Un lector t¨ªpico

Soy un lector, creo que t¨ªpico, de este diario. Digo que t¨ªpico porque imagino al lector tipo de EL PAIS encarnado en el hombre de la calle, no importa la edad, que, probablemente, tenga que visitar a menudo la oficina de empleo en algunos casos. Evidentemente, tendr¨¢ un sueldo como el de tantos y tantos espa?oles que, mediante su esfuerzo, logran sobrevivir -que es mi caso-, y no har¨¢ demasiado caso de los m¨²ltiples avisos para consumir no importa qu¨¦ cosas de acuerdo con la publicidad actual; probablemente coincida en los planteamientos democr¨¢ticos ?por una sociedad m¨¢s justa, m¨¢s libre y m¨¢s humana?, cuyo primer mandamiento dice que cada cual debe de actuar como le dicta su conciencia y respetando a quien convive con ¨¦l (no teniendo reparos en ayudar a quienes poseen ideolog¨ªa contraria a sus ideas), y estar¨¢ de acuerdo tambi¨¦n en rechazar la violencia, siguiendo la l¨ªnea de sus buenos editoriales.Nuestro lector tendr¨¢, asimismo, un coche, que ha de mantener con grandes apuros, tal como est¨¢ hoy el precio de la gasolina. Ir¨¢ vestido normalmente, con sencillez, y en su piso se notar¨¢ que ha entrado la cultura del posfranquismo, aunque en dosis peque?as, de acuerdo con la permisividad y el poco tiempo recuperado. Me imagino que soy un lector t¨ªpico por un detalle adicional: no me interesa que publiquen esta carta, aunque es la primera que env¨ªo. Hay cosas mucho m¨¢s importantes que r¨¦plicas escritas a quienes nunca merecieron que algu¨ªen se molestase en replicar./ .