Falleci¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Moreno Galv¨¢n, cr¨ªtico de las ¨²ltimas vanguardias art¨ªsticas espa?olas
Jos¨¦ Mar¨ªa Moreno Galv¨¢n, cr¨ªtico de arte, sin cuya presencia entra?able no podr¨ªa concebirse la historia de la est¨¦tica espa?ola de los ¨²ltimos treinta a?os, y sobre todo la de las ¨²ltimas vanguardias, falleci¨® en la madrugada del pasado domingo en Madrid, tras una larga enfermedad. El entierro se verificar¨¢ hoy. A las 11,45 saldr¨¢ la comitiva f¨²nebre del hospital Cl¨ªnico de Madrid hacia el cementerio civil. Ten¨ªa 58 a?os y reparti¨® su actividad en libros, conferencias y art¨ªculos de peri¨®dicos. Fue cr¨ªtico de arte de la revista Triunfo.
Nacido en la localidad de Puebla de Cazalla, provincia de Sevilla, en el a?o 1923, Jos¨¦ Mar¨ªa Moreno Galv¨¢n fue una de esas admirables personalidades autodidactas que genera nuestro pa¨ªs luchando siempre contra todo tipo de adversidades hist¨®ricas. En este sentido, Moreno Galv¨¢n no s¨®lo tuvo que estudiar por su cuenta, al aire de sus pasiones y gustos personales, en medio de ese clima de posguerra nada propicio a la cultura, sino que adem¨¢s sufri¨® persecuciones administrativas y pol¨ªticas.En 1951 se instala en Madrid y comienza a trabajar en Cultura Hisp¨¢nica, donde, a pesar de haber demostrado una encomiable inquietud intelectual, y quiz¨¢ por ello, acab¨® siendo relegado a un puesto irrelevante. Este luchador nato no se desanim¨® nunca y le vemos asociado a m¨²ltiples actividades culturales en los a?os cincuenta, primero como escritor, y ya a finales de la d¨¦cada como cr¨ªtico de arte. En este segundo aspecto puede considerarse decisiva su intervenci¨®n en un momento crucial del arte espa?ol, en el que sal¨ªa de un aislamiento pat¨¦tico, va que Moreno Galv¨¢n no s¨®lo fue un incansable apoyo para nuestros j¨®venes artistas de vanguardia, que entonces despuntaban a trav¨¦s de art¨ªculos y monograf¨ªas, sino que adem¨¢s realiz¨® una amplia reflexi¨®n hist¨®rica y doctrinal sobre ese proceso de transformaci¨®n. Fruto de lo cual fueron tres importantes libros: Introducci¨®n a la pintura espa?ola actual, que public¨® en Madrid en 1960; Autocr¨ªtica del arte, publicado cinco a?os despu¨¦s, tambi¨¦n en Madrid, y La ¨²ltima vanguardia (1969).
En el primero de ellos -Introducci¨®n a la pintura espa?ola actual-, Moreno Galv¨¢n ya desarrollaba sus l¨ªneas interpretativas maestras sobre el arte espa?ol contempor¨¢neo, que consideraba ya significativamente vinculado con las preocupaciones internacionales: ?La pintura espa?ola de hoy forma parte de la pintura contempor¨¢nea universal y vive sus mismas caracter¨ªsticas. Por tanto, no nos ser¨¢ posible entenderla si previamente no pulsamos, aunque sea de manera sucinta, ese juego inusitado de afirmaciones y negaciones que es el arte de nuestro siglo?. Esta oportuna defensa de la necesidad de salir del autarquismo cultural que hasta entonces se viv¨ªa, supo combinarla Moreno Galv¨¢n con la precisi¨®n de las caracter¨ªsticas de la tradici¨®n local,que defi'ln¨ªa con estos tres caracteres esenciales: expresividad, que englobaba la corriente realista, entendida en el sentido tr¨¢gico -unamuniano-, de la existencia que: caracteriza al espa?ol, cuyos representantes pl¨¢sticos eran, para Moreno Galv¨¢n,desde el beato de Liebana hasta los Ribera, Vald¨¦s Leal, Nonell y Solana; el extremismo formal y anal¨ªtico, que expresa la dimensi¨®n constrtictiva del arte espa?ol: el Escorial, Zurbar¨¢n y Juan Gris; la apertura al impresionismo, que bascula entre la expresividad y el an¨¢lisis formal, con Vel¨¢zquez, Regoyos, Soroya.
Moreno Galv¨¢n fue, sobre todo, una pasi¨®n desbordante de vida y solidaridad. Su muerte prematura ha sido quiz¨¢ el producto de quien no se resignaba a vivir a medias, sin libertad ni ilusiones. Encarcelado en diversas ocasiones, cont¨® siempre con la reacci¨®n de simpat¨ªa de todos los artistas espa?oles,que le respetaban por su compromiso pol¨ªtico y que le agradec¨ªan su dedicaci¨®n entusiasta a la difusi¨®n del arte renovador. Qu¨ªz¨¢ lo m¨¢s admirable de su actitud fue que, siendo un intelectual. comprometido, jam¨¢s fue sectario; no quiso dictar nunca normas art¨ªsticas, sino que le bast¨® con admirar las que surg¨ªan espont¨¢neamente y supo mantenerse muy digno en el ejemplo de su comportamiento ¨¦tico.
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