierno conservador en esta materia y pronostica que un golpe de Estado no ser¨ªa en ning¨²n caso una soluci¨®n adecuada.Pero lo que m¨¢s alarma a los pol¨ªticos de Bonn es que Turqu¨ªa no s¨®lo no ha resuelto el problema del terrorismo, sino que su econom¨ªa se ha deteriorado a¨²n m¨¢s, en buena medida por la resistencia de los militares a renunciar a un dirigismo extremo. En los medios econ¨®micos alemanes se especulaba la semana pasada, con ocasi¨®n de la visita a Bonn del vicepresidente del Gobierno turco, Turgut Cezal, que el destino de ¨¦ste se encuentra ligado a la posibilidad de que los pa¨ªses de la OTAN, la OCDE y, sobre todo, Estados Unidos y la RFA pongan en marcha un nuevo programa de emergencia para ayudar a Ankara y doten a Turqu¨ªa de un fondo de divisas de hasta 2.000 millones de d¨®lares. Sin embargo, la experiencia de la ayuda prestada tras el golpe armado es negativa para los pa¨ªses acreedores y el ministro de Econom¨ªa de Bonn, Hans Matthoefer, no parece dispuesto a seguir actuando como coordinador de la ayuda internacional a Turqu¨ªa.
Bajo rendimiento de la industria estatal
Las razones son complejas, pero convertibles en una sola: la deuda exterior turca se sit¨²a ya en 2 1.000 millones de d¨®lares, de los que 6.200 millones corresponden a intereses. La banca y el empresariado alem¨¢n se muestran reacios a cooperar, en especial porque los militares pretenden conservar y ampliar el efecto proteccionista sobre determinados sectores deficitarios, como el de automoci¨®n, a base de subvenciones. Algo similar cabe aplicar a otras industrias nacionalizadas, herencia del keinalismo, que en la actualidad cuentan en total con 700.000 empleados, pero cuyo rendimiento se encuentra a un 29% de sus posibilidades.Para la RFA existen otros factores peculiares que obligan a este pa¨ªs a cooperar en una estabilizaci¨®n econ¨®mica de Turqu¨ªa. En Alemania Occidental se encuentran establecidos m¨¢s de 1.500.000 turcos que, en modo alguno, quieren regresar a su pa¨ªs de origen. Sobre todo en las actuales circunstancias. La inseguridad pol¨ªtica, acentuada con el golpe militar, ha tenido como efecto que estos trabajadores han reducido dr¨¢sticamente sus env¨ªos de dinero a Turqu¨ªa. El paro es ya en este pa¨ªs un fen¨®meno que afecta ?tormalmente? a 2.500.000 trabajadores y que podr¨ªa alcanzar a otro mill¨®n, temen los ?kemalistas?, si el vicepresidente del Gobierno, Cezal, pone en marcha en las actuales circunstancias su programa de plena orientaci¨®n hacia la econom¨ªa de mercado.
Presiones
Las presiones norteamericanas sobre el Gobierno de Bonn ya se hicieron sentir la semana pasada. Washington quiere por todos los medios que Turqu¨ªa sea un miembro fuerte de la OTAN, sobre todo a la vista de las dificultades que interponen los griegos en las nuevas negociaciones con Estados Unidos para la prolongaci¨®n del uso por las tropas norteamericanas de una veintena de bases.La Confederaci¨®n Europea de Sindicatos (CES) ha pedido a la Comisi¨®n Europea (¨®rgano ejecutivo de la CEE) que suspenda el acuerdo de asociaci¨®n de la Comunidad Europea con Turqu¨ªa de 1964, ?mientras persistan las violaciones de los derechos fundamentales?, seg¨²n se supo ayer en Bruselas.
La CES, que tambi¨¦n ha solicitado la expulsi¨®n de Turqu¨ªa del Consejo de Europa, basa esta petici¨®n en los ?numerosos informes sobre malos tratos y torturas de que han sido v¨ªctimas sindicalistas arrestados?.
?El terrorismo y la violencia?, afirm¨® Mathias Hinterscheid, secretario general de la CES, ?son ahora una pr¨¢ctica corriente de las autoridades pol¨ªticas turcas y solamente medidas draconianas internacionales pueden persuadirles de volver a la democracia?.
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