Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez de Peron continuar¨¢ detenida

La ex presidenta de Argentina Mar¨ªa Estela Martinez de Per¨®n fue condenada ayer a ocho a?os de prisi¨®n por el juez federal Norberto Giletta, que unific¨® en una sentencia ¨²nica las dos causas seguidas contra ella por uso indebido de fondos de la Cruzada de Solidaridad. Esto significa que la viuda de Per¨®n no podr¨¢ salir en libertad hasta dentro de cuatro meses, en Contra de todas las especulaciones que circularon estos d¨ªas por Buenos Aires acerca de su inmediata liberaci¨®n, que, seg¨²n todas las fuentes, iba a producirse antes de que el general Roberto Viola asumiese la presidencia, el pr¨®ximo domingo.

Para que la condena hubiera permitido la inmediata excarcelaci¨®n de Mar¨ªa Estela ten¨ªa quo haber sido inferior a los siete a?o: y cuatro meses. En este caso si abogado defensor hubiera podido solicitar su libertad, ya que as lo dispone la legislaci¨®n argentina para aquellos casos en que el condenado carezca de antecedentes penales y haya cumplido dos terceras partes de la condena incluida en su sentencia.El fallo del juez le fue notifica do a las cinco de la tarde de ayer (nueve de la noche en Espa?a). Escasos minutos antes, Mar¨ªa Es tela Mart¨ªnez, que vest¨ªa un traje marr¨®n de dibujos, lleg¨® al palacio de Justicia en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, a bordo de un autom¨®vil. En compa?¨ªa de su abogado se dirigi¨® al despacho del juez Giletta, situado en la planta baja del edificio, donde permaneci¨® por espacio de cinco minutos.

Rostro sereno

Despu¨¦s de darse por enterada del fallo y de firmar su sentencia, que ocupa m¨¢s de cien folios, la ex presidenta abandon¨® el edificio con el rostro sereno y sin muestras de alteraci¨®n. Fuerzas de seguridad impidieron en todo momento que los periodistas se acercasen a la viuda de Per¨®n que los fot¨®grafos pudieran entrar en el palacio de Justicia.En medio de un gran aparato policial, el coche de Mar¨ªa Estela parti¨® nuevamente hacia la quinta San Vicente, en la que permanece confinada bajo custodia militar.

La decisi¨®n judicial ha pillado de sorpresa a todos los sectores del pa¨ªs, que daban por segura una sentencia, m¨¢s ben¨¦vola, que permitiera la libertad inmediata de la ex presidenta. Incluso algunos sectores de los sindicatos peronistas estaban ya preparando una demostraci¨®n popular de apoyo a la viuda de Per¨®n en cuanto alcanzara su liberaci¨®n.

Dirigentes peronistas han insistido estos d¨ªas en que, cualquiera que fuese el fallo del juez, este es un proceso pol¨ªtico que se est¨¢ resolviendo por razones de tipo tambi¨¦n pol¨ªtico. Lo que se preguntan ahora amplios sectores de la capital argentina es qui¨¦n ha podido intervenir en el ¨²ltimo tramo del proceso para mantener por m¨¢s tiempo en prisi¨®n a la ex presidenta. Se cree que, en todo caso, es un problema m¨¢s que se viene a sumar a la ya complicada agenda que tiene ante s¨ª el futuro presidente Roberto Viola.

Nueve millones de d¨®lares extra¨ªdos

La condena de ocho a?os hace referencia a la disposici¨®n, por parte de Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez, de cantidades que se aproximan a los nueve millones de d¨®lares extra¨ªdos de los fondos de la Cruzada de Solidaridad. Una parte de ese dinero habr¨ªa sido empleada, a la muerte de Per¨®n, para pagar los derechos sucesorios correspondientes a los herederos de Eva Duarte.El error de c¨¢lculo sobre la pr¨®xima liberaci¨®n de Mar¨ªa Estela ha alcanzado a los m¨¢s competentes medios informativos argentinos. El encargado de negocios de Panam¨¢, Rafael Vargas, actualmente en funciones de embajador, anunciaba tambi¨¦n, el jueves, a los medios informativos que dos residencias -una de ellas en la isla Contadora- hab¨ªan sido ya dispuestas para recibir de inmediato a la viuda de Per¨®n. La ¨²nica posibilidad de que Mar¨ªa Estela pueda alojarse pr¨®ximamente en alguna de ellas ser¨ªa un indulto especial del presidente, pero portavoces militares han reiterado estos d¨ªas hasta el cansancio que este es un tema exclusivamente judicial y que no habr¨¢ intervenciones extraordinarias del poder ejecutivo.