La expulsi¨®n de Sabido hundi¨® al Madrid

La expulsi¨®n de Sabido -justa, por otra parte- le cost¨® al Madrid la derrota en Atocha. Es el cuarto encuentro de Liga consecutivo contra la Real en el que el Madrid sufre expulsiones, sin duda porque nadie en la casa sabe controlar el pique de sus jugadores con los donostiarras. Por lo dem¨¢s, el partido fue bronco y tuvo su principal protagonista en Garc¨ªa Rem¨®n, tanto por su gran actuaci¨®n bajo los palos como por sus enfrentamientos Con el p¨²blico y sus choques con delanteros de la Real.El Madrid sali¨® con Camacho sobre Id¨ªgoras, Sabido sobre Uralde y Garc¨ªa Cortes sobre L¨®pez Ufarte, con Gallego de l¨ªbero. En la media, Angel tomaba a Zamora, Del Bosque se situaba como l¨ªbero adelantado para cerrar las llegadas de Alonso, y Garc¨ªa Hern¨¢ndez se emparejaba con Diego. Juanito se echaba atr¨¢s para crear y Olaizola le persegu¨ªa por todas partes.

En principio, el dominio en el medio campo era para el Madrid, gracias al juego reposado y t¨¦cnico de los Gallego, Del Bosque y Garc¨ªa Hern¨¢ndez. Pero la falta de acierto de Juanito hac¨ªa que en los tramos finales el Madrid no mantuviera el mismo tono.

La Real se vela ahogada por el buen f¨²tbol del Madrid, pero sab¨ªa encontrar en la debilidad como marcadores de Juanito, Garc¨ªa Hern¨¢ndez y Del Bosque oportunidades para meter sus contraataques. As¨ª, ya hab¨ªa salvado Garc¨ªa Rem¨®n un gol cuando, en el minuto nueve, Olaizola se fue solo, provoc¨® la salida de Gallego del ¨¢rea y cedi¨® a Diego, que llegaba tambi¨¦n libre de marcaje, para que ¨¦ste marcara. El Madrid acept¨® aquello como un accidente y sigui¨® con su juego parsimonioso y bien construido. La Real jugaba como fuera de casa, aguantando atr¨¢s y buscando ocasiones de contraataques, que ejecutaba con tanta rapidez como peligro. El dominio del Madrid apenas llev¨® peligro a Arconada: s¨®lo un disparo de Juanito, bien detenido por el extraordinario portero donostiarra, y el perfecto lanzamiento de Garc¨ªa Hern¨¢ndez de un libre directo, que fue el empate.

Provoc¨® la expulsi¨®n

Parec¨ªa desconcertarse la Real, por el empate y por el mantenido dominio del Madrid, cuando Sabido provoc¨® su expulsi¨®n con el encadenamiento en tres minutos de un codazo y una entrada espectacular a Uralde, que le costaron sendas tarjetas. Enr¨ªquez Negreira hab¨ªa salido a amonestar con severidad, sin casarse con nadie -de hecho, las dos primeras tarjetas fueron para los de casa-, y fue de parte de Sabido una imprudencia hacer lo que hizo. El Madrid recompuso su defensa como pudo, pero la cuesti¨®n se complic¨® m¨¢s cuando Angel, el mejor -el ¨²nico- marcador de la media, fue sustituido en el minuto 52, decisi¨®n de Boskov en la que pes¨® el hecho de que ya se hubiera apuntado una tarjeta y,estuviese opositando seriameate a la segunda. Le sustituy¨® Isidro. La Real, con Olaizola libre totalmente y con Alonso con tan poco enemigo para frenarle como Juanito, que hab¨ªa quedado sobre ¨¦l en los reajustes, se adelant¨® en el marcador gracias a una sencilla jugada entre estos dos hombres, y ah¨ª se vio que al Madrid ya no le quedaba nada por hacer. La Real lleg¨® bastante a puerta y encontr¨® en Garc¨ªa Rem¨®n el ¨²nico freno serio para la goleada. A partir de que, en el minuto setenta, Del Bosque, que se ven¨ªa abajo por momentos, se retirara para dar paso a Garc¨ªa Navajas -acababa de marcar Zamora el segundo gol-, que se situ¨® de l¨ªbero, con lo que Gallego pas¨®- a la media, el Madrid restableci¨® algo la situaci¨®n, pero no ten¨ªa ninguna posibilidad de enderezar el partido. De hecho, Arconada s¨®lo tuvo que intervenir para detener un chupinazo de Garc¨ªa Cort¨¦s en el lanzamiento de un libre y para atajar espectacularmente un centro alto de Santillana.

Incidentes ala salida

El partido estuvo salpicado de feos incidentes, surgidos siempre en torno a Garc¨ªa Rem¨®n. Tras la entrada de Uralde, que le estrell¨® contra el poste y por la que tuvo que ser atendido, el meta madridista dirigi¨® gestos provocativos al p¨²blico, que hab¨ªa gritado antideportiv amen te ??Ay, ay!? mientras era atendido. En la segunda mitad, algunos espectadores de su fondo arrojaron contra ¨¦l bolas de acero -una de las cuales se la guard¨® el meta para mostrarla a los informadores al final del partido- y monedas. Cuando sali¨® del. campo -fue el pen¨²ltimo en hacerlo, pues ¨¦l y Juanito fueron los m¨¢s requeridos por los informadores- fue abordado por el p¨²blico que se agolpaba en el corto recorrido entre la puerta, del campo y el autocar, no m¨¢s de veinte metros, y al parecer encolerizado porque, seg¨²n informaci¨®n de Efe, Garc¨ªa Navajas, desde el interior del mismo, hab¨ªa mostrado dinero y hab¨ªa realizado gestos provocat¨ªvos. La intervenci¨®n de sus compa?eros, que bajaron del autob¨²s, y de Zamora, que sal¨ªa tambi¨¦n entonces del campo, permiti¨® que el meta pudiera ser rescatado. La polic¨ªa hab¨ªa abandonado el campo ya para esos momentos. Juanito tuvo que esperar media hora y fue sacado por otra puerta, junto con De Carlos, y conducido en el coche de Orbegozo, presidente de la Real, al hotel.