Un jefe m¨¦dico de La Paz niega la version oficial sobre su destituci¨®n

Joaqu¨ªn Aroca Sanz, secretar¨ªo general m¨¦dico y director en funciones del Centro de Rehabilitaci¨®n y Traumatolog¨ªa de La Paz, ha negado la informaci¨®n aparecida en EL PAIS del domingo -que proced¨ªa del secretar¨ªo de Estado de Sanidad, Luis S¨¢nchez Harguindey, seg¨²n la cual ha sido destituido fulminantemente de su cargo por intentar tratar a su perra en la secci¨®n de cuidados intensivos del hospital, despu¨¦s de que la hubiera operado ¨¦l mismo de un tumor vaginal en el departamento de cirug¨ªa experirnental del centro. La versi¨®n del doctor Aroca fue confirmada por el doctor Aguado, jefe del servicio de cuidados intensivos.El doctor Aroca se encontraba ayer en su casa, profundamente afectado, hasta el punto de que la emoci¨®n y los sollozos fueron demasiados intensos como para niaiiteiier la conversaci¨®n telef¨®nica con EL PAIS, y hubo de hacerlo en su lugar su esposa.

Seg¨²n ambos, a una perra setter irlandesa que vive con elloa y los cuatro hijos del matrimonio desde hace ocho a?os, y a la que tienen un gran cari?o, se le descubri¨® un tumor vaginal que hab¨ªa que operar. El doctor Aroca pens¨® primero en hacerlo en la cocina de su casa, pero sus propios compa?eros del hospital le instaron a que utilizara el quir¨®fano del departamento de cirug¨ªa experimental, que estaba libre el viernes por la ma?ana y que se destina habitualmente a realizar operaciones quir¨²rgicas en animales. Una vez operada, la perra, de nombre Skay -no Susana como se inform¨® inicialmente- fue trasladada al domicilio de la familia, donde a las pocas horas se apreci¨® que respiraba con mucha dificultad.

El doctor Aroca consult¨® con el doctor Pintado, encargado en ese momento del servicio de reanimaci¨®n de La Paz (UVI), y ¨¦ste le dijo ,que la llevara al hospital para entubarla, es decir, ¨ªnstalarle un tubo por la tr¨¢quea q¨¹e le facilitara la respiraci¨®n. Por lo visto, hubo un error, y el doctor Pintado debi¨® pensar que se trataba de uno de los hijos de su compa?ero. Cuando llegaron al hospital, con la perra envuelta en una s¨¢bana, el doctor Pintado, sin que entrara siquiera en las dependencias del servic¨ªo, le dijo que era mejor llevarla a cirug¨ªa experimental de nuevo, donde se le hizo la entubaci¨®n y regres¨® definitivamente a casa.

La esposa del doctor Aroca ha insistido en que lo que hizo su esposo, llevado exclusivamente por su cari?o hacia el animal.

Por su parte, Antonio Aguado, jefe del servicio de cuidados intensivos de La Paz, ha ratificado la versi¨®n anterior en la parte que le afecta: la perra no lleg¨® a entrar en el servicio, ni hubo dos ¨¦nfermeras que se negaran a atender al animal, lo que implica que previamente se les hubiera pedido u ordenado hacerlo.

Mientras tanto, a la espera de que se concluya el expediente abierto por el motivo anterior al doctor Aroca, ¨¦ste se encuentra separado del servicio.