Serge July: "Francia no tiene fe en la informaci¨®n"
El diario parisiense Liberation reaparecer¨¢ probablemente uno de los primeros d¨ªas del pr¨®ximo mes de abril. El pasado mes de febrero, inesperadamente, la asamblea general del peri¨®dico decidi¨® el entierro provisional de ese peri¨®dico, que a lo largo de la d¨¦cada de los setenta represent¨® el fen¨®meno sociol¨®gico franc¨¦s m¨¢s significativo en el dominio de los medios de comunicaci¨®n.
En el entorno de crisis econ¨®mica general, m¨¢s aguda a¨²n en el sector de la Prensa escrita, Lib¨¦ration se autofinanciaba. Pero de repente la direcci¨®n decidi¨®: ?Es necesario ser absolutamente moderno?, seg¨²n una cita del poeta Arthur Rimbaud. Lib¨¦ration desapareci¨® de los quioscos.En mayo de 1968, cuando las barricadas del barrio latino parisiense estremecieron por unos momentos a aquel general Charles de Gaulle que gem¨ªa ante su factotum Michel Debre: ?Esto es el fin de la Iglesia, esto es el fin de Francia?, Serge July era un izquierdista en escena. Despu¨¦s, con otros colegas y con la bendici¨®n y la ayuda del fil¨®sofo Jean-Paul Sartre, pari¨® el hijo de aquella revoluci¨®n, que quiso llevar la inteligencia al poder: el diario Lib¨¦ration. July tiene hoy 39 a?os y piensa que mayo de 1968, como la revoluci¨®n de 1884 y el Frente Popular de 1936, est¨¢n perfectamente enmarcados en el museo de la historia. Pero estima que el infanticidio realizado con su peri¨®dico es un acto revolucionario propio de nuestros tiempos.
Pregunta. ?Por qu¨¦ triunf¨® Liberation en plena crisis de la Prensa escrita?
Respuesta. En primer lugar, porque en Francia, tras el impacto del audiovisual, la Prensa escrita se mantuvo est¨¢tica, se traumatiz¨®, y el equipo de Liberation, nuevo y joven, no sufr¨ªa ese traumatismo ni se plante¨® los problemas informativos inherentes. En segundo lugar cont¨® con lo que pudi¨¦ramos llamar la idea filos¨®fica del peri¨®dico: nosotros entendimos que la cultura a promover era el periodismo. Esto es, nos hicimos una alta idea del periodismo, reivindic¨¢ndolo como cultura. En tercer lugar, la independencia del peri¨®dico. Esa independencia, antes que nada, ha, sido econ¨®mica, puesto que el peri¨®dico pertenece a los redactores, y por ello hemos alcanzado cotas de libertad m¨¢s altas que los dem¨¢s.
Lib¨¦ration ha jugado un papel importante en materia de libertades, practicando el respeto ante todos los tab¨²es e instituciones y valorando al mismo tiempo la moral individual sin perder de vista la colectividad. Y, por fin, Lib¨¦ration se cre¨® una imagen, no s¨®lo con la especificidad de sus temas y de su manera de tratarlos (el 99% de nuestro equipo era de reporteros), sino tambi¨¦n con sus anuncios por palbras gratuitos, que, por abarcar toda la problem¨¢tica humana, sin prejuicios, se convirtieron en un medio de comunicaci¨®n entre los seres.
P. ?Por qu¨¦ ha desaparecido en pleno ¨¦xito?
R. Nuestro ¨²nico capital adem¨¢s de los lectores, era el equipo, pero este equipo, esta colectividad, ya no creaba, y cuando se deja de crear hay que detenerse. As¨ª lo hemos hecho: ahora queremos dotarnos de los medios necesarios para volver a crear. El periodismo es lo contrario del funcionarismo. En pocas palabras, el peri¨®dico que hac¨ªamos no nos gustaba y suspendimos su publicaci¨®n.
P. ?Es posible pensar que ese fallo de la creaci¨®n sea el resultado del fracaso de la autogesti¨®n del peri¨®dico?
R. S¨ª, pero sobre ese tema de la autogesti¨®n hay mucho que decir. En primer lugar, cabe recordar que exist¨ªa una jerarqu¨ªa ejecutiva: desde el primer d¨ªa, yo fui el director efectivo del peri¨®dico. Hab¨ªa jefes de secci¨®n que ejerc¨ªan su cometido. Por lo dem¨¢s, en efecto, reconozco un cierto fracaso de la autogesti¨®n. El ¨²nico poder decisorio del peri¨®dico estaba en manos de la asamblea general. Esto funcion¨® al principio, cuando ¨¦ramos cuarenta personas. Pero ese sistema, cuando llegamos a sumar 160 empleados en total, se revel¨® inoperante. Toda colectividad, con el tiempo, contrae algo de ?m¨¢quina?, que esteriliza.
Sin embargo, la autogesti¨®n implicaba aspectos positivos, como el trabajo colectivo. Eso se mantendr¨¢ en la nueva f¨®rmula y, por otra parte, no caeremos en el sistema jer¨¢rquico cl¨¢sico. Globalmente, yo dir¨ªa que la f¨®rmula que fue buena durante los primeros a?os dej¨® de serlo despu¨¦s. Hoy para realizar una informaci¨®n m¨¢s profunda, m¨¢s rigurosa, m¨¢s amplia, es necesaria una estructura m¨¢s fuerte.
P. Y al cabo de esta primera etapa de Lib¨¦rati¨®n, ?qu¨¦ piensa usted de la igualdad de salarios?
R. Que tiene ventajas enormes. e inconvenientes tambi¨¦n. La cuesti¨®n de los salarios condiciona las relaciones en el trabajo: si existe una jerarqu¨ªa, el salario sanciona en los dos sentidos. El salario igual no crea problemas a nivel de una colectividad como la que formaban los reporteros. Pero es cierto que la remuneraci¨®n igual, y baja, por a?adidura, impide contratar los periodistas necesarios. Tambi¨¦n, como lo demuestra la pr¨¢ctica, hay redactores que viven el peri¨®dico y otros no. Yo soy partidario de pagar m¨¢s a los primeros.
P. ?Qu¨¦ ser¨¢ el nuevo Lib¨¦ration?
R. Mantendr¨¢ las cualidades y especificidad del antiguo. En caso contrario, le hubiese cambiado el nombre, y ser¨¢ dos cosas: informaci¨®n fiable, rigurosa y libre, y tratamiento de temas espec¨ªficos. Esto en Francia es capital, porque aqu¨ª lo que cuenta y honra es la buena opini¨®n, y no la informaci¨®n. Francia no tiene fe en la informaci¨®n. Las ideolog¨ªas lo han embarullado todo. Por otra parte, la informaci¨®n es casi siempre de segunda mano, procedente de toda suerte de instituciones. Siendo un peri¨®dico pobre, Lib¨¦ration fue el primero que se present¨® en Vietnam, en Ir¨¢n y recientemente convirti¨® en un acontecimiento el ataque racista de los comunistas a los inmigrantes.
P. ?Qu¨¦ es hoy Serge July, aquel revolucionario de mayo de 1968?
R. Vivimos en un mundo estremecido e impresionante. Creo que el pensamiento se encuentra de nuevo al nivel cero. Yo no s¨¦ muy bien lo que ocurre en el mundo, y quiero saberlo por medio de este ¨²til, que es una expresi¨®n cultural: el periodismo. Esto, sin prejuicio de ninguna especie. Sin tener en cuenta ni las derechas, ni las izquierdas, ni ninguna ideolog¨ªa, aunque con la informaci¨®n moleste a quien sea, a mis amigos incluso.
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