Procesado el can¨®nigo de Cuenca que hurt¨® 600 millones de pesetas en documentos catedralicios

El Obispado de Cuenca se ha visto obligado a reconocer por primera vez, y de forma oficial, que durante los ¨²ltimos veinte a?os se ha estado llevando a cabo una sistem¨¢tica labor de despojo del archivo catedralicio y de la biblioteca del seminario, tarea realizada por un can¨®nigo, Clementino Sanz y D¨ªaz, titular precisamente del archivo hasta fechas recientes. El can¨®nigo ha sido sometido a un proceso civil ante el juez de instrucci¨®n y a otro proceso can¨®nico.A pesar de la evidencia de los hechos, puestos de manifiesto por este peri¨®dico (v¨¦ase EL PAIS del 26 de febrero), distintas personas relacionadas con la Iglesia conquense hab¨ªan desmentido o descalificado la naturaleza de los acontecimientos descritos. El propio Sanz D¨ªaz, en sucesivas notas a la Prensa local, descartaba su participaci¨®n, aunque en posteriores declaraciones a Radio Nacional de Espa?a reconoc¨ªa que se hab¨ªa llevado algunos libros con permiso del anterior obispo, ya fallecido, y con el fin de cumplir su encargo de escribir una historia de la di¨®cesis.

Ha sido precisamente el contenido de esta entrevista, que el obispo de la di¨®cesis, Jos¨¦ Guerra Campos, intent¨® evitar que se difundiera, la que ha motivado la intervenci¨®n final del Obispado, a trav¨¦s de una nota de diecinueve puntos, firmada conjuntamente por el cabildo catedralicio y el seminario de San Juli¨¢n. La citada nota confirma en todos sus puntos el relato de los hechos publicados por EL PAIS y se?ala otros nuevos detalles hasta ahora desconocidos, ya que a los 699 libros de la biblioteca encontrados en poder del can¨®nigo hay que a?adir otros 250 m¨¢s, con lo que la cifra de vol¨²menes sustra¨ªdos se acerca al millar, adem¨¢s de centenares de documentos del archivo.

La nota desmiente rotundamente que el can¨®nigo tuviera permiso del anterior obispo para llevarse esos libros, que en su mayor¨ªa no tienen relaci¨®n alguna con la historia de Cuenca, por lo que es dif¨ªcilmente aceptable el argumento de que estuviera trabajando en ese tema. San y D¨ªaz pudo sustraer tal cantidad de libros con facilidad, ya que ten¨ªa el encargo del anterior prelado de catalogar la biblioteca.

Clementino Sanz y D¨ªaz, que ha sido despose¨ªdo de su cargo de can¨®nigo archivero y de sus clases en el seminario, se encuentra sometido a un proceso can¨®nigo independiente de la actuaci¨®n de la autoridad judicial civil.