Espa?a quiere colaborar en la modificaci¨®n de la pol¨ªtica agraria comunitaria y armonizarla con su potencial agr¨ªcola

La delegaci¨®n espa?ola present¨® ayer al Consejo de Ministros de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) su primer documento sobre el cap¨ªtulo de la agricultura, el m¨¢s espinoso de cuantos componen las negociaciones para la adhesi¨®n de Espa?a al Mercado Com¨²n. El documento, al igual que el que present¨® en su d¨ªa la Comunidad, se mantiene en t¨¦rminos abstractos, aunque deja claramente establecidos dos puntos: Espa?a desea participar -colaborar m¨¢s exactamente- ?en el proceso de reflexi¨®n interna de la CEE relativo a la adaptaci¨®n y a la modificaci¨®n del la pol¨ªtica agraria comunitaria (PAC)?, y advierte que, aunque no conviene exagerarlo, nuestro pa¨ªs posee un ?cierto potencial agr¨ªcola? qu¨¦ no debe ser anulado, sino m¨¢s bien armonizado con el del resto de la Comunidad.

Las autoridades espa?olas parecen haberse decidido por la presentaci¨®n de un documento que ?no levante ampollas? en Francia, dado que las elecciones presidenciales est¨¢n a la vuelta de la esquina, ?y no merece la pena dar un pretexto a Par¨ªs para que se vea obligado a reaccionar?, seg¨²n una fuente espa?ola. Los negociadores espa?oles han invitado la trampa de entrar en el estudio de los sectores de producci¨®n m¨¢s conflictivos -aceite de oliva, vino y frutas y hortalizas, fundamentalmente-, tal y como se insinuaba en el documento de los comunitarios, hecho p¨²blico en diciembre. ?Ser¨ªa preraaturo?, afirma el documento espa?ol, ?realizar estimaciones; sobre el impacto financiero de la adhesi¨®n, especialmente en, sectores concretos?. El informe sale al paso tambi¨¦n de ?ciertas evaluaciones utilizadas en medios comunitarios? que, en opini¨®n de los expertos espa?oles, ?no reflejan la realidad?.

Indirectamente se alude a los estudios realizados por la Comisi¨®n, seg¨²n los cuales el aceite de oliva espa?ol puede costar a la Comunidad cientos de miles de millones de pesetas.

Las autoridades espa?olas -a?ade el documento- comprenden las dificultades por las que atraviesa la CEE y ?han mostrado su solidaridad?. ?No ocultamos, sin embargo, que las negociaciones internas comunitarias sobre la pol¨ªtica agr¨ªcola despiertan cierta inquietud en la Administraci¨®n y en la opini¨®n p¨²blica espa?ola?. Madrid recuerda que el Gobierno est¨¢ dispuesto a aceptar el acerbo comunitario en este sector, ?aun sin conocer completamente todos sus elementos?.

En este sentido, se ?ofrece? la colaboraci¨®n de Espa?a, ?que est¨¢ dispuesta a aportar sus ideas y su experiencia en el proceso de reexamen de la realidad din¨¢mica del acerbo agr¨ªcola?. ?La participaci¨®n de Espa?a en toda ,modificaci¨®n de la PAC, dentro de un respeto absoluto a la autonom¨ªa de la Comunidad en cuanto a la toma de decisiones, podr¨ªa suponer ventajas comunes?. La colaboraci¨®n podr¨ªa extenderse ?a las l¨ªneas de concertaci¨®n y a medidas anticipadas convergentes que faciliten el proceso de la adhesi¨®n?.

El Gobierno espa?ol reconoce que la adhesi¨®n de nuestro pa¨ªs exigir¨¢ ?un enriquecimiento y una adaptaci¨®n de la ieglamentaci¨®n comunitaria en materia agr¨ªcola?, as¨ª como per¨ªodos transitorios, pero matiza que deber¨¢n buscarse ?soluciones justas y equilibradas?, no s¨®lo en materia de agricultura, sino en el contexto general de las negociaciones. Nueva alusi¨®n indirecta a la posici¨®n comunitaria seg¨²n la cual los productos agr¨ªcolas espa?oles deber¨¢n esperar como m¨ªnimo de cinco a diez a?os antes de acceder libremente a los mercados europeos, mientras que Espa?a deber¨ªa abrir inmediatamente sus frontera, tanto a los productos agr¨ªcolas como industriales comunitarios.

En respuesta a la queja de la CEE en el sentido de que la Administraci¨®n espa?ola no proporciona toda la informaci¨®n necesaria, los negociadores espa?oles eluden suavemente la cuesti¨®n, se?alando que har¨¢n el esfuerzo necesario, pero que ?esos nuevos intercambios de informaci¨®n no deber¨ªan ser un pretexto para el retraso de las conversaciones, ya que el material proporcionado hasta el momento permite ya considerables avances?.

El punto m¨¢s detallado del informe espa?ol es el relativo al potencial agr¨ªcola de nuestro pa¨ªs. Los comunitarios han expresado en m¨²ltiples ocasiones su temor ante la posibilidad de que Espa?a aumente, gracias a su ingreso en la Comunidad, su producci¨®n agr¨ªcola. Los expertos espa?oles reconocen que existe ?un cierto potencial?, aunque, a su juicio, ha sido exagerado. Atajando los argumentos comunitarios seg¨²n los cuales habr¨ªa que asegurarse antes de la adhesi¨®n que nuestro pa¨ªs ?no despega? demasiado r¨¢pidamente, el documento se?ala que no deberia tratarse de impedir el desarrollo de esa potencialidad, sino, algo muy diferente, buscar su racionalizaci¨®n y armonizaci¨®n, ?especialmente en las superficies agr¨ªcolas, tanto espa?olas como comunitarias, que pueden ser consagradas a productos de sustituci¨®n?. En definitiva, no se trata de impedir el desarrollo del potencial agr¨ªcola espa?ol, sino de hacerlo compatible con la agricultura comunitaria.